martes, 5 de marzo de 2013

Las lágrimas, el escape ante la fracturación familiar.



El filme, dirigido por Pablo Delgado Sánchez forma parte de las funciones especiales en el FICG 28

En cuanto la pantalla se fue a negros y comenzó el primer crédito y la se llenó de aplausos por parte de quienes acababan de ver aquella sencilla e intimista historia. Ese recuerdo del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) permanecerá por siempre en la mente de Pablo Delgado, director de Las lágrimas.

“Creo que la sencillez permite que sea una película accesible con la cual la gente se puede compenetrar. Lo que me deja este trabajo es confianza al saber que puedo llegar al público, lograr que se sienta identificado. Ese es el gran premio que me puedo llevar”, dijo el joven realizador en entrevista con Imcine acerca de su ópera prima.

El egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) viajó a principios de año al 42 Festival Internacional de Cine de Rotterdam, en Holanda, donde Las lágrimas formó parte de la Selección Oficial. Ahí también recibió buenas críticas por parte de los espectadores que llenaron las salas en las que se presentó esta producción mexicana.

“Se trata de un festival serio porque lo que importa es el cine y el público. Se cuida cada uno de los aspectos de las películas que se seleccionan y no hay glamour ni estrellas”, explicó Delgado, quien en días pasados presentó en FICUNAM su filme, espacio al que definió como un encuentro fílmico muy joven y tiene justamente la misma vena que Rotterdam o Locarno donde se busca tener películas que difícilmente se pueden ver en otro lado.

Las lágrimas retrata la relación fracturada de una familia, una situación en la que el enojo y tristeza funcionan como detonantes para iniciar un viaje en el que Fernando (Fernando Álvarez Rebeil) y Gabriel (Gabriel Santoyo) intentan liberarse del asfixiante ambiente en casa propiciado por su madre (Claudette Maillé).

A Delgado siempre le ha gustado el tema de la relación familiar, historias intimistas que funcionan de manera universal. “A mí no me interesa la nacionalidad en el cine. Yo busco de algo que podría pasar en México, China, Canadá o Argentina”, puntualizó el realizador originario de Córdoba, Veracruz.

La historia, que cuenta con un guion sin diálogos, fue filmada en 16mm. Si bien el tiempo y el presupuesto fueron los problemas más grandes que encontró el cineasta, el rodaje resultó positivo e incluso sorpresivo a través de varios ejercicios de improvisación que realizó con los protagonistas. Todo esto sumado a que ya había confianza y entendimiento con su equipo de trabajo con el que ha colaborado desde hace seis años.

“Me gustan los momentos fuera de lo escrito que sorprenden y dan otra clase de emotividad. Trabajé a partir de una descripción detallada de emociones y cosas que les pasan a los personajes. Me gusta probar formas y métodos nuevos”, enfatizó.

En 2012, este filme obtuvo el premio de la sección Carte Blanche del Festival de Cine de Locarno. Este año, además de FICUNAM, se presentó en el Festival internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) dentro de la Competencia Oficial de Ficción; en Puebla a través de Novel, Foro Mexicano para el Cine Nuevo; y actualmente en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG 28) con una serie de funciones especiales, y se contempla su presencia en el Hong Kong International Film Festival.

Pablo Delgado, influido por cineastas como Gus Van Sant, Haneke y específicamente en el cine independiente de Estados Unidos, detalló que su próximo proyecto tendrá dos personajes principales y se repetirá una situación intimista que trata el tema de la familia aunque bajo otra perspectiva.

Para mayor información de funciones y sedes del FICG 28 consultar www.ficg.mx/28

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