Por: Fabián Quezada León.
Un magnifico guión que bajo la dirección de Jason Reitman logra bordarse y dar la cara agridulce de la vida ejecutiva y laboral y el complicado y siempre desafiante mundo de las relaciones humanas actuales.
Ryan Bingham (Clooney) es un carismático, pulcro y megaeficiente ejecutivo cuya gloria se debe a la dudosamente honrosa tarea de “despedir gente”. Conjuntamente a eso, Ryan es un sofisticado viajero que obtiene, gracias a sus millones de millas acumuladas, el trato preferencial que gozan los elitistas miembros de “bussiness class” (clase ejecutiva) una especie de paraíso con beneficios hoteleros, restauranteros y de renta de autos.
Ryan es feliz volando, es su casa, su hogar, su mundo. Su meta secreta es lograr los diez millones de millas, no tanto por tener un “spot” (sitio) turístico al cual dirigirse, sino porque significan enclavarlo en un mundo que hasta que él lo logre, sólo ha sido alcanzado por seis personas.
Ryan es el mejor en su negocio y él lo sabe, ejecuta los despidos con quirúrgica precisión y se convierte en un “consejero” en ese delicado paso de dejar a una persona sin trabajo. Clooney, seduce y se transforma en el confiable y pulcro ejecutivo que dispara balas de “su puesto ya no es necesario en esta compañía” con absoluto candor. Inclusive proporciona a los despedidos un atractivo brouchure (folleto) donde les muestran de manera detallada los pasos que le esperan en esta “nueva y maravillosa puerta de oportunidades que estamos implementando para usted” ¡Sea Agradecido!
La efectividad del trabajo de Clooney en esta cinta es arrolladora, se comprende fácilmente por que es una estrella de la pantalla.
La gracia venenosamente sarcástica del director y del guión es un bocado delicioso para mostrar la agria situación del mundo en la crisis, la gente en la sala se ríe… Quizás por el nervio de haberse visto en una situación de despido ¿recientemente?...
Hasta ahí todo va maravilloso, pero lo mejor está por venir. Ryan encuentra a su igual, una brillante ejecutiva que es la versión de él mismo “sólo que con vagina”. El magnetismo entre Clooney y Farmiga es innegable, desde que comienzan a blofear con la muestra de todas sus tarjetas de recompensas de millas y de hospedaje, de descuentos en rentas de autos y de mejoras en restaurants. Diestramente cada uno responde como en un perfecto match las líneas del otro, Ryan y Alex están hechos para complementarse en un perfecto engranaje. Aunque, y aquí esta lo importante, en una relación “sin compromisos” (otro elemento del “Valhalla” amoroso del soltero moderno) No importa que sus agendas estén llenas, gracias a Dios existe la laptop y se pueden compaginar siguientes encuentros sexuales. ¡Un verdadero tributo a las relaciones “interpersonales” de los 2000’s!
Pero Amor sin Escalas reserva muchas sorpresas más.
El Jefe de Ryan, Craig (Bateman) ha descubierto a una brillante universitaria, decididamente ambiciosa por comerse al mundo a pedazos: Natalie, egresada con honores, ha propuesto revolucionar el mercado del despido laboral implementando un mecanismo decididamente innovador: realizar el despido via “web conference” (conferencia virtual). Esto significará que Ryan no podrá seguir acumulando millas, y que a partir de ahí, su vida deberá de dar un giro radical.
Obviamente Ryan no se va a quedar cruzado de brazos y protesta. Craig, decide que otorgará a Ryan el dudoso honor de “enseñar” a Natalie el verdadero rostro del despido “cara a cara” y Ryan/Natalie comienzan a recorrer el país.
En este trayecto, la película mueve sus ejes para ampliarse tremendamente dándole un giro al término “road movie” pero de altura.
La relación entre Ryan y la fría Natalie va evolucionando y transformándose, al mismo tiempo que ella va adquiriendo las habilidades que semejante maestro le ofrece, pero al mismo tiempo emergen las contradicciones de visión del mundo entre ambos, lo que proporciona una veta de humor a veces ácido, a veces cruel, pero siempre muy divertido.
Dentro de la trama podemos encontrar además revelaciones de personas comunes al momento de ser despedidas y como afrontan ese trance.
Amor sin Escalas conjunta un excelente guión con un desinhibido director, y un elenco exquisito que seduce con una gracia natural, casi malvadamente sarcástica, que refleja tantas situaciones de la vida contemporánea, que sencillamente se convierte en un clásico.
Dirección: Jason Reitman.
Reparto: George Clooney, Vera Farmiga, Anna Kendrick, Jason Bateman.
País: USA.
Año: 2009.
Género: Comedia romántica.
Duración: 1 09 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 (breves desnudos, situaciones adultas).
Estreno en México: 22 de Enero de 2010.
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