Por Julia Elena Melche.
“Hace mil años el Dr. Parnasus hizo un pacto con el diablo para lograr la inmortalidad, pero eso tuvo un precio muy alto; cuando su hija tenga 16 años deberá pertenecer al rey de la tinieblas”, así cuenta la historia el nuevo filme fantástico del actor y cineasta norteamericano Terry Gilliam, donde la imaginación es el principal protagonista.
La cinta transcurre en el Londres actual, cuando el Dr. Parnasus es el líder de una compañía de teatro ambulante que ofrece al público un maravilloso mundo lleno de fantasía pasando a través de un espejo mágico. Ahora que su hija Valentina está a punto de cumplir su aniversario número 16, Parnasus deberá hacer todo para salvarla, y está dispuesto a concederle su mano al valiente que le ayude.
Para quienes conocen la obra de Gilliam, su nuevo trabajo les resultará conocido. Desde Monty Pyton y el Santo Grial, Bandidos del tiempo, Brazil, Las aventuras del Barón Munchausen, Doce monos hasta Tideland, el realizador ha conducido sus relatos por los terrenos de la irreverencia, el exceso, el inclinación por lo absurdo y un humor desmadroso. Rompe con la narrativa convencional para escapar por caminos y conclusiones inesperadas y hasta grotescas.
A diferencia de su anterior película, Tideland, un filme sombrío sobre una niña huérfana que huye a un mundo fantástico, aunque nada optimista, cual oscura y macabra versión de Alicia en el país de las maravillas, Gilliam regresa a los delirios visuales de Brazil y Munchausen con deslumbrantes decorados digitales que encierran las alocadas ensoñaciones e inventivas del director, proyectadas desde la mente de Parnasus, interpretado por el veterano Christopher Plummer.
Los visitantes al mundo imaginario e ilimitado de Parnasus pueden elegir entre uno donde todo es felicidad y alegría, o en donde reina la oscuridad y la tristeza. Por ahí entrará varias veces Tony, un estafador que se une a la compañía y quien sufrirá transformaciones cada vez que entre, para adquirir un aspecto físico diferente. Esta parte de la historia se incorporó a mitad del rodaje, cuando falleció el actor australiano Heath Ledger, quien interpretó a este personaje. Gilliam decidió que el rol de Tony también sería interpretado por Johnny Deep, Jude Law y Colin Farrel para sustituirlo y darle a la cinta un mayor clima de fantasía.
El resultado en su conjunto es totalmente apabullante, desde los singulares e inquietantes personajes; un estrafalario ilusionista, un cínico enano o el demonio Mr. Nick (Tom Waits, sensacional), hasta los fabulosos recorridos y viajes a través del espejo que recuerdan a Bandidos del tiempo, con coloridas ferias en escenarios de riqueza visual desbordante.
De ritmo intenso, tremendamente barroca, la cinta conjunta todas las virtudes y excesos del ex miembro del equipo cómico inglés Monty Pyton, quien es capaza de convertir caprichosamente lo real en disparatado y lo humano en extraño, conservando su re gusto por los límites de la realidad, los sueños, la ironía y viajes en el tiempo, con su característico estilo surrealista y personajes enloquecidos.
Dirección: Terry Gilliam.
Reparto: Heath Ledger, Christopher Plummer, Johnny Deep, Colin Farrell, Jude Law, Tom Waits y Lily Cole.
País: Estados Unidos-Francia-Gran Bretaña.
Año: 2009.
Género: Drama fantástico y de aventuras.
Duración: 123 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 9 de abril de 2010.
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