Let
the Bad Times Roll
ATENCIÓN ESTA NOTA CONTIENE INFORMACIÓN
DETALLADA SOBRE EL CONTENIDO DEL EPISODIO (SPOILERS)
Oh, los
exámenes… todos los odiamos y hemos pasado las peores horas de nuestra vida al
enfrentarlos… y los residentes del Seattle Grace no están exentos. Meredith,
Cristina, Alex, Jackson y April comienzan la jornada sentados charlando de lo
mismo que hablamos todos al salir de un examen… la terrible duda si vamos a
pasar o no. Entre ellos se preguntan también si Alex, quién llegó tarde por lo
del bebé al que se regresó a atender, y perdió dos módulos de examen, va a
lograrlo o no.
Mientras
tanto en el lado de los sinodales
Catherine la madre de Jackson le dice a Richard que uno de sus estudiantes no
logró pasar el examen. A estas alturas ella no sabe quién fue, solo espera que
no sea Jackson porque seguramente lo achacará al hecho de haberlos descubierto
en “actividades amorosas” y está segura de que no se lo perdonaría jamás.
Bueno, ya sabremos quién fue el reprobado al final del capítulo.
Regresemos
el tiempo seis horas para ver todo el drama de los exámenes…
Todos
los residentes pasan a diferentes cuartos donde los sinodales les hacen varias
preguntas sobre los más difíciles casos médicos y los residentes deben explicar
en un tiempo como resolverían el caso. Tanta presión hace que los nervios
exploten… pero no solo los nervios… Ieredith, pobrecilla, está teniendo los momentos más difíciles debido a
su gripe intestinal y difícilmente puede contener el vómito, nada propio para
un examen…
Y
mientras Meredith contiene su nausea Alex quisiera volar para poder regresar a
tiempo a tomar el examen, pero el tráfico está poco menos que infernal… Sabe
que el examen ha comenzado ¿logrará llegar a tiempo? Nadie querría verse en su
situación. Seguro.
Desesperado, Alex paga al taxi y sale corriendo.
Desesperado, Alex paga al taxi y sale corriendo.
En el
Seattle Grace mientras tanto, los médicos tampoco están pasando un día sin
presionas… Owen teme que los resultados de los exámenes lo dejarán con algunos
huecos en su personal así que pone a Miranda a “pasar lista” a los aspirantes,
qna tarea nada fácil. Y quién tampoco lo va a tener sencillo este día es Mark
pues Julia decide pedirle que tengan un hijo pues ya ve que los hace bien… ante
esto Mark se queda desconcertado, pero aún viene en camino lo peor de su día.
El mejor amigo del hermano de Arizona ha llagado desde el Tibet para ser ingresado al hospital a tratarse de un cáncer. Él fue un apoyo enorme cuando el hermano de Arizona murió. Y aunque al principio Arizona desconoce la gravedad del caso y cree que podrán curarlo.
Todavía
pensando en lo que Julia le dijo, Mark se lo comenta a Derek y Derek, que sabe
lo que Lexie siente por su amigo, decide… digamos que ponar en marcha un plan
para dar una “disimulada intervención” en el caso.
Como las
heridas tarde o temprano se cierran, Teddy está volviendo, muy lentamente a
acercarse a su antiguo amigo, Owen. ¡Ya era hora!.
Mientras
tanto en el examen, Christina y Meredith se reúnen al salir de los diferentes
cuartos donde las examinaron, Meredith sigue fatal, corre al baño incapaz de
detener más la náusea.
Finalmente
extenuado y en el nervio total, Alex logra entrar al salón donde lo van a
examinar, desde luego, los sinodales no dudan en ponerle claro que ya perdió
dos partes del examen, deberá salir sobresaliente si es que quiere remontar losXnpuntos perdidos. (Como de costumbre en estos casos, a los sinodales no les
importa un comino las razones por las cuales no se llegó a tiempo)
Jackson se
topa con Catherine y por supuesto que tienen una agria “charlipa” sobre la incómoda
situación en la que la descubrió con Richard. Catherine, acostumbrada a llevar
las riendas de su vida le responde que ella también tiene necesidades; así que
en otras palabras a su hijo más le vale resignarse. Definitivamente, Jackson no
quiere oír más del asunto, y dicho sea de paso, tampoco de su madre…
Pero para
colmo, justo pegado al salón donde lo examinan; Catherine es sinodal y tal
parece ser que algo la tiene muy divertida… porque su risa puede escucharse
fuerte y claro. (Ouch!!)
De esta
manera comienza la segunda ronda de preguntas para los residentes.
April ha
estado hipernerviosa, suda como si estuviera corriendo un maratón y si de forma
natural habla compulsivamente de nervios, peor… va perdiendo la compostura
segundo a segundo, lo cual evidentemente no va a causar la mejor de las
impresiones.
La
presión exorbitante del examen no mueve de su sitio a Christina que parece
tener todas las respuestas a las preguntas que se le hacen, pero (¡obvio!) sus
sinodales no levantan ni una ceja.
En el
Seattle Grace, la situación del amigo de Arizona no es nada halagadora, él
esperó demasiado para atenderse… lleva seis años viviendo con cáncer las
probabilidades de salir de esto son… casi nulas.
Miranda
ha pasado un día del demonio tratando de seleccionar a los posibles mejores
candidatos a reemplazar a sus residentes pero, la labor es una prueba de fuego
a su paciencia.
Los nervios están de punta en la sede de los
exámenes, pero el calvario está lejos de terminar. Jackson encuentra a April que parece francamente fuera de sus cabales mientras seca su blusa empapada de sudor… ¡en el baño de hombres! y deciden contarse sus penas y miedos de cómo les está yendo. Desde luego que cada uno tiene serios motivos para sentirse consternado, April por ejemplo achaca su desequilibrio al sentimiento de haber “pecado” y haber tenido sexo… pero lo más caótico de la situación es que su culpa es del mismo enorme tamaño que el placer que descubrió en el sexo. (Oh, Oh!)
Jackson
por su parte no puede enfrentar la idea de fallar y encarar a su madre que tan
altas expectativas tiene de él.
Como las
penas compartidas son menos, Jackson y April deciden correr el seguro y
“relajarse” un poco teniendo un apasionado encuentro para regresar a la sala de
las entrevistas “menos tensos”.
Miranda,
Owen y los demás doctores tienen una plática sobre a dónde piensan que van a ir
a parar su estudiantes.
Meredith
llama a Derek para darle las últimas noticias sobre los exámenes, bueno más bien
sobre su enfermedad estomacal, la cual va en un efervescente aumento. Tanto que
le pide que la aconseje sobre lo que debe hacer…Derek solo le responde que sea
lo que sea que decida él la va a seguir amando igual. Buena suerte y adiós. ¡Evidentemente
Derek se pasa de críptico con sus respuestas!
La tortura del examen llega a su última parte. Ahora después de un “deleite vespertino” April regresa a su última ronda de preguntas visiblemente más tranquilita y curiosamente Jackson esta igual, lo que sea que pasó entre ellos tiene asombrosos efectos relajantes…
Durante
la operación del amigo de Arizona la cual efectúan entre Miranda y Callie
mientras que Arizona recuerda lo vital que él ha sido para ella en los momentos
duros. Pero, Callie descubre algo que no le gusta nada, al grado de que debe
buscar una excusa para sacar a Arizona del quirófano. Cuando Arizona sale,
Callie y Miranda nos descubren la grave
situación del enfermo. No hay nada que hacer por él.
Como
dijimos, Derek ha decidido darle “una manita” a Lexie con respecto a Mark, pero
claro que trata de ser lo menos obvio posible. Así que mientras operan a un
paciente Derek hace un par de “insinuaciones” pero Mark piensa que el mensaje
está dirigido a él y no a Lexie y hasta las gracias le da… (Vaya confusión!)
Callie
debe hablar con Arizona para darle la terrible noticia de que el tumor de su
amigo lo ha invadido.
En el
salón de examen, Meredith trata valientemente de sobreponerse a su nausea hasta
que materialmente no puede contenerse más y vuelve a vomitar.
Definitivamente,
no ha sido su día. Los sinodales tampoco la han pasado bien…
En su
salón Christina sigue siendo acosada por su examinador con preguntas difíciles
resulta bastante claro que ambos se caen muy mal y tienen muy diferentes
opiniones sobre los casos.
Un poco
repulsivos ante el show de arcadas que Meredith les está ejecutando con
abundancia, los sinodales “políticamenpe” le indican que si se siente tan mal,
pues deberían de suspender el examen y que “regrese el año que entra” que “todo
este numerito no se lo tomarán a mal” Ahí sí a Meredit se le sube lo Grey y les
responde que ¡caray, son médicos!, seguramente podrán soportar un poco de
vómito. Acto seguido, les responde lo que le acaban de preguntar.
Sin
recato de ser considerada como agresiva, Christina se pone a discutir con su sinodal sobre los procedimientos que emplearía
en un caso, sobra decir que el maestro y ella no van a coincidir jamás. Pero
Christina sigue firme, no aprueba el método que él usaría y le explica los
motivos de su desacuerdo. De plano, el sinodal detiene el examen enfurecido
diciéndole que ya escuchó demasiado. (¡Oh Christina! ¡Estás en problemas!)
Pero
nada más esto le faltaba a Christina Yang, ningún sinodal va a cortarle su
examen cuando aún faltan 20 minutos para dar conclusión, pero el sinodal sigue
en lo suyo, sin “ánimo de ofender” le desea suerte y se va. (oooops!!!)
Los
sinodales de Alex tampoco le están poniendo las cosas en charola de plata, sino
todo lo contrario, no solo no consideran que no llegó a tiempo por atender a un
bebé, sino que además le hacen preguntas enredadas. Sus chances de pasar son
muy, pero muy escasos.
Pero
aún en medio de tajta desesperación hay tiempo para el romance y al despedirse
de Catherine, Richard y ella planean verse de nuevo… en una convención médica. Definitivamente
ella no se arrepiente ni lo más mínimo (con todo y la interrupción de Jackson)
de haber tenido relaciones con él.
Por su
parte y “empujada” en cierto sentido por Derek, Lexie prácticamente se le
declara a Mark que se queda con la boca abierta. Entre las cosas que le dice a
Mark es que en definitiva, su relación con Jackson jamás hubiera funcionado
porque al único que ama es a él. Justo en ese momento,
Julia llega y Mark no puede responder a Lexie.
Arizona
una vez que ha procesado la información sobre su amigo no puede menos que
regañarlo por haber pasado tanto tiempo sin atenderse y llega el momento de la
verdad, debe decirle que va a morir. Él le responde que no lo hizo porque no
quería que ella pasara por el dolor que tuvo cuando su hermano murió.
Los
residentes esperan con nerviosismo el resultado de sus exámenes que les llegará
online Meredith, Christina y Jackson celebran emocionados, un incrédulo Alex ve
que ¡lo logró!! Mientras que el rostro decepcionado y lleno de asombro de April
nos dice quién fue la que no pasó…
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