Dirección: Nelson McCormick.
Reparto: Dylan Walsh, Sela Ward, Penn Badgley, Amber Heard, Sherry Stringfield, Paige Turco, Jon Tenney, Nancy Linehan Charles, Marcuis Harris, Braeden Lemasters.
País: USA.
Año: 2009.
Género: Thriller.
Duración: 101 minutos.
Clasificación: Adolescentes y Adultos.
Estreno en México: 11 de diciembre de 2009.
Por Jorge Cirerol.
Siguiendo con la permanente fiebre de hacer remakes, ahora toca el turno a Asesino en Casa, nueva versión de una cinta ochentena que llevó el título de El Padrastro, dirigida por Joseph Rubens y que es considerada de culto dentro del género de los thrillers.
La película, dirigida por Nelson McCormick, inicia en un tranquilo barrio de Salt Lake City en Utah, donde un hombre después de teñirse el cabello se baña tranquilamente, se afeita, se pone unos lentes de contacto, y se viste para iniciar su día como cualquier otro. Mientras se prepara algo de desayunar el lente de la cámara se abre poco a poco para mostrar un macabro espectáculo de varios cuerpos ensangrentados en diversas partes de la casa.
Luego de esta escalofriante premisa, el hombre, a quien conoceremos como David Harris (Dylan Walsh) vuelve a aparecer en un supermercado de Oregon mientras hace algunas compras. Accidentalmente se topa con Susan Harding (Sela Ward), una mujer divorciada con tres hijos, con la que de inmediato tiene buena química.
Seis meses después, el mayor de los hijos de Susan, Michael (Penn Badgley), está de regreso después de haber terminado su adiestramiento en una escuela militar. Su novia Kelly (Amber Heard) va por él al aeropuerto y en la casa lo esperan familiares y amigos para festejar con él el feliz regreso. En ese momento se entera que su madre se ha vuelto a casar. Su padrastro es David.
Viendo feliz a su madre, Michael trata de aceptar su decisión sin embargo diversas situaciones hacen que el joven sospeche de que su padrastro no es la persona que dice ser, por lo que empieza a investigar arriesgando con esto la vida de todos en su casa.
Este largometraje cargado de intriga más que de terror, construye el suspenso de su trama con gran lentitud a medida que avanza la película. Muestra desde el principio a un hombre trastornado, un hombre que en su afán de encontrar a la familia perfecta lo han convertido en un asesino serial cada vez que sus planes se desmoronan. Posiblemente si se hubiese omitido todo el principio se habría evitado que la película extravíe el interés con lo previsible ya que con eso, el espectador sabe lo que viene, sólo es cuestión de tiempo.
McCormick, quien no es nada ajeno a este tipo de propuestas, como lo muestra en Noche de Graduación Sangrienta (08) o Mentes Cautivas (02) no logra superar sus anteriores trabajos. Se vale de varios asesinatos en el inter por parte de David para mantener oculta su identidad del psicópata. Hace uso de muchos clichés del género como golpes de sonido, apariciones y desapariciones del demente asesino cuando uno menos se lo espera, así como momentos shock, aderezados con escenas entre Michael y Kelly con poca ropa para dar el toque sensual y evitar que el espectador se aburra.
Aunque de la policía que al principio está investigando el caso nunca se vuelve a saber nada, su apresurado final con algo de acción, persecuciones y revueltas, sólo busca rematar con una conclusión interesante. Sin embargo ocurre lo contrario. Todo esto lanza por la borda el poco entretenimiento que consigue y termina por convertirlo en otro thriller más que no logra superar por mucho a la película original. Con todo, McCormick la deja preparada para una posible secuela.
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