Por Julia Elena Melche.
Durante la invasión del ejército imperial japonés a Nanking en 1937, un ingeniero y hombre de negocios alemán salvó la vida a más de 200 mil chinos. Su nombre, John Rabe, quien vivió alrededor de 30 años en China, donde se casó, y decidió permanecer junto con otros 21 extranjeros, creando un Comité Internacional y una zona de seguridad de unos cuatro kilómetros cuadrados para cobijar a los refugiados que iban llegando a la ciudad, huyendo de las tropas japonesas.
La cinta está basada en el libro Un buen hombre de Nankin: los diarios de John Rabe, que recopila los diarios escritos por el ingeniero, donde detalla los acontecimientos y las dificultades que encontraba a cada paso para poner a salvo a sus protegidos de lo que fue la Masacre de Nanking, uno de los capítulos más sangrientos y terroríficos de la guerra entre ambos países.
El encargado de llevar esta historia a la pantalla grande, que deslumbra por su cuidada producción, es el germano Florian Gallenberger, documentalista comprometido con los problemas sociales, quien consigue ahora un intenso melodrama sobre el heroísmo de un hombre que acudió al propio Hitler para que intercediera ante Japón y acogió a centenas de refugiados en el jardín de su casa, poniendo en peligro su vida.
El tema fue abordado por el director chino Lu Chuan en el sobrecogedor filme en blanco y negro Ciudad de vida y muerte, realizado el año pasado, donde alternaba el punto de vista de japoneses y chinos en los horrores de una guerra que dejó 300 mil soldados chinos muertos, 20 mil mujeres violadas y la destrucción de la ciudad, mediante brutales secuencias de ejecuciones a quemarropa de niños, ancianos, mujeres y enfermos. En esta ocasión, las imágenes no son menos impactantes. La violencia gráfica se apodera de la pantalla para capturar bombardeos, decapitaciones y fusilamientos. La escena donde una inmensa bandera cobija a miles de refugiados durante un ataque japonés a la población civil, resulta estremecedora.
En su dura misión, Rabe será apoyado por Robert Wilson (Steve Buscemi), un médico norteamericano antifascista quien no obstante, detesta profundamente a Rabe. Sus discrepancias y enfrentamientos consiguen excelentes momentos de intensidad dramática. Por su parte Ulrich Tukur, destacado actor germano que ha trabajado en La vida de los otros, Operación Valkiria, Amén y La cinta blanca, entre otras, consigue un trabajo bastante convincente al meterse en la piel de un nazi bueno, un Oscar Schindler de China que protegió una raza considerada inferior.
El director se apega a los hechos históricos y enaltece la figura del personaje. A diferencia del filme de Lu Chuan, su trabajo se enfoca al héroe que tuvo el coraje para sacrificar su bienestar, aprovechar su condición de miembro del partido nazi para llevar a cabo un deber que consideraba justo y murió pobre y en el olvido en Alemania. Sonata para un hombre bueno conjunta todos los elementos de una película biográfica en la mejor tradición hollywoodense; un excelente diseño de arte, inmejorable fotografía, actores de primer nivel y una historia conmovedora.
Dirección: Florian Gallenberger.
Reparto: Ulrich Tukur, Daniel Brühl, Steve Buscemi, Anne Consigny y Dagmar Manzel.
País: Alemania-China-Francia.
Año: 2008.
Género: Drama.
Duración: 134 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 18 de junio de 2010.
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