Esta Navidad, si piensas regalar a tus hijos o familiares un hermoso cachorrito, ya sea perro o gato, analízalo muy bien antes de hacerlo, teniendo en cuenta sobre todo la seguridad de que será una mascota deseada y amada. Recuerda que son animalitos que requieren muchos cuidados y atenciones como cualquier bebé. Que son traviesos, curiosos, exploradores, que van a morder zapatos o a arañar muebles, que necesitan espacio, dependiendo de la raza, si es perro. Que hay que estar al pendiente de que tu hijo no lo trate como si fuera un juguete de cuerda o de trapo, pues es un ser vivo que reacciona si le jalan la cola, las orejas, etc.
Es necesario durante su primer año de vida no dejarlo mucho tiempo solo, pues al hacerlo, el animal tiene el sentimiento de abandono y por eso muerde y destruye cosas. Que es fundamental jugar con él, sacarlo a pasear si es perro y siempre con correa para que no se pierda. También es importante ponerle una placa con su nombre y el teléfono de sus dueños.
Recuerda que no son peluches que se pueden desechar cuando ya no te gusten, que van a crecer y que no serán tan graciosos como de chiquitos. Un animal es una enorme responsabilidad y para toda la vida. Cuando pasen los años y lleguen a viejos no los abandones, al contrario, como a los ancianos hay que mimarlos y cuidarlos más.
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