viernes, 15 de julio de 2011

LOS KENNEDY LLEGA A SU FINAL.


Por Julia Elena Melche.

Sin duda, uno de los aspectos interesante de la serie, ha sido la relación entre John y Bobby y sus bien delineadas personalidades, tan diferentes entre sí. Mientras Bobby es centrado, saludable, hogareño, padre cariñoso y esposo fiel, John parece no tener todo el control que requiere su cargo como presidente, padece de terribles dolores de espalda, toma una veintena de pastillas para despertar, dormir, tranquilizarse y aliviar sus dolores, casi no ve a sus hijos y tiene constantes relaciones extramaritales. Si bien, ama a Jackie, no puede resistirse ante otras mujeres y más, si son hermosas y seductoras.

En 8 capítulos es imposible abarcar todas las vivencias, tanto políticas como personales, de los legendarios personajes. Sin embargo, se destacó a grandes rasgos la trayectoria política que llevó a John a la presidencia, marcada y delineada por su padre, y los tropiezos que tuvo durante su mandato. Se subrayó mayormente los conflictos familiares y conyugales de los tres matrimonios (el de Joe, Bobby y John), el autoritarismo del patriarca Joe, su lastimosa enfermedad y su desmoronamiento anímico y moral. De forma breve se muestra el romance de John con Marilyn Monroe, aunque la escena donde la sexy actriz canta el famoso “Happy Birthday Mr. President, fue excluida de los capítulos.

Sin tratar de explicar los motivos del asesinato de John, la historia se limita a describir los hechos. ¿Se trató de una conspiración política o del comunismo que tanto atacó, fue por parte del crimen organizado? o ¿una venganza hacia Joe para herirlo en lo que más quería? Hechos por muchos conocidos que a casi cincuenta años de acontecidos siguen sin esclarecerse.

Otro aspecto destacado fue el trabajo de edición en el que se integraron de manera muy acertada las imágenes de archivo con las escenas de ficción, algunas, donde las segundas derivaban de las primeras para dar un mayor tono de realismo y remitir a la época. La ambientación de época fue elaborada de manera muy cuidadosa, conservando cada detalle de todo lo que rodeó a los Kennedy durante los cuarentas, cincuentas y sesentas, desde el vestuario, los muebles, las residencias y los autos.

Lo que presentó la serie fue el recuento personal, familiar y político de una de las dinastías más importantes de la Unión Americana. Como afirman los encargados de la elaboración del guión: con algunas libertades, fue narrar el lado personal de los personajes y usar los eventos políticos como telón de fondo. Con base en las grabaciones existentes en la Oficina Oval de la Casa Blanca y en las reuniones en la sala de Gabinete se realizaron los diálogos precisos. No así en las escenas íntimas y personales entre Bobby y su esposa Ethel y entre John y Jackie o entre Joe y su esposa Rose, pues nadie sabe lo que dijeron con exactitud. Para escribir estas partes del guión, se basaron en comportamientos, hechos y conversaciones que estaban documentados.

La serie mantuvo un buen ritmo, yendo y viniendo en el tiempo; de finales de los treinta, brincaba a los sesentas, o de los cincuentas a los cuarentas, y siempre con una narrativa clara y comprensible. Sin embargo, el último capítulo parece que quería abarcar todo lo que faltaba y no se había contado, sintiéndose muy forzado y que resumió los últimos acontecimientos de manera abrupta. El romance Kennedy-Monroe apenas se delinea, luego viene la muerte de John, el duelo de Jackie y finalmente la muerte de Bobby.

Sería interesante una serie que narrara los acontecimientos terribles que han rodeado al clan Kennedy, a quienes se les adjudica una maldición por sus historias trágicas, quizás algo que el público no conozca, como sus lados más oscuros que se han mantenido ocultos y que darían buen material para contar.

Los Kennedy ha sido nominada para 10 Emmy, entre ellos, Mejor Miniserie o Película, Mejor Actor Principal, tanto para Greg Kinnear como para Barry Pepper, y Mejor Actor de Reparto para Tom Wilkinson.

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