Por Julia Elena Melche.
Las palabras para describir el nuevo trabajo de la talentosa cineasta norteamericana Kathryn Bigelow son: Intensamente salvaje! Sin duda, es una obra maestra que se convertirá en un clásico por su inmejorable factura y el contenido de su historia, sin contar por sus magníficas actuaciones, no en balde ha sido considerada por la critica internacional como una “película perfecta” y “la mejor del 2009”.
El filme sigue día a día a un comando estadunidense, especializado en desactivar explosivos durante la guerra de Irak en el 2004. La acción se sitúa en Bagdad, donde el temerario e impredecible sargento Will James (Jeremy Renner, espléndido) arriesga su vida, casi de manera suicida, desarmando bombas, como si fuera un reto personal. Es el mejor de todos, ha desactivado 873 bombas. Para él “la guerra es un droga” y “la adrenalina por la batalla es su adicción más fuerte y letal”, como indica el planteamiento inicial de la película.
Lo que consigue la realizadora es un suspenso brutal, in crescendo, capturado por una cámara en mano nerviosa, como el mismo tono de la historia. En muchos momentos el espectador tendrá la sensación de estar ante un documental sobre las vivencias de los soldados en Irak, sensación que provoca un incremento en su inusitado realismo y crudeza.
Los hombres viven en la zozobra diaria, donde cualquier habitante puede ser un enemigo y cualquier objeto en la calle puede ser un explosivo. Bigelow coloca la lente con precisión milimétrica para atrapar el miedo del sargento de color J.T. Sanborn (Anthony Mackie). El dramatismo alcanza niveles como el mejor cine épico que se conduce a la tragedia inevitable, pero sin asomos sensibleros. La directora se aleja de discursos políticos para centrarse en el drama y sentir de los soldados, tipos demasiado preocupados por sobrevivir y que se preguntan ¿qué estamos haciendo aquí?
De principio a fin las escenas son impactantes; como donde el intrépido James trata de desarmar casi una decena de explosivos en el cuerpo de un hombre, o el amenazante coche-bomba en medio de una polvorienta calle.
Se trata sin duda del regreso triunfal de la directora de Días extraños y K19 a la pantalla grande, muy por encima de las infladas obras que pretenden impresionar, como Avatar, de su ex pareja James Cameron.
Con 9 nominaciones al Oscar, entre ellas, Mejor Director, Mejor Guión Original y Mejor Actor (Jeremy Renner), Zona de miedo, es más que la aproximación a un conflicto bélico, es la adrenalina pura.
El filme sigue día a día a un comando estadunidense, especializado en desactivar explosivos durante la guerra de Irak en el 2004. La acción se sitúa en Bagdad, donde el temerario e impredecible sargento Will James (Jeremy Renner, espléndido) arriesga su vida, casi de manera suicida, desarmando bombas, como si fuera un reto personal. Es el mejor de todos, ha desactivado 873 bombas. Para él “la guerra es un droga” y “la adrenalina por la batalla es su adicción más fuerte y letal”, como indica el planteamiento inicial de la película.
Lo que consigue la realizadora es un suspenso brutal, in crescendo, capturado por una cámara en mano nerviosa, como el mismo tono de la historia. En muchos momentos el espectador tendrá la sensación de estar ante un documental sobre las vivencias de los soldados en Irak, sensación que provoca un incremento en su inusitado realismo y crudeza.
Los hombres viven en la zozobra diaria, donde cualquier habitante puede ser un enemigo y cualquier objeto en la calle puede ser un explosivo. Bigelow coloca la lente con precisión milimétrica para atrapar el miedo del sargento de color J.T. Sanborn (Anthony Mackie). El dramatismo alcanza niveles como el mejor cine épico que se conduce a la tragedia inevitable, pero sin asomos sensibleros. La directora se aleja de discursos políticos para centrarse en el drama y sentir de los soldados, tipos demasiado preocupados por sobrevivir y que se preguntan ¿qué estamos haciendo aquí?
De principio a fin las escenas son impactantes; como donde el intrépido James trata de desarmar casi una decena de explosivos en el cuerpo de un hombre, o el amenazante coche-bomba en medio de una polvorienta calle.
Se trata sin duda del regreso triunfal de la directora de Días extraños y K19 a la pantalla grande, muy por encima de las infladas obras que pretenden impresionar, como Avatar, de su ex pareja James Cameron.
Con 9 nominaciones al Oscar, entre ellas, Mejor Director, Mejor Guión Original y Mejor Actor (Jeremy Renner), Zona de miedo, es más que la aproximación a un conflicto bélico, es la adrenalina pura.
Dirección: Kathryn Bigelow.
Reparto: Jeremy Renner, Anthony Mackie, Brian Geraghty y Ralph Fiennes.
País: Estados Unidos.
Año: 2009.
Género: Drama bélico.
Duración: 131 minutos.
Clasificación: Adultos únicamente.
Fecha de estreno en México: 12 de febrero de 2010.
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