Por Fabián Quezada León
En este trabajo en conjunto del Director David Fincher (Fight Club, Seven, El extraño caso de Benjamin Button) con Aaron Sorkin el escritor de la premiada serie The West Wing nos llevan de la mano en el despegue de uno de los sucesos más importantes y que más impacto han tenido en la vida social de la postmodernidad, el lanzamiento de facebook.
El como, a partir de una frustración amorosa y de un deseo post adolescente por calificar chicas y conectarse con los conocidos, se dan las bases para desatar el infierno mediático de las relaciones humanas.
Para comprender algo que se ha incorporado mundialmente como un must debemos referirnos al año de 2003, cuando gracias al empuje del internet y la accesibilidad de las noticias, la información se volvió un asunto masivo.
Para comprender algo que se ha incorporado mundialmente como un must debemos referirnos al año de 2003, cuando gracias al empuje del internet y la accesibilidad de las noticias, la información se volvió un asunto masivo.
En Harvard un jovenzuelo estaba teniendo un rompimiento sentimental; ese geek de la tecnología no era sino Mark Zuckerberg (Eisenberg) ahí comenzó todo…
Y lo que empieza como un juego propio de genios de la tecnología despechados se convierte en el fenómeno que ha modificado substancialmente las relaciones humanas, comenzando por las del propio Zuckerberg quien comienza a tener descalabros amistosos: el mas significativo con su mejor amigo; Eduardo Saverin (Garfield), que financió y colaboró en el despegue de facebook…
Y por el otro lado, su vida da un vuelco por la presencia del fundador de Napster (otro modificador sustancial de la manera en que entendemos el mundo hoy por hoy) Sean Parker (Timberlake).
En otro frente, confrontándolo legalmente, se colocan los hermanos Winklevoss (Hammer). Lealtades, traiciones, despechos, excesos y fuerzas culturales definitorias se conjugan en esta cinta basada en el libro Billonarios por accidente de Ben Mezrich
La cinta, que trató de ser restringida en su exhibición en los Estados Unidos por el mismísimo creador del facebook, nos muestra una historia controvertida, a una velocidad que en segundos podría pensarse que se puede equiparar al tiempo real, aunque transcurran meses y hasta años en su narrativa, de una manera que podría llegar hasta a ser descarnada, nos introduce en un ciclo de lavado rápido y la vorágine de acontecimientos sucede a velocidad luz; donde el despecho impulsa a la creatividad, la creatividad a la ambición por el logro y la ambición por el logro… a la avaricia.
La selección del cast no pudo ser más definitiva y adecuada, Eisenberg se nos revela como un completo actor, capaz de pasar de hacer comedia de acción como en Zoombieland a desentrañar la compleja personalidad del padre de las relaciones virtuales a nivel de boom.
En otro frente, confrontándolo legalmente, se colocan los hermanos Winklevoss (Hammer). Lealtades, traiciones, despechos, excesos y fuerzas culturales definitorias se conjugan en esta cinta basada en el libro Billonarios por accidente de Ben Mezrich
La cinta, que trató de ser restringida en su exhibición en los Estados Unidos por el mismísimo creador del facebook, nos muestra una historia controvertida, a una velocidad que en segundos podría pensarse que se puede equiparar al tiempo real, aunque transcurran meses y hasta años en su narrativa, de una manera que podría llegar hasta a ser descarnada, nos introduce en un ciclo de lavado rápido y la vorágine de acontecimientos sucede a velocidad luz; donde el despecho impulsa a la creatividad, la creatividad a la ambición por el logro y la ambición por el logro… a la avaricia.
La selección del cast no pudo ser más definitiva y adecuada, Eisenberg se nos revela como un completo actor, capaz de pasar de hacer comedia de acción como en Zoombieland a desentrañar la compleja personalidad del padre de las relaciones virtuales a nivel de boom.
Lleno de recovecos, en los que la singular mente de este genio tecnológico no siempre tiene respuestas lineales y fáciles a los problemas, nos ilustra a la perfección como las mentes retorcidas también se dan en los grandes visionarios, Zuckerberg es al final del día un cerebro tortuoso al que no se le podría culpar al cien por ciento de haber transitado los caminos del rencor y la deslealtad, al menos de una forma completamente consciente, de lo que nos queda sin duda que se nos plantea un resultado lógico de las circunstancias.
Garfield esta bien como Severin; apoyador, y naive que aunque desconfía de las malas influencias que se han colocado en la vida de su amigo, no posee la fuerza, ni la convicción necesaria para prevalecer y Timberlake como el deliciosamente malévolo Parker nos da una muestra más de que sin duda es una de las figuras juveniles más solidas en la carrera artística, pues además de sus ya reconocidas dotes como cantante, compositor y productor musical agrega esta cada vez más sólida carrera de actor; siempre en roles controversiales y que hacen voltear los ojos directamente en su prometedora carrera.
Por su parte la afortunada mancuerna de David Fincher y Aaron Sorkin nos da la mirada joven y actual, intensamente contemporánea y la fuerza de un cuidado libreto, sólido, vertiginoso, que sabe mover a sus personajes por escenarios tecnológicos y hablarles a esos temas con la convicción de quién los conoce de raíz y además los vivió. La cinta no intenta ni siquiera por equivocación hacer que el personaje de Zuckerberg sea aceptado por el espectador, al menos no en una forma de compasión por el pobre nerd aislado que se volvió millonario, las sarcásticas respuestas de Zuckerberg y su arrogancia y desapego lo hacen caminar por una línea muy delgada entre la admiración a su genio y la aversión a sus sentimientos.
Garfield esta bien como Severin; apoyador, y naive que aunque desconfía de las malas influencias que se han colocado en la vida de su amigo, no posee la fuerza, ni la convicción necesaria para prevalecer y Timberlake como el deliciosamente malévolo Parker nos da una muestra más de que sin duda es una de las figuras juveniles más solidas en la carrera artística, pues además de sus ya reconocidas dotes como cantante, compositor y productor musical agrega esta cada vez más sólida carrera de actor; siempre en roles controversiales y que hacen voltear los ojos directamente en su prometedora carrera.
Por su parte la afortunada mancuerna de David Fincher y Aaron Sorkin nos da la mirada joven y actual, intensamente contemporánea y la fuerza de un cuidado libreto, sólido, vertiginoso, que sabe mover a sus personajes por escenarios tecnológicos y hablarles a esos temas con la convicción de quién los conoce de raíz y además los vivió. La cinta no intenta ni siquiera por equivocación hacer que el personaje de Zuckerberg sea aceptado por el espectador, al menos no en una forma de compasión por el pobre nerd aislado que se volvió millonario, las sarcásticas respuestas de Zuckerberg y su arrogancia y desapego lo hacen caminar por una línea muy delgada entre la admiración a su genio y la aversión a sus sentimientos.
El manejo de efectos especiales y la edición siguen la escuela a la que nos tiene acostumbrados Fincher si bien sin la prolijidad que mostraba en su última cinta (Benjamin Button) . El tinte entre biografía y relato de la actualidad reciente le da un sabor especial a la película y forma de inmediato un vínculo con el nicho de mercado natural de la cinta, el peso específico de su tema lo hace casi candente, pocos hay hoy en día (yo conozco a uno) que aún se niegan a entrar en esta red social… y cuanto más adeptos posee, los detractores mas reaccionarios se vuelven. Lo más portentoso de esto es que el mundo se unió virtualmente -y se desunió en la realidad-, por un hombre que, al menos como se lo presenta en la cinta, es un ser profundamente solitario.
Al final del día la presencia de este ojo avizor, de este casi insolente muro donde las vidas se exponen con arrogancia casi pornográfica y donde los lazos reales entre personas se desaparecen gestando solamente relaciones virtuales, ha extendido el poder y ha exponenciado la fragilidad de las relaciones humanas; seduciendo con su gama de juegos y aplicaciones a millones de seres de todas las edades, condiciones y clases sociales a lo largo y ancho del planeta. La vida en la tierra no va a ser nunca más igual, los sueños de la gente nunca van a ser los mismos que los de antaño, la existencia ahora se rige por lo virtual y conforme más avanzamos en la migración a relaciones virtuales, más nos convertimos en solo números, solo datos y mensajes superficiales.
Al final del día la presencia de este ojo avizor, de este casi insolente muro donde las vidas se exponen con arrogancia casi pornográfica y donde los lazos reales entre personas se desaparecen gestando solamente relaciones virtuales, ha extendido el poder y ha exponenciado la fragilidad de las relaciones humanas; seduciendo con su gama de juegos y aplicaciones a millones de seres de todas las edades, condiciones y clases sociales a lo largo y ancho del planeta. La vida en la tierra no va a ser nunca más igual, los sueños de la gente nunca van a ser los mismos que los de antaño, la existencia ahora se rige por lo virtual y conforme más avanzamos en la migración a relaciones virtuales, más nos convertimos en solo números, solo datos y mensajes superficiales.
Director: David Fincher
Reparto: Jesse Eisenberg, Andrew Garfield, Justin Timberlake, Armie Hammer, Max Minghella, Rooney Mara, John Getz, Rashida Jones
País: Estados Unidos
Año: 2010
Género: Drama
Duración: 2 hr. 1 min.
Clasificación: mayores de 18. uso de drogas y alcohol, contenido sexual
Fecha de estreno en México: 26 de Noviembre
Reparto: Jesse Eisenberg, Andrew Garfield, Justin Timberlake, Armie Hammer, Max Minghella, Rooney Mara, John Getz, Rashida Jones
País: Estados Unidos
Año: 2010
Género: Drama
Duración: 2 hr. 1 min.
Clasificación: mayores de 18. uso de drogas y alcohol, contenido sexual
Fecha de estreno en México: 26 de Noviembre
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