sábado, 18 de mayo de 2019

LA RAZÓN DE ESTAR CONTIGO: UN NUEVO VIAJE (A DOG'S JOURNEY)





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Por: Fabián Quezada León


 


La razón de estar contigo; un nuevo viaje, sigue la línea de su predecesora en la que básicamente un perro debe reencarnar varias veces para seguir al lado de la familia que lo ha cuidado, y a la que él ha cuidado, integrándose a las vidas de tres generaciones de sus dueños.

Nos volvemos a encontrar con Bailey (voz original en inglés  de Josh Gad) el magnífico espíritu perruno que es el hilo conductor ya que aunque cambie de razo sexo y tamaño en cada una de sus reencarnaciones sigue siendo el mismo. De esa manera el y sus diversas presentaciones van a seguir la vida de Ethan (Dennis Quaid) su esposa Hannah (Marg Helgenberger) y su nieta, Clarity, también conocida como CJ  (primero Emma Volk),luego (Abby Ryder Fortson),  a los 11 años y finalmente Kathryn Prescott.



Si la primera parte fue dedicada a un personaje masculino, esta segunda se centra en el destino de CJ y el seguimiento a la petición que hace Ethan a Bailey cuando se despiden. (la escena más lacrimógena en una película de mascotas en años)

Así que Bailey sigue a CJ: primero como Molly, luego como Big Dog y finalmente como Max para cumplir al pie de la letra con la razón de su paso por el planeta.



Cuando chocan de frente todas las teorías de la vieja “nueva era”

Después de que en su primera parte la polémica alcanzara las redes al acusar a la cinta de haber torturado a los perros actores que la realizaron, además de ser una feliz mezcolanza  de ideas religiosas, y derecho animalísticas, con melodrama in extremis llega esta segunda parte donde los adorables cachorros vuelven a robarnos el corazón.


Es probable que para algunos sea simplemente una adecuada manera de presionar los botones para generar sentimentalismo, pero al final de cuentas todos los que hayan tenido una mascota van a verse arrastrados por el sentimiento y a lo mejor es ceder a la manipulación, pero unas lagrimitas no vienen mal de vez en cuando.



Amor al primer ladrido

Los fans de la primera parte van a estar muy satisfechos y cómodos de volver a ver a Dennis Quaid y seguir la trama de este eterno amor entre el perro y su dueño. Y además encontrarán alivio al identificar que de una manera u otra la relación de un perro y su humano dura más allá de la muerte. (Ese es un puntito en la película, su gusto por la muerte)  aunque si bien es cierto que en esta nueva aventura hay algunos cambios de enfoque y movimientos de la trama para dar resoluciones rápidas a algunos problemas (como el acoso, el abandono infantil y las enfermedades terminales) se da un aire menos dramático a la historia y se introducen bocadillos a cargo de Bailey para romper la tensión con pinceladas de comedia ejecutadas por los perros.



Una misión que cumplir

W. Bruce Cameron realiza el guion con otros tres colaboradores Cathryn Michon, Maya Forbes y Wally Wolodarsky y no se separa demasiado de su historia primigenia haciendo un relato circular (tanto como las vidas reencarnadas del perro protagonista) Comienza en la Idílica granja que Ethan heredara y en donde vive con su esposa, su nuera Gloria (Betty Gilpin) y su nieta (nos enteramos que el esposo de Gloria, hijo de Ethan murió) desgraciadamente Gloria no es una buena madre, quiere más al Chardonay que a CJ, y acaba por desbaratar la relación  entre los amorosos abuelos y su nieta. 
Obviamente al marcharse de la granja comienza la ruta de lo que va a ser la vida de CJ y el por qué Ethan pide a Bailey que la cuide. Lo que impulsa al resto de la trama. Regresamos con CJ a sus 11 años cuando la reencarnación de Bailey la encuentra y se convierte en su mejor amiga. Ahí también se introduce el personaje del mejor amigo en la friend zone de CJ: Trent (Ian Chen, de niño y  Henry Lau el ídolo del K Pop de joven)  



Pero el tiempo pasa y CJ crece, Bailey ahora en el cuerpo de otros perros, deberá seguir tratando de cumplir su promesa, no solo de cuidar a CJ sino de reunir a la familia. En esta película  la atención recae totalmente en CJ (Kathryn Prescott) quien trata de sacar su vida a flote, labor que va  a ir completando con la ayuda de Bailey ahora encarnado en Max. Para finalmente, habiendo transcurrido los obstáculos, regresar al seno familiar donde los destinos se enlazan y se cierra la historia.



Nada nuevo bajo el sol

Aunque argumentalmente es en definitiva poco innovadora y se le puede tildar de: Traer temas colaterales al escenario solamente para tener cómo seguir el relato, los cuales luego no se usarán más.

De que los pensamientos perrunos nunca pasan de ser ocurrencias triviales y los comportamientos para que los humanos puedan identificar al espíritu de Bailey en los perros nuevos tan inexplicables que no vale la pena tratar de justificarlos, sigue siendo una cinta cargada de buenas intenciones semejantes la simple alegría de un cachorro que se divierte mordiéndose la cola.



Pero no todos los perros son estrellas como Bailey

No cabe duda de que los perros provocan un sentimiento empático en el auditorio el cual ojalá sirviera para concientizar a la población acerca del gravísimo problema de los perros abandonados y abusados en el mundo. Es verdad que todos salen de la película con el deseo de tener un perrito en sus vidas, pero muy pocos son conscientes de lo que implica ser un buen poseedor de un perro. Eso le falta decir a la película, falta hacer al público responsable de esas vidas, reencarnen o no.



Perros reales contra CGI

El otro punto agradable es ver la mayoría de las escenas perros de verdad y no animales 100% CGI y la interacción que tienen con los actores. El epíteto de la cinta es la preservación de los valores más tradicionales Estadounidenses vida campirana vs vida de ciudad, familia unida gente solitaria en las grandes urbes. Mancuso provee a la cinta de un sabor agridulce que cumplen con el cometido de involucrar sentimentalmente sin importar la solidez de la trama lo que sin duda dejará dividendos en taquilla (y esperemos muchos perritos de albergues que sean adoptados con promesa de cuidado, desparasitazación  y esterilización (ojo, no comprados)



Conclusión

Sabemos que todos los perros van al cielo y en esta cinta nos lo confirman y el cielo es un enorme campo de trigos dorados donde cada una de las reencarnaciones de Bailey corre feliz hasta encontrar el puente definitivo que cruzará felizmente acompañado.

Se le puede acusar de “insertar lagrima aquí”? sí, definitivamente. Pero va a ser una lágrima llena de buenos recuerdos o al menos buenas intenciones, cuando gracias al cariño perruno los humanos alcanzaron la paz, la felicidad o la seguridad en la manera en la que solo un perro puede proveer.

Tiene claro su público?, sí, al llevar la historia a centrarla en un personaje femenino , añadirle las delicadas áreas oscuras de  la temida “friend zone” y al adquirir a una estrella del K Pop para acompañar a la protagonista. No cabe la menor duda.

Los protagonistas caninos roban la pantalla…? Rotundamente. Así que deja de resistirte y permite ese suave, alegre y húmedo lengüetazo de tu perro favorito en plena cara.



Director: Gail Mancuso
Reparto: Kathryn Prescott, Abby Ryder Fortson, Emma Volk, Josh Gad, Betty Gilpin, Marg Helgenberger, Henry Lau, Dennis Quaid, Ian Chen, Jake Manley, Daniela Barbosa, Conrad Coates

País: Estados Unidos

Año: 2019

Género: Familiar, Drama, Comedia,
Duración: 108 minutes

Clasificación; Toda la familia

Guion: W. Bruce Cameron y Cathryn Michon, Maya Forbes y Wally Wolodarsky, basada en la novela de W. Bruce Cameron
Director of fotografía: Rogier Stoffers
Diseño de producción: Eric Fraser
Diseño de vestuario: Pattie Henderson
Editor: Robert Komatsu
Música: Mark Isham

Fecha de estreno en México 17 de Mayo 2019

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