Por: Dulce María Casasola Mendoza
Regresa el grupo de mercenarios más salvajes de la pantalla grande,
liderados por Barney Ross (Sylvester Stallone) y ésta vez más sanguinarios y
con sed de venganza.
En ésta secuela de su antecesora estrenada en el 2010 (y que por cierto
no tuvo tan buena aceptación en taquilla), el señor Iglesia (Bruce Willis),
recluta al grupo para encargarse de un trabajo, en apariencia sencillo, que les
redimirá de los sucesos que en el pasado ocurrieron en Vilena. Sin embargo las
cosas no suceden como lo tenían planeado y Tool (Mickey Rourke, 'El luchador'),
uno de los miembros del grupo es brutalmente asesinado, lo que impulsa a sus
compañeros a cobrar venganza, pero no serán los únicos que querrán vengar su
muerte. Fiona, la hija de Tool, también tendrá este objetivo, pero será raptada
por un despiadado dictador que lucha por combatir un movimiento de insurrectos
que ha surgido dentro de sus dominios y que quieren derrocarle; para
conseguirlo deberán detener a un mercenario (Jean-Claude Van Damme), que ha conseguido
cinco toneladas de plutonio para venderlas al mejor postor.
Con ésta premisa, el público sabe a lo que se enfrenta: una película cuyo
argumento no pretende ganar ningún premio a mejor película, ni cómo intentar
destruir al malo que pretende acabar con el planeta, es más lo que menos
importa es la historia, ni la manera en que están estructurados los diálogos; el
atractivo de la película es en realidad, ver reunidos a quienes fueran los
héroes de acción de las películas de las décadas de los 80 y 90’s, es decir del
siglo pasado y verlos ahora cuando la mayoría roza o pasa los 60 años, es todo
un agasajo, sobre todo para quienes
disfrutaban de sus filmes, donde no había enemigo capaz de vencerlos y en las
peleas ni siquiera se despeinaban.
Para esta ocasión, Stallone dejó la dirección en manos de Simon West
(Con Air, 1997;Lara Croft: Tomb Raider
,2001), un realizador acostumbrado a las cintas de acción y esta no es la
excepción. Si algo se verá en dosis elevadas son explosiones, peleas, sangre,
balazos y mucha acción; claro sin faltar grandes musculaturas de bíceps y
tríceps, para demostrar a los más escépticos, que la edad no es impedimento
para estar en buena forma y condición física (el botox también es importante).
El humor también juega un papel importante y la autoparodia que todos
hacen de sí mismos respecto a sus trabajos anteriores o las leyendas que giran
a su alrededor, son de lo mejor de la película, sobre todo las escenas y frases
de Chuck Norris.
En cuanto a las interpretaciones no hay sorpresas, son las de siempre,
los mismos malos actores (sobre todo Schwarzenegger),
con caras de tipos rudos, con un Stallone que sigue sin que su dicción sea
clara, pero de cualquier manera, en algún momento de la cinta cada uno de los
protagonistas tienen su momento para lucirse y dónde los fans de éste tipo de
cintas, sobre todo los que hoy rebasan los cuarenta años, recordarán a aquellos
héroes de las más sonadas películas de acción de los años 80, brillando en sus
escenas de violencia y aportando momentos que divertirán al público.
Dirección: Simon West.
Reparto:
Sylvester Stallone, Jason Statham, Jet Li, Dolph Lundgren, Chuck Norris, Terry Crews, Jean-Claude Van Damme, Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger
País: Estados Unidos
Año: 2012 Género: Acción
Fecha de estreno en México: 17 de agosto de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario