CENA PARA TONTOS (DINNER FOR SCHMUCKS)

Por: Fabián Quezada León

Tim (Rudd) es un ejecutivo financiero que ha esperado por su gran momento para poderse codear con los grandes y poderosos y tras de haber llevado a cabo una exitosa negociación con un importante cliente suizo, por fin cree ver sus sueños de fortuna y gloria realizados cuando su jefe lo invita a una “super secreta/cuasi prohibida” cena que se realiza solamente entre un clan de poderosos.
Obviamente Tim hubiera hecho cualquier cosa por ello, pero la tarea para participar es ir acompañado por el idiota más idiota del cual, en un moralmente inaceptable juego, los demás invitados puedan burlarse.
Tim, quien es un ser naturalmente bueno, se resiste a formar parte del juego. Pero las exigencias de poder formalizar con su exquisita novia Julie (Szostak) que además es francesa y curadora de arte… y los caminos de la vida, ponen frente a él a una especie de engendro mutante de freak perfecto, una tentación demasiado fuerte: Barry (Carell) un taxidermista que se especializa en realizar “escenas con ratones disecados” y cuya obra actual es una versión de la última cena (esto es lo suficientemente bizarro?)(¿??)

Definitivamente nadie en el mundo hubiera encontrado un ser igual. Así que Tim decide seguir con el plan y presentar en la cena a su “adquisición” pero la relación con Barry puede costarle muchas, pero muchas cosas, pues es materialmente un imán para los desastres.
Un remake al estilo Hollywood de una caústica cinta Francesa Le diner de cons que de acuerdo a las circunstancias normativas en la moral norteamericana “suavizó” su contenido, sin tomar en cuenta que la versión original, basaba su fuerza en la descarnada burla a un sistema empresarial y sus “devenires”.

De tal forma que la versión Hollywoodense se queda en una cadena de sucesos infortunados que sin embargo harán las delicias de cualquier aficionado al bullying.
Paul Rudd no puede quitarse de encima su cara de bueno y sus tribulaciones morales de acceder, en base a su ambición, a sumergir a Barry al tanque de las pirañas… el prolongado sufrimiento solo hace que el espectador espere el momento de la famosa cena para poder se ir a su casa.

Carell es una extrañísima mezcla de ser espeluznante y pobre cervatillo perdido en el periférico, una exótica mezcla que da una compasión que casi repele y dan ganas de que si existiera realmente un tanque repleto de pirañas aventarlo inmisericordemente para librarse de él.
Lo bizarro de la cinta es que el humor es ampliamente culpable y los mejores momentos se los arrebata en las narices a los protagonistas Zach Galifianakis. Aunque si se gusta del humor morboso/culpable Carell tiene muchos momentos en los que cada quién sabrá si se ríe o no y si se reprochará posteriormente su humor.
Al final del día la enseñanza moral (deslucida en esta versión de Tinseltown) es que la burla no perdona… ¿Entonces los inocentes espectadores… correrán la misma suerte?

Dirección:Jay Roach
Reparto: Steve Carell, Paul Rudd, Zach Galifianakis, Jemaine Clement, Stephanie Szostak.
País: Estados Unidos
Año: 2010
Género: Comedia
Duración: 1 hr. 50 min.
Clasificación: Mayores de 15 (secuencias de contenido sexual, breves desnudos, referencias sexuales, bullying)
Fecha de estreno en México: 15 de Octubre