Por Julia
Elena Melche.
Es el año de
1638 y los sacerdotes jesuitas Sebastián Rodrigues (Andrew Garfield y Francisco
Garupe (Adam Driver) viajan de Portugal a Japón con el fin de encontrar a su
mentor, el padre Ferreira (Liam Neeson), quien al parecer, maldijo a Dios en público y renunció a
su fe, luego de haber sido capturado y torturado
sin piedad por las autoridades niponas.
La travesía de los sacerdotes no será
fácil. El poder del nuevo inquisidor japonés está por todas partes, persiguiendo
a todo aquél que pretenda propagar el catolicismo y a los campesinos cristianos,
a quienes obliga a pisotear una imagen de Cristo y la Virgen María como acto de
apostasía; los que se niegan son encarcelados y asesinados. No obstante,
encontrarán ayuda en unos aldeanos cristianos que permanecen en la
clandestinidad, quienes los esconden en una choza en la montaña mientras pueden
seguir su camino.
Silencio, la reciente cinta del ganador del Oscar y del Globo de
Oro en 2006 como Mejor Director por Los Infiltrados Martin Scorsese, es un
proyecto que el cineasta acarició desde hace más de veinte años y sin duda el
más personal de su vasta filmografía. Ambientada en los duros años de la persecución del
cristianismo en el Japón feudal del siglo XVII, está basada en la novela histórica del aclamado
escritor japonés católico Shūsaku Endō, considerada
la mejor de sus novelas, una de las más sobresalientes del siglo XX y escrita
desde la singular perspectiva de ser japonés y católico.
Scorsese es
fiel al texto original y con enorme acierto explora en los límites de la fe al
exponer un Dios como compañero silencioso del sufrimiento de los seguidores de
su palabra. Convertidos casi en mártires por su fe cristiana, los campesinos de
las aldeas soportan los más terribles de los castigos, incluso algunos, la
muerte cruel al ser crucificados en un acantilado de bruscas olas que se
estrellan en sus frágiles cuerpos, mientras encuentran el silencio absoluto de un
Dios que permite el sacrificio y dolor de los fieles adeptos que abrazan su
religión, en lugar de amarlos y protegerlos.
Y será el
propio padre Rodrigues quien cuestionará el papel de Dios, haciéndose mil
preguntas sin respuestas, cuando es testigo de los padecimientos atroces de los
creyentes y sobre todo cuando es capturado y torturado, viviendo el suplicio y la violencia con que los
japoneses castigan a los cristianos.
El director consigue
un retrato elocuente del choque de mentalidades de dos mundos opuestos; la
espiritualidad de los jesuitas y el pragmatismo materialista de los japoneses,
donde los primeros pretenden colonizar mediante la religión a los nipones, y
estos se resisten, aunque lo hagan a través de la tortura, la crueldad y la
muerte, pues la libertad de credo y de pensamiento son derechos irrenunciables.
Si bien, la cristianización en
Japón de finales del siglo XVI favoreció su comercio con occidente y a su vez,
permitió el inicio de la expansión europea mediante los comerciantes
portugueses, en la cinta es observada en episodios de violencia, intolerancia y
persecución contra quienes han renegado del budismo.
En los dramas
individuales y colectivos de la cinta, la estupenda fotografía del mexicano
Rodrigo Prieto cobra especial importancia con imágenes de belleza impactante,
aunque muchas de enorme crueldad, desde planos abiertos, cenitales, o acercamientos
para capturar gestos, miradas y el profundo suplicio de los personajes, en
particular la lucha interior de los religiosos.
Ganador de 5
premios Ariel por Sobrenatural, Fibra Óptica, Un Embrujo, Amores Perros y Biutiful,
el fotógrafo de 51 años hace mancuerna por segunda vez con Scorsese, anteriormente
fue en El lobo de Wall Street (2013), y también se encargó de las
imágenes de la oscareada Argo (Affleck, 2012). Por El secreto de la montaña (Lee, 2005)
Prieto fue nominado al Oscar a la Mejor Fotografía y ahora compite de nuevo en
esta categoría al lado de La La Land: una historia de amor (La
La Land), La llegada (Arrival), Luz de luna (Moonlight) y Un
camino a casa (Lion). Sin duda, su trabajo es de lo más sobresaliente.
Con la
inmejorable interpretación de Andrew Garfield, un joven talento que no deja
indiferente y una banda sonora minimalista, Silencio encierra una
reflexión sobre la fe y las atrocidades que se cometen en su nombre, sobre la
religión como imposición y medio de control y sometimiento, no obstante su desenlace
que pisa los terrenos moralistas.
Dirección:
Martin Scorsese.
Guion: Jay
Cockcs y Martin Scorsese, basado en la novela “Chinmoku” (Silencio), de Shûsaku
Endô.
Reparto:
Andrew Garfield (Padre Sebastião Rodrigues), Adam Driver (Padre Francisco
Garupe), Liam Neeson (Padre Cristóvão Ferreira), Tadanobu Asano (intérprete), Ciarán Hinds (Padre Valignano), Shinya Tsukamoto, Yōsuke
Kubozuka, Issey Ogata y Diego Calderón.
Fotografía:
Rodrigo Prieto.
País: Estados
Unidos-Taiwan-México.
Año: 2016.
Género:
Drama.
Duración: 160
minutos.
Clasificación:
Mayores de 15 años.
Fecha de
estreno en México: 24 de febrero de 2017
SILENCIO (SILENCE) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS Y EN CINETECA
NACIONAL.
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