La prostitución es mostrada en tres “zonas de tolerancia” de tres países, totalmente diferentes entre sí,
en los que convergen identidades culturales y religiosas a la vez. El primero,
El acuario, es una fría sala en Bangkok,
Tailandia, dividida en dos por un cristal que separa a las jóvenes prostitutas
de sus potenciales clientes; el segundo, la Ciudad de la alegría, es un lóbrego
laberinto de callejuelas, en la ciudad de Faridpur, en Bangladesh; mientras que
el tercero, La zona, es un conjunto de casuchas en la ciudad fronteriza de
Reynosa, en México, por cuyas calles enfangadas circulan los hombres del lugar
en busca de sexo.
Tras su paso por el 33° Foro Internacional de la Cineteca
Nacional, vuelve a las pantallas del recinto este 25 de octubre La gloria de las prostitutas (Whores’ Glory, Alemania-Austria, 2011), documental
del cineasta austriaco Michael Glawogger, ganador del Premio Especial del Jurado durante
la Muestra Internacional del Arte Cinematográfico en Venecia, Italia, en 2011,
y del Premio a Mejor Fotografía durante el Festival Internacional de Cine de
Viena, Austria, en 2012.
Glawogger estudió un año en el Instituto de Arte de San
Francisco y más tarde en la Academia de Cine de Viena. Su obra se ha enfocado
principalmente en el documental de carácter social, retomando el ámbito laboral y la forma en que
sobreviven las personas. Con La gloria de las
prostitutas, el documentalista de 53 años cierra su Trilogía
sobre el Trabajo conformada por Megaciudades (Megacities,
Austria-Suiza, 1998) y La muerte del trabajador
(Workingman´s Death, Australia-Alemania, 2005). Por estos tres filmes, el
cineasta ha recibido reconocimientos en los festivales de cine de San
Francisco, Vancouver, Gijón y Sao Paulo, entre otros.
Con respecto a su documental el cineasta Michael
Glawogger aclaró: “…mi cine no tiene un objetivo político y por lo tanto el
tema no es lo más importante. Si no tengo un lugar con el que pueda contar una
historia no hago la película… ¿A quién le importa mi opinión? Si crees que es
posible cambiar al mundo con una película, estás equivocado por completo…”
La gloria de las prostitutas se
interna de lleno en un tema, que sigue siendo tabú para muchas personas, mediante
los reveladores testimonios de las protagonistas. La cinta invita al espectador
a un viaje, tan fascinante como impactante, duro y amargo, para conocer las
vidas e intimidades de varias trabajadoras sexuales, quienes comentan las circunstancias que las llevaron a ejercer
la prostitución, las formas de contratación y sus rutinas con los clientes,
dejando ver que es un gran negocio,
menos para ellas, que viven con lo mínimo.
De las niñas de porcelana tailandesas, cuyos nombres son
sustituidos por un número y elegidas por los clientes a través de un cristal
como apetecibles objetos a la venta, se muestra luego una especie de “barrio-burdel”
en Bangladesh, donde abunda la miseria y las condiciones insalubres. Ahí, las mujeres mayores compran a las niñas y
jovencitas para entrenarlas en el oficio. Pero es quizás el episodio más
sórdido, el de Ciudad Reynosa en Tamaulipas, México, donde mujeres de todas
edades y físicos, ofrecen sus servicios en cuartuchos que conforman un gran caserío entre sus calles
lodosas.
Se trata de un magnífico filme que deja al desnudo al machismo y aborda el tema de la prostitución en
frío, sin tapujos y con una elocuencia
sobrecogedora, donde el brillo de las lentejuelas es sustituido por la
desesperanza y la marginación. Un documental muy recomendable.
La gloria de las prostitutas se
exhibe a partir del 25 de octubre en Cineteca Nacional, Cinemas Lumiere
Reforma, Cine Teresa y Cinemanía Loreto.
Dirección y guión: Michael Glawogger.
País: Alemania-Austria.
Año: 2011.
Duración: 110 minutos.
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