lunes, 4 de marzo de 2013

MI VIDA ES FILMAR: FELIPE CAZALS.



El experimentado realizador mexicano Felipe Cazals presenta en el FICG28 su más reciente película Ciudadano Buelna

Si hay algo que impresiona, además de haber hecho películas fundamentales para explicar una buena parte del cine mexicano como Canoa, Las poquianchis o El apando, es la vitalidad y la pasión por el cine con la que vive Felipe Cazals, uno de los más experimentados realizadores en México, quien a sus 75 años presenta su más reciente filme Ciudadano Buelna.

“Mi vida es filmar”, lo dice sin reparo y agrega: “Yo filmaría todo el día todo. No necesariamente una película sino filmaría todo. Yo me filmo en la cabeza dos películas al día, antes eran cinco o seis cuando era más joven; no necesariamente perfectamente hiladas, no necesariamente con un final, pero sí estructuradas con cualquier pretexto voy inventando”, explica el realizador quien en 2007 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de las Bellas Artes.

Felipe Cazals tiene casi cincuenta años dedicados a compartir sus historias en el cine, “es mi profesión, de esto como, de esto vivo”, comenta, tras asegurar que filmar es un proceso muy complejo y en su caso nunca claudicó en ello.

“Levantar cualquier proyecto es muy rudo y severo. No necesariamente todo el mundo tiene la misma resistencia, hay que sacrificar otras cosas para continuar aquí en el cine”.

En el 2004, el realizador recibió el Mayahuel de Plata como un homenaje a su trayectoria en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, y ahora en la edición 28 del FICG presenta su más reciente trabajo Ciudadano Buelna que compite por el Premio Mezcal en esta justa cinematográfica, filme en que recupera la vida del general Rafael Buelna Tenorio, uno de los personajes olvidados en la memoria de la Revolución Mexicana.

Felipe Cazals se asume como un cineasta comprometido y con un punto de vista crítico con la historia, porque como él dice si no se reflexiona en ella se está condenado a repetir los mismos errores.

“Yo hice películas alimenticias, de las cuáles no me arrepiento. Mi profesión es mi profesión y he tratado de hacer lo mejor posible mi trabajo, por eso tener un punto crítico sobre lo que se hace y lo que se vive se vuelve un ejercicio indispensable”, precisa Cazals, quien en 2006 recibió la Medalla Salvador Toscano.

Justo sus últimas tres películas, Las vueltas del Citrillo, Chicogrande y Ciudadano Buelna parecen completar un tríptico cinematográfico sobre el proceso revolucionario, al respecto el realizador comenta “me siento muy comprometido con esa parte de la historia de hace 100 años, porque es un tema vigente, por eso decidí hacer Ciudadano Buelna, por ser u n tema oportuno”.

Para el cineasta el proceso histórico es vital entenderlo y asimilarlo. “No aceptar la verdad oficial nunca por principio. Indagar, buscar, averiguar. Yo creo que el cine está mucho más cerca del periodismo que de la literatura, mucho más cerca del periodismo que de la poesía. 

El cine busca referentes de contexto que puedan ser sujetos a discusión, que puedan ser sujetos a análisis”.

Porque el cine en sí mismo es un documento fílmico y un documento histórico, manifiesta, tras considerar que lo que lo ha mantenido vigente en el cine es la disciplina “y sobre todo mi admiración sin límite por el cine que me precedió y por el cine que sigo viendo como espectador. Yo no veo cine como director, lo veo como espectador”, puntualiza.

Para mayor información sobre funciones, sedes y actividades del FICG28 consultar www.ficg.mx/28

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