Por Julia Elena Melche.
Avalada por el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes 2009 y 9 premios César, Un profeta, del francés Jacques Audiard también estuvo nominada a los Globos de Oro y al Óscar de este año como Mejor Película Extranjera.
Audiard, guionista y realizador de cinco largometrajes (Lee mis labios, El latido de mi corazón) conserva su estilo sólido en un drama carcelario, transitando sin dificultad y con firmeza por los convencionalismos del género; ambientes claustrofóbicos y enrarecidos, corrupción, mafias internas, violencia, crímenes y drogas. No obstante, aporta una mirada lúcida para llevar el relato por caminos más complejos, emprendiendo la construcción de un nuevo tipo de héroe que pasa de paria a líder y para quien la prisión se convierte en un lugar de aprendizaje y oportunidades que le proporcionará una posición privilegiada y un mejor futuro.
Se trata de Malik El Djebena, un magrebí de 19 años, analfabeta, sin familia ni amigos, que ingresa a un penal francés para cumplir una condena de 6 años por un delito menor. De personalidad solitaria y retraída, evita formar parte de alguno de los grupos dominantes, los árabes y los corsos. Sin embargo, el poderoso jefe de la mafia corsa César Luciani (Niels Aretrup, esplénidido) lo elige para que lleve a cabo un asesinato y así asegurarle su protección. Malik cumple su misión y pronto se convertirá en el criado fiel de su mentor hasta ascender a niveles de poder insospechados.
El cineasta revela una continuidad temática y afición por personajes marginados. La corrupción como puerta liberadora de Mira a los hombres caer, el arribismo y venganzas de Lee mis labios y la tiranía en las relaciones de poder de El latido de mi corazón, se conjuntan en un thriller hiperrealista para el progreso de un aprendizaje en frío. De su condición de esclavo, Malik se convierte en cínico y oportunista que impone su ley. La interpretación del debutante Tahar Rahim es sobresaliente. Se mete en la piel del novato que supera al maestro y que es puesto involuntariamente en un camino que se niega a andar pero que termina fascinándole. Como un nuevo Maquiavelo, hará cualquier cosa par conseguir sus propósitos y utilizará la fuerza de su adversario para su propio provecho.
Considerada por la prensa norteamericana como El Padrino galo y por el cineasta como la antítesis de Caracortada, la cinta retrata con buen pulso el espacio carcelario mediante tomas abiertas y consigue un dramatismo nervioso a través de imágenes que revelan las jerarquías, las disputas étnicas, los códigos de honor y el hermetismo de los clanes. El título del filme hace alusión al “arribo de un nuevo tipo de gánster”, afirma el director y su historia puede verse como una metáfora de la sociedad francesa con sus minorías raciales que han adquirido fuerza y poder.
Dirección: Jacques Audiard.
Reparto: Tahar Rahim, Niels Arestrup, Adel Bencherif, Reda Kateb, Hichem Yacoubi, Jean-Philippe Ricci y Gilles Cohen.
País: Francia.
Año: 2009.
Género: Drama carcelario.
Duración: 154 minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 6 de agosto de 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario