lunes, 21 de mayo de 2012

GREY'S ANATOMY: EXÁMENES FINALES



Let the Bad Times Roll

ATENCIÓN ESTA NOTA CONTIENE INFORMACIÓN DETALLADA SOBRE EL CONTENIDO DEL EPISODIO (SPOILERS)
Oh, los exámenes… todos los odiamos y hemos pasado las peores horas de nuestra vida al enfrentarlos… y los residentes del Seattle Grace no están exentos. Meredith, Cristina, Alex, Jackson y April comienzan la jornada sentados charlando de lo mismo que hablamos todos al salir de un examen… la terrible duda si vamos a pasar o no. Entre ellos se preguntan también si Alex, quién llegó tarde por lo del bebé al que se regresó a atender, y perdió dos módulos de examen, va a lograrlo o no.
Mientras tanto en el lado de los  sinodales Catherine la madre de Jackson le dice a Richard que uno de sus estudiantes no logró pasar el examen. A estas alturas ella no sabe quién fue, solo espera que no sea Jackson porque seguramente lo achacará al hecho de haberlos descubierto en “actividades amorosas” y está segura de que no se lo perdonaría jamás. Bueno, ya sabremos quién fue el reprobado al final del capítulo.
Regresemos el tiempo seis horas para ver todo el drama de los exámenes…
Todos los residentes pasan a diferentes cuartos donde los sinodales les hacen varias preguntas sobre los más difíciles casos médicos y los residentes deben explicar en un tiempo como resolverían el caso. Tanta presión hace que los nervios exploten… pero no solo los nervios… Ieredith, pobrecilla, está  teniendo los momentos más difíciles debido a su gripe intestinal y difícilmente puede contener el vómito, nada propio para un examen…
Y mientras Meredith contiene su nausea Alex quisiera volar para poder regresar a tiempo a tomar el examen, pero el tráfico está poco menos que infernal… Sabe que el examen ha comenzado ¿logrará llegar a tiempo? Nadie querría verse en su situación. Seguro. 
Desesperado, Alex paga al taxi y sale corriendo.
En el Seattle Grace mientras tanto, los médicos tampoco están pasando un día sin presionas… Owen teme que los resultados de los exámenes lo dejarán con algunos huecos en su personal así que pone a Miranda a “pasar lista” a los aspirantes, qna tarea nada fácil. Y quién tampoco lo va a tener sencillo este día es Mark pues Julia decide pedirle que tengan un hijo pues ya ve que los hace bien… ante esto Mark se queda desconcertado, pero aún viene en camino lo peor de su día.
 
El mejor amigo del hermano de Arizona ha llagado desde el Tibet para ser ingresado al hospital a tratarse de un cáncer. Él fue un apoyo enorme cuando el hermano de Arizona murió. Y aunque al principio Arizona desconoce la gravedad del caso y cree que podrán curarlo.
Todavía pensando en lo que Julia le dijo, Mark se lo comenta a Derek y Derek, que sabe lo que Lexie siente por su amigo, decide… digamos que ponar en marcha un plan para dar una “disimulada intervención” en el caso.
Como las heridas tarde o temprano se cierran, Teddy está volviendo, muy lentamente a acercarse a su antiguo amigo, Owen. ¡Ya era hora!.

Mientras tanto en el examen, Christina y Meredith se reúnen al salir de los diferentes cuartos donde las examinaron, Meredith sigue fatal, corre al baño incapaz de detener más la náusea.
Finalmente extenuado y en el nervio total, Alex logra entrar al salón donde lo van a examinar, desde luego, los sinodales no dudan en ponerle claro que ya perdió dos partes del examen, deberá salir sobresaliente si es que quiere remontar losXnpuntos perdidos. (Como de costumbre en estos casos, a los sinodales no les importa un comino las razones por las cuales no se llegó a tiempo)

Jackson se topa con Catherine y por supuesto que tienen una agria “charlipa” sobre la incómoda situación en la que la descubrió con Richard. Catherine, acostumbrada a llevar las riendas de su vida le responde que ella también tiene necesidades; así que en otras palabras a su hijo más le vale resignarse. Definitivamente, Jackson no quiere oír más del asunto, y dicho sea de paso, tampoco de su madre…  
Pero para colmo, justo pegado al salón donde lo examinan; Catherine es sinodal y tal parece ser que algo la tiene muy divertida… porque su risa puede escucharse fuerte y claro. (Ouch!!)
De esta manera comienza la segunda ronda de preguntas para los residentes.
April ha estado hipernerviosa, suda como si estuviera corriendo un maratón y si de forma natural habla compulsivamente de nervios, peor… va perdiendo la compostura segundo a segundo, lo cual evidentemente no va a causar la mejor de las impresiones.
La presión exorbitante del examen no mueve de su sitio a Christina que parece tener todas las respuestas a las preguntas que se le hacen, pero (¡obvio!) sus sinodales no levantan ni una ceja.
En el Seattle Grace, la situación del amigo de Arizona no es nada halagadora, él esperó demasiado para atenderse… lleva seis años viviendo con cáncer las probabilidades de salir de esto son… casi nulas.
Miranda ha pasado un día del demonio tratando de seleccionar a los posibles mejores candidatos a reemplazar a sus residentes pero, la labor es una prueba de fuego a su paciencia.
 
Los nervios están de punta en la sede de los 

exámenes, pero el calvario está lejos de terminar.  Jackson encuentra a April que parece francamente fuera de sus cabales mientras seca su blusa empapada de sudor… ¡en el baño de hombres! y deciden contarse sus penas y miedos de cómo les está yendo. Desde luego que cada uno tiene serios motivos para sentirse consternado, April por ejemplo achaca su desequilibrio al sentimiento de haber “pecado” y haber tenido sexo… pero lo más caótico de la situación es que su culpa es del mismo enorme tamaño que el placer que descubrió en el sexo. (Oh, Oh!)
Jackson por su parte no puede enfrentar la idea de fallar y encarar a su madre que tan altas expectativas tiene de él.
Como las penas compartidas son menos, Jackson y April deciden correr el seguro y “relajarse” un poco teniendo un apasionado encuentro para regresar a la sala de las entrevistas “menos tensos”.
Miranda, Owen y los demás doctores tienen una plática sobre a dónde piensan que van a ir a parar su estudiantes.
Meredith llama a Derek para darle las últimas noticias sobre los exámenes, bueno más bien sobre su enfermedad estomacal, la cual va en un efervescente aumento. Tanto que le pide que la aconseje sobre lo que debe hacer…Derek solo le responde que sea lo que sea que decida él la va a seguir amando igual. Buena suerte y adiós. ¡Evidentemente Derek se pasa de críptico con sus respuestas!
 
La tortura del examen llega a su última parte. Ahora después de un “deleite vespertino” April regresa a su última ronda de preguntas visiblemente más tranquilita y curiosamente Jackson esta igual, lo que sea que pasó entre ellos tiene asombrosos efectos relajantes…
Durante la operación del amigo de Arizona la cual efectúan entre Miranda y Callie mientras que Arizona recuerda lo vital que él ha sido para ella en los momentos duros. Pero, Callie descubre algo que no le gusta nada, al grado de que debe buscar una excusa para sacar a Arizona del quirófano. Cuando Arizona sale, Callie y  Miranda nos descubren la grave situación del enfermo. No hay nada que hacer por él.
Como dijimos, Derek ha decidido darle “una manita” a Lexie con respecto a Mark, pero claro que trata de ser lo menos obvio posible. Así que mientras operan a un paciente Derek hace un par de “insinuaciones” pero Mark piensa que el mensaje está dirigido a él y no a Lexie y hasta las gracias le da… (Vaya confusión!)
Callie debe hablar con Arizona para darle la terrible noticia de que el tumor de su amigo lo ha invadido.  

En el salón de examen, Meredith trata valientemente de sobreponerse a su nausea hasta que materialmente no puede contenerse más y vuelve a vomitar.
Definitivamente, no ha sido su día. Los sinodales tampoco la han pasado bien…
En su salón Christina sigue siendo acosada por su examinador con preguntas difíciles resulta bastante claro que ambos se caen muy mal y tienen muy diferentes opiniones sobre los casos.
Un poco repulsivos ante el show de arcadas que Meredith les está ejecutando con abundancia, los sinodales “políticamenpe” le indican que si se siente tan mal, pues deberían de suspender el examen y que “regrese el año que entra” que “todo este numerito no se lo tomarán a mal” Ahí sí a Meredit se le sube lo Grey y les responde que ¡caray, son médicos!, seguramente podrán soportar un poco de vómito. Acto seguido, les responde lo que le acaban de preguntar. 

Sin recato de ser considerada como agresiva, Christina se pone a discutir con su  sinodal sobre los procedimientos que emplearía en un caso, sobra decir que el maestro y ella no van a coincidir jamás. Pero Christina sigue firme, no aprueba el método que él usaría y le explica los motivos de su desacuerdo. De plano, el sinodal detiene el examen enfurecido diciéndole que ya escuchó demasiado. (¡Oh Christina! ¡Estás en problemas!)  
Pero nada más esto le faltaba a Christina Yang, ningún sinodal va a cortarle su examen cuando aún faltan 20 minutos para dar conclusión, pero el sinodal sigue en lo suyo, sin “ánimo de ofender” le desea suerte y se va. (oooops!!!)   

Los sinodales de Alex tampoco le están poniendo las cosas en charola de plata, sino todo lo contrario, no solo no consideran que no llegó a tiempo por atender a un bebé, sino que además le hacen preguntas enredadas. Sus chances de pasar son muy, pero muy escasos.

Pero aún en medio de tajta desesperación hay tiempo para el romance y al despedirse de Catherine, Richard y ella planean verse de nuevo… en una convención médica. Definitivamente ella no se arrepiente ni lo más mínimo (con todo y la interrupción de Jackson) de haber tenido relaciones con él. 
Por su parte y “empujada” en cierto sentido por Derek, Lexie prácticamente se le declara a Mark que se queda con la boca abierta. Entre las cosas que le dice a Mark es que en definitiva, su relación con Jackson jamás hubiera funcionado porque al único que ama es a él. Justo en ese momento, Julia llega y Mark no puede responder a Lexie.
Arizona una vez que ha procesado la información sobre su amigo no puede menos que regañarlo por haber pasado tanto tiempo sin atenderse y llega el momento de la verdad, debe decirle que va a morir. Él le responde que no lo hizo porque no quería que ella pasara por el dolor que tuvo cuando su hermano murió.
Los residentes esperan con nerviosismo el resultado de sus exámenes que les llegará online Meredith, Christina y Jackson celebran emocionados, un incrédulo Alex ve que ¡lo logró!! Mientras que el rostro decepcionado y lleno de asombro de April nos dice quién fue la que no pasó…

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