domingo, 29 de noviembre de 2015

REPUGNANTE (FILTH)





Por Fabián Quezada León

Basada en el libro de Irvine Welsh (Trainspotting, Acid House, Las pesadillas del Marabú) estelarizada por James McAvoy y dirigida y adaptada por Jon S. Baird esta ácida e irreverente comedia  se centra en la vida de Sargento Bruce Robertson, un ser violento, corrupto, misántropo, racista y homofóbico, amante de la pornografía, el alcohol, la comida rápida grasosa y la cocaína… Especialista en atacar abajo del agua a sus compañeros, más cuando se trata de ganar una promoción de puesto,  Bruce no duda ni medio segundo en usar los trucos más sucios en su beneficio. Al ser comisionado para investigar un crimen, la competencia en el departamento de policía se hace feroz, más aún cuando Bruce sabe que su esposa espera ansiosa ese asenso laboral. Lo que el sargento Robertson no sabe, ni imagina, es cómo se van a ir complicando las cosas.

Irvine Welsh se ha dedicado por medio de sus historias a desnudar y exhibir esa parte sórdida y terriblemente punzante, hasta vergonzosa, de la sociedad Inglesa/escocesa con una mala leche profundamente divertida. Quienes hayan seguido su carrera literaria podrán dar buena cuenta de eso.

Sus personajes son esa bandada de seres marginales, hundidos en la depresión postmoderna, cansados de sexo pero siempre hambrientos de él, atiborrados de drogas, pero sin sentimiento de límite, ni culpa,  entusiastas de la violencia y sin mucho futuro. 

El título original “Filth” también es el término peyorativo que se les da a los policías en Escocia y en este caso, McAvoy hace los honores al representar a este sargento de una manera extraordinaria.

McAvoy que pareciera demasiado simpático y buena persona para el rol, se transforma y deja salir su lado “B” (que lo tiene, como recientemente constó en sus divertidísimas respuestas durante su visita a México) este lado “B” lo más loable es que, no importa que tan desagradable pueda ser, en el fondo logra comunicar contundentemente todas las miserias que esconde el personaje debajo de la piel. 
Esto es el verdadero trabajo de un actor, dar una imagen completa y compleja de su personaje y aquí McAvoy lo hace con creces. Aún en sus peores momentos, aunque Bruce  sea esa escoria repugnante, hay algo que nos habla de un drama mucho más allá y eso desconcierta.   
El intenso sabor del humor negro que emana de la obra de Welsh se establece perfectamente, sabemos desde el título que nos espera un camino inundado de coca, depravación y franca suciedad (en mucho más de un sentido de la palabra) lo seductor es que el camino es pervertidamente cómico, los diálogos son de una intensidad morbosa y la exaltación de los antivalores enciende una chispa oscura en los espectadores que no pueden quitar los ojos de este sociópata violento.
Desde que el libro original viera la luz en 1998, evidentemente han transcurrido muchas cosas, difícilmente podría decirse hoy por hoy que el mundo de la corrupción policiaca no se haya tratado muchas veces, pero sin embargo Filth sigue latiendo fuerte, poderosamente sarcástica y actual; tal vez porque es salvajemente irreverente.  
La narrativa de Welsh es por demás cinematográfica y cada paso del libro Baird lo dibuja muy bien aunque le baja al tono un poquito; jugando con la interacción del protagonista al convertirlo en juez y parte por ser narrador de su propia historia, lo cual hace que el espectador también inhale los problemas de Robertson hasta darse “un pasón”, viendo personas con cabezas de animales, yaciendo en el diván de un psiquiatra (por mucho más pervertido que su paciente), o sufriendo las intromisiones de una esposa de mente retorcida que se sabe demasiado parecida a su marido… porque al final, son como uno mismo…
En este alucine psicotrópico, Bruce y la audiencia  se integran de tal manera que el efecto de la droga toca ambos lados de la pantalla.
Al transcurrir la historia Bruce se va mostrando más complejo cuanto más se hunde en sus problemas mentales y trata desmedidamente de ganarse el asenso. Como toda buena “mala influencia” Bruce es demasiado perverso, sucio y seductor como para poder librarse a tiempo de él.
El reparto cuenta con grandes figuras icónicas de este cine Escocés como la inesperada reunión tras de 13 años de Jaimie Bell (otro de los compañeros de Bruce, que es adicto voraz de la cocaína) con quien hiciera de su padre en Billy Elliot: Gary Lewis, Shirley Henderson, una aparentemente inofensiva ama de casa que es realmente una entusiasta “sado maso” a la que le gusta fornicar con  Bruce quien fuera también parte del reparto de Trainsppoting
En cuanto al soundtrack, la selección es menos impactante que aquel “Born Slippy” del que aún retumban sus “Drive boy dog boy dirty numb angel boy in the doorway boy she was a-lipstick boy she was a-beautiful boy and tears boy”  cantada por  Underworld en ese 1995… pero alcanza dos momentos cumbre con la introducción de "99 Red Balloons" y el cameo de David Soul con su “Silver Lady” en medio de una secuencia de alucine en un auto.
"Repugnante" aún con el twist más suave dado por Baird y los soportes para entender y acercarnos a Bruce, no deja de ser una pervertidamente atractiva, sarcástica, negra y  un tanto repulsiva compañía, de esas que nos previnieron toda la vida pero que no podemos dejar de mirar.

 

Director: Jon S. Baird

Reparto: James McAvoy, Jamie Bell, Imogen Poots, Jim Broadbent, Joanne Froggatt, Shirley Henderson, Eddie Marsan, John Sessions
País: Reino Unido
Año: 2014
Género: Drama, Comedia,
Duración: 1 hr. 37 min.
Clasificación: Mayores de 18: temática, uso de drogas, escenas sexuales, violencia
Fecha de estreno en México: 27 de Noviembre

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