Por: Dulce Ma. Casasola Mendoza
En el 2001 los estudios Dreamworks estrenaron una película de animación que se convirtió en todo un éxito de taquilla ya que marcó una nueva era en la manera de contar historias animadas, una película memorable con un humor ácido e irreverente al igual que sus personajes principales: el ogro Shrek, acompañado de su inseparable amigo burro.
El éxito fue tan grande y las críticas tan buenas, que los realizadores decidieron continuar con la saga de las aventuras de Shrek. La segunda parte incorporó nuevos personajes como el Gato con botas y aunque no fue tan buena como la primera, se defendió y las críticas y la taquilla volvieron a favorecerla. La tercera entrega fue totalmente diferente, se notaba un desgaste generalizado en el guión, la dirección y los personajes ya no resultaban con la misma gracia que en las dos entregas anteriores, lo que se reflejo en los ingresos de taquilla.
Aún así, los estudios decidieron arriesgarse y ofrecer una cuarta y última entrega de la saga de Shrek, tratando de dar a los seguidores del querido Ogro verde una despedida digna con una propuesta entretenida aunque carente de la chispa, el ingenio y la originalidad de sus inicios, tratando a toda costa de retomar la célebre frase de “y vivieron felices para siempre”.
Ahora Shrek tiene una familia, amigos y una vida tranquila, pero echa de menos su vida como ogro. En un afán de recuperarla firma un tramposo contrato con el malvado Rumpelstiltskin que le llevará a una realidad alterna del Reino Muy Muy Lejano, donde los ogros son cazados, Rumpelstiltskin es rey y Shrek y Fiona no se han conocido. El reto del ogro será deshacer lo que ha ocurrido, salvar a sus amigos, y recuperar a su amada y a su familia.
Para esta cuarta parte, Shrek estuvo bajo la dirección de Mike Mitchell (Súper escuela de héroes), quien trata de retomar el ingenio de las dos primeras partes, sin embargo resulta difícil resurgir con la frescura de antaño y todavía se percibe cierto cansancio (o hartazgo) demostrando una vez más que no todas las historias por más buenas que pudieron ser en sus inicios soportan las sagas y las franquicias terminan por desvanecerse con el tiempo.
En general los chistes son los de siempre, y casi todo el mérito se lo lleva El gato con botas, quien próximamente tendrá su propia película; a los demás personajes como los tres cerditos o Pinocho pasan a un papel secundario, sin mayor participación en la historia.
De cualquier manera hay que reconocer que Mitchell retoma en parte el humor irreverente que caracteriza a Shrek. Pero la película también tiene sus deficiencias como lo predecible de la historia, además de que al villano le falta la energía y chispa del malo de la película.
La animación sigue por la misma línea que las demás con escasas mejorías técnicas. Lo más novedoso es su aparente inclusión al 3D, aparente, porque son muy pocas las secuencias en las que explotan este recurso, que no aporta nada nuevo, es más quien la vea en el formato convencional no se perderá de nada.
Dirección: Mike Mitchell
País: EUA
Año: 2010
Género: Animación
Duración: 93 min.
Clasificación: Toda la familia
Fecha de estreno en México: 16 de julio
País: EUA
Año: 2010
Género: Animación
Duración: 93 min.
Clasificación: Toda la familia
Fecha de estreno en México: 16 de julio
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