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Han pasado 10 años tras la primera invasión que sufrió la
humanidad, pero la lucha aún no ha terminado. El planeta vuelve a ser asediado
por los Kaiju, una raza de alienígenas colosales, que emergen desde un portal
interdimensional con el objetivo de destruir a la raza humana. Ante esta nueva
amenaza, los Jaegers, robots gigantes de guerra pilotados por dos personas para
sobrellevar la inmensa carga neuronal que conlleva manipularlos, ya no están a
la altura de lo que se les viene encima. Pero, siempre podrán hacer algo para
vencer el día y patear traseros alienígenas… y humanos.
Existe un hecho importante para acercarse a esta secuela del
film de 2013: no es una cinta que pretenda absolutamente nada más que ser un
divertido episodio de lucha entre el bien y el mal a la manera más retro que se pueda imaginar, cuando
Tokio era en todas las series de TV el escenario ideal para que Ultra Man y
Ultra Seven guerrearan contra infinita variedad de monstruos enfundados en látex
y destruyendo miles y miles de maquetas de edificios mientras llamas y
explosiones rodeaban la pelea. Eso mismo solo que con más presupuesto y muchísimos
más efectos sucede acá. Eso es todo.
No se debe tratar ni por un momento de encontrar una solidez
en el guión, que tarda bastante tiempo en arrancar, ni en el desarrollo de los
personajes ni mucho menos en los diálogos ni en la resolución de conflictos ni
arcos dramáticos. No. Simplemente es esperar ansiosamente el último cuarto de
la película para ver como los malvados Kaiju se enfrentan a los Jaegers mientras
Tokio sirve de arena una vez más.
Comenzamos cuando Jake Pentecost (Boyega) el hijo renuente y
desordenado de Stacker Pentecost (Idris Elba), un bravo militar que sacrificó su vida por salvar a la
humanidad, nos deja claro que bueno, el héroe era su padre pero él no es su
padre, así que… para mantener su fiestero estilo de vida se dedica a realizar
algunas “labores sucias”(digamos que trafica con partes robadas de robots) para
personas de dudosa reputación.
En la realización de una de esas tareas conoce a Amara (Spaeny) y al
salir mal la “operación” ambos terminan presos y siendo mandados como castigo a
una especie de campo de entrenamiento para cadetes que manejarán Jaegers el
famoso “Pan Pacific Defense Corp”.
Ahí Jake se encontrará con su ex compañero y amigo Nate
Lambert (Eastwood) y entre una cosa y la otra la tierra vuelve a ser amenazada
al romperse las brechas que mantienen a los Kaiju a raya. Entonces obvio
comienzan los golpes/batallas y la diversión de serie sesentera japonesa.
Steven
S. DeKnight toma la secuela y se enfoca en llegar al final para darnos lo que
fue lo que nos llevó al cine en primera instancia, sabe que no hay un grandioso
guión ni personajes memorables, ni líneas que se vayan a quedar entre las
frases famosas de la historia del cine, pero sabe que tiene un parque de
diversiones con todas las atracciones abiertas para subirse, así que las
aprovecha: efectos especiales, algunas bromas de amigos, muchos golpes, peleas
y destrucción de ciudades mientras monstruos intergalácticos rugen, gruñen y
lanzan rayos… qué más puede uno pedir para sentirse retro?
Además
por si hubo alguien que se quedara con dudas de la primera parte, regresan
algunos personajes como por ejemplo el conspicuo Dr. Newt Geiszler que tiene
guardada una divertida e increíble sorpresilla bajo la manga. Mako Mori ( Kikuchi), que de ser piloto ahora es un lider mundial y el
científico poco apreciado Hermann Gottlieb ( Gorman)
Fuera
de eso, todo lo demás de los personajes es simple y sencillamente su “aquí y
ahora”. Si hay que pelear, a nadie le importa demasiado la creación del personaje (aunque se trate de dar la idea de “profundidad”
al montar secuencias de recuerdos a la hora de hacer conexión neuronal para
manejar los robots; todas esas escenas son prescindibles en absoluto.)
La
aportación de esta parte es la presencia de Cailee Spaeny una fiera niña de
doce años, que roba partes de robots para construir el suyo propio y que puede
ser más ruda que el más rudo recluta. Recuerda a la Chlöe Grace Moretz de hace
unos años.
Al
final del día, esta secuela de la saga original dirigida por Del Toro, (aunque
su ausencia es enorme en esta parte y se nota) y aunque es menos divertida que
su antecesora, logra rescatar algo porque no pierde el sentido de enfocarse
fuertemente en la diversión y la aventura por mas bizarra y absurda que sea su
resolución a los problemas.
Palomera
sí, pero tampoco esperábamos ver a
Tarkovsky.
Sigue una premisa básica hasta las últimas consecuencias: es una
aventura de Monstruos interespaciales contra Robots sosteniendo batallas épicas
mientras no dejan edificio sano en la ciudad y todo a su alrededor se colapsa
entre coletazos, explosiones y rayos. Lo mejor de todo es situar una escena
decisiva en el legendario monte Fuji; el
set añorado de tantas y tantas tramas de monstruos made in Japan que le da ese destello de nostalgia.
Lo
interesante es que puede hacer que padres e hijos decidan buscar viejos capítulos
de Ultraman en la red y se pongan a verlos y a disfrutar como en los viejos
tiempos.
Director/guión: Steven S. DeKnight
Reparto
• John
Boyega como Jake Pentecost
• Scott
Eastwood como Nate Lambert
• Rinko Kikuchi como Mako
Mori
• Charlie
Day como Dr. Newton Geiszler
• Burn
Gorman como Dr. Hermann Gottlieb
• Max Martini como Herc
Hansen
• Karan Brar como Suresh
• Jing Tian como Liwen
Shao
• Cailee Spaeny como Amara
• Levi
Meaden como Ilya
País: Estados Unidos
Año: 2018
Género: Ciencia Ficción, Acción, Aventura,
Duración: 111 min
Clasificación: Mayores de 13 Violencia fantástica
Guión: Steven S. DeKnight, Emily Carmichael, Kira Snyder, T.S. Nowlin
(basado en los personajes creados por Travis Beacham y Guillermo de Toro)
Cinematografía: Dan Mindel
Fecha de estreno en México: 23 de Marzo 2108
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