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Por: Fabián Quezada León
Marc (Niney) es un director de cine lleno de peculiaridades y disturbios de la personalidad que caracterizan a muchas mentes creativas; es nervioso, con una cierta inseguridad y reflejos extremistas, no se toca el corazón para frenar sus rachas de mal humor y exige a su equipo el fiel seguimiento de su ruta creativa.
Marc se encuentra de la noche a la mañana con la disyuntiva de que el estudio no aprueba la cinta en la que ha estado trabajando, primordialmente porque “no es lo que les prometió” que iba a ser. Por lo que optan por suspenderla.
Encrispado, Marc ordena a su equipo la inmediata puesta en marcha del “Plan B”, que incluye, entre otras cosas, básicamente secuestrar su material para huir con él, buscando un lugar para hacer el corte final de la cinta.
Evidentemente, el productor y el estudio, no se van a quedar de brazos cruzados ante las extravagancias del director.
Los devaneos de la creación
Marc
es la proyección inmediata de los temores y esperanzas de cualquier director/creador,
(excéntrico o no) y en este caso mucho más cercanos a un reflejo del propio
Gondry.
Sabemos que han pasado ya algunos ayeres desde que tuvimos sus últimas películas en cartelera (Amor Índigo 2013) y (Microbio y Gasolina 2015) (en este tiempo se dedicó primordialmente a dirigir cortos, videos musicales y series de TV) y honestamente, al iniciar en la trama de “El libro de las soluciones” entramos también a este universo creativo que fluye dentro de la cabeza de Gondry con todos sus bemoles.
La cuestión es que en este libro deja ver al desnudo una visión íntima de sus propias historias al momento de realizar un film, y por ello debemos suponer que se ha enfocado en los cortos y los videos, porque todo el proceso que vive en cada obra es francamente extenuante, porque, como en muchos casos de mentes creativas quiere abarcarlo todo, filmar, dirigir, editar, musicalizar… en el transcurso surgen las situaciones mas increíbles y no carentes de un humor especial.
Pregúntame…
El Libro de las soluciones es una especie de mítico recetario donde todas las preguntas encuentran su adecuada respuesta, una especie de precursor de la inteligencia artificial o el más revolucionario Google. No sabemos que respuestas adicionales existan ahí, lo que si queda claro es que sirve de una manera bastante precisa para escenificar gráficamente el por qué Gondry trabaja como trabaja y por qué resulta lo que resulta.
¿Qué hace que esta idea creativa sea seductora?
La
respuesta es la pasión irredenta que el creador, Marc, posee acerca de su Film:
“Anyone, Everyone” sea como sea, con la desaprobación del estudio o de su
productor, ¿qué hace él? Básicamente lo que haría cualquier creativo, seguir
con su proyecto cueste lo que cueste y aún más, involucrándose hasta el tuétano
en cada detalle con un delirio que saca de quicio a todos alrededor y que
conduce a situaciones de quiebre entre el humor y el alucine. Marc hará lo que
sea por lo que considera su obra maestra.
¿Esfuerzo o necedad? ¿Fe o irreverencia? Cada uno de los que la vean deberá de sacar sus propias conclusiones.
Lo primordial, es que Marc logra hacer que su equipo y su tía Denise (Lebrun) en su casa de campo, lo apoyen. Ese es el triunfo mayor, no ir solo creyendo en un sueño, sino que esa visión contagie y entusiasme a otros que estén dispuestos a jugarse el pellejo, eso consolida una obra como nada en el mundo. Salvar los obstáculos aún cuando todo está en contra. A veces puede convertirse en un triunfante: “yo siempre tuve razón” y otras en un doliente: “es una obra incomprendida”.
Muy bien equipo, muy bien
Evidentemente,
al huir con los discos duros de la película a un ambiente campirano, hay un
cambio total en el paradigma de “cómo terminar la edición”, enfrentando además las
crisis creativas y de recursos.
Por ello es tan importante el trabajo que soporta el equipo, y el cómo, en una sutil forma de tortura, van avanzando siguiendo los delirios de Marc.
Desde su editora Charlotte (una heroica Gardin) su hiper funcional asistente Sylvia (Wallach) y su videoasta Gabrielle (Rutherford)
“El libro de las soluciones” logra de una manera orgánica integrarnos a la experiencia que han vivido y vivirán todos aquellos que deciden realizar una cinta a un nivel independiente, la manufactura casi artesanal y el presupuesto mas escaso imaginable. Con brillantez nos contagia de ese delirante y muy desconocido mundo tras de cámaras: la realidad del día a día de una producción fuera del glam de Hollywood, donde solo los muy amigos logran meter las narices.
En
este mundo donde una buena relación pública puede hacer lo imposible, (así de
extraño como un cameo de Sting colaborando con la música de la película, a
despecho de todos los que no creyeron que eso fuera posible)…
Y cuando hablamos de “creatividad + relaciones y bajo costo”. Nada como la memorable escena en la que la orquesta debe seguir los movimientos del director para crear el score sin tener una sola nota escrita. Es realmente extraordinaria.
El director bajó del Olimpo
Al mismo tiempo Gondry deconstruye la figura del director, que se tiende a pensar que es como una especie de “dios impasible” cuya voz de trueno hace temblar la tierra. Para colocarlo como un hombre divagando entre sus miedos y sus relámpagos de brillantez creadora, acercándolo a él mismo y a otros muchos directores/creadores de temperamentos “extremos”, pero que al mismo tiempo encierran un complejo mundo de inseguridades internas.
Obvio, Marc se equivoca y exagera, rehuye la toma de decisiones y peca al no delimitar su campo de acción… muchas veces sobre reacciona exigiendo a su equipo una sintonía fuera de este mundo, pero eso sucede a menudo al trabajar en el cine o la TV. El trabajo así siempre es apremiante, tiránico, explosivo y excéntrico… pero al final los resultados hacen que se goce.
El Multitask
El punto focal de todo este estrepitoso proceso creativo de bajo costo, alcanza su comprensión cuando Marc redescubre un cuaderno (El dichoso libro de las soluciones) que él mismo comenzara a proyectar, en su juventud, donde se esforzaba (y esforzará) por aconsejar/dar respuesta, a un sinfín de temas.
Esta obra podría catalogarse desde un libro de autoayuda, hasta un hágalo usted mismo. Al encontrarse con él, Marc parece hallar finalmente un poste de donde aferrar y hacer girar en torno a él, a todas las ideas y problemáticas que rodean su desesperado esfuerzo por acabar su película. Como él mismo apunta en un memo para él mismo: "Permanezca humilde después de esta experiencia transformadora".
Di: Gracias
Es evidente que mucho del brillo creativo proviene de la capacidad de imaginar y dejar sin freno a la vehemencia que el niño interno posee. Aunque, eventualmente, se deban afrontar maremagnums caóticos… que inevitablemente arrojarán a la orilla restos de naufragio. Pero… también, solo tal vez, algunos tesoros escondidos que habían pasado desapercibidos.
Eso replantea la vieja teoría del orden del caos que se vive durante la experiencia creativa y Gondry no tiene reparos en ponerlo aquí. (¿puede ser un símil del plato de spaguetti estrellado en la escalera?)
Pero el mérito, como se dijo antes, no está meramente en la imposición del director, sino en el encanto que ejerce para seducir a su equipo (aunque a veces use explosiones de ira) para que los que están en su equipo se contagien de su visión (cualquiera que esta sea) y logren seguirlo (o al menos soportar la carga)
Pierre Niney, nos lleva sin problema sobre el filo de la navaja de esta personalidad Gondrysesca, caminando entre el dulce sabor amargo de su hilarante y un tanto tiránico Marc. Puedes amarlo u odiarlo, pero no será indiferente y mucho menos desconocido, para cualquiera que haya estado en el medio laboral. (No lo neguemos: Todos hemos tenido un jefe que se desplaza entre el amor y el odio en fracciones de segundo)
Aviéntate…Yo te cacho…
Para
fortuna de la irrefrenable locura creativa de Marc, posee una extraordinaria
red de protección en cada uno de sus saltos al vacío. Desde su amorosa y
siempre comprensiva tía Denise, hasta su sufrido equipo de trabajo y finalmente
el entrañable ambiente del pueblecito de Cevenas donde debe terminar la
película.
Lo más notable de todo esto es que, sin mayor aspaviento, Gondry, al ser una obra reflejo de su propia vida, rinde un fervoroso tributo y acción de gracias a todas esas personas que de una manera u otra han intervenido en su carrera para apoyarlo, y muchas veces tolerar la carga. Dejar ver los recuerdos de los comienzos y el desarrollo de su creatividad, que no siempre es comprensible para los del rededor, define por sí misma un acto de valentía y de reafirmación de que había mucho que explotar dentro de su cabeza. Ambos detalles contienen la sinceridad por delante.
Conclusión
“El libro de las soluciones” destaca por su mirada entre bastidores a un mundo del cine, que debe realizarse, al mismo tiempo que para expulsar demonios creativos, tanto como una indudable muestra de que el camino para todos los cineastas (y creativos) posee esos momentos de: incomprensión, rabia, petulancia y genialidad, y que aunque se sigan las ideas de un líder, no significa ni remotamente que el resultado se deba al esfuerzo del “show de un solo hombre”, sino la suma de apoyos y redes que se tienden, conforme se avanza en el camino. ¿Qué nos deja? El inconfundible sabor de paladear esa definitiva simpatía por el caos y los “seres incomprendidos”, que insisten una y mil veces, hasta que logran realizar sus sueños para entregarnos el disfrute de la obra en la que nosotros, cómplices al fin, creímos y apoyamos.
Dirección Michel Gondry
Reparto: Pierre Niney, Blanche Gardin, Françoise Lebrun, Vincent Elbaz, Frankie Wallach, Camille Rutherford, Mourad Boudaoud
País: Francia
Año 2023
Duración: 1h42min
Clasificación: Mayores de 13
Fecha de lanzamiento 13 septiembre 2023 (internacional)
Exhibiciones dentro del 27 Tour de Cine Francés.
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