Viggo Mortensen y Michael Fassbender protagonizan esta
cinta del director David Cronenberg en una adaptación a la obra de Christopher
Hampton, en donde se detalla la relación entre Freud, Jung y una singular
paciente: Sabina Spielrein (Knightley) La
obra comienza a principios de siglo, en 1904 para ser precisos. Carl Jung
(Fassbender) que ha sido discípulo de Sigmund Freud (Mortensen), recibe en su
sanatorio a una paciente rusa afectada por desórdenes mentales y comienza a
aplicar técnicas de psicoanálisis para tratarla. Pero esta relación se va a ir
desviando hacia terrenos peligrosos donde las fronteras entre paciente y médico
se cruzan. Desafortunadamente, conforme eso avanza los antes amigos Freud y Jung
comienzan a distanciarse
En una interesante puesta en escena Cronenberg nos
adentra en algo que dista mucho de lo que pensaríamos encontrar en una película
de “época con Keira". Además provee el
interesante punto de vista que hace confluir elementos como la real relación de
Freud y Jung, con el penetrar a enfermedades psicológicas y las relaciones entre
doctor-paciente y marido-mujer.
Toda la película maneja muy bien este tema de “atmósfera
prohibida” que tan bien se le da a Cronenberg cuando nos lleva a rincones donde
la posibilidad de mezclar esas innombrables referencias hacia el sexo y cosas
que parecerían “antinaturales” confluyen.
Si bien, el catalizador es la relación que sostuvo Jung
con su paciente y las consecuencias que esto acarreó y cómo, aún en medio de ese
mundo terriblemente cuajado de prejuicios y estrictas normas morales, los
devaneos mentales y sexuales no dejaban de lado la intensidad.
Sabina llega para convertirse en un hito dentro de la
vida de Jung con la misma seducción que produce un delirio, se instala en su
vida y ambos se atraen de una manera casi patológica; si se considera todo lo
que estaba en la mesa. Los resultados de semejante atracción jamás hubieran
podido ser otra cosa que explosivos.
Lo más sorprendente es cómo, jalando de los resortes
adecuados, la insanidad despierta la lucidez. Aunque sea una lucidez distinta, ya
que Sabina después de ser paciente se
transforma en psiquiatra en su natal Rusia. Y la duda es, si ella en realidad
no estaba "afuera de su tiempo", dado que era una mujer demasiado
inteligente y anti sistema para ser catalogada de otra manera a “distinta,
enferma etc.” en su época.
Sí, es cierto que había sido una niña abusada por su
padre; física y sexualmente y que ello determinó en mucho su patología; pero, de
nuevo, pareciera que vivió una vida desfasada de época.
Lo que lleva la dosis de enfermedad es que al
traspasar las fronteras de médico-paciente, Jung en un afán extraño por aplicar técnicas psicológicas se líe con
ella y toque sus puntos internos más oscuros y de ello resulte una relación “sado”
Poco a poco a través de caminatas y paseos en bote o escapadas para tener sexo, la relación va y viene, pero lo más interesante es que llega un punto en el que no sabemos plenamente identificar quién sufre de una patología y quién está realizando las funciones de “sanador” y a lo mejor a eso hace referencia el título; lo que ellos pasan, es como deslizarse a lo largo del filo de una navaja.
Poco a poco a través de caminatas y paseos en bote o escapadas para tener sexo, la relación va y viene, pero lo más interesante es que llega un punto en el que no sabemos plenamente identificar quién sufre de una patología y quién está realizando las funciones de “sanador” y a lo mejor a eso hace referencia el título; lo que ellos pasan, es como deslizarse a lo largo del filo de una navaja.
En el inter también vemos las discusiones de Freud y
Jung en torno a puntos del psicoanálisis y ciertas pautas de ética…
Al fin de cuentas, el abrir puntos sexuales a
discusión siempre ha sido de los recurrentes en el trabajo de Cronenberg; el ver como en una sesión de psicoanálisis
la mente, el cuerpo y los deseos sexuales se van entrecruzando para dar
caminos en los que el espectador va a transitar y como con todo, es
absolutamente libre de detenerse, volver, o inmiscuirse de forma directa con
los personajes.
Tal vez en eso resida la fuerza de la historia y de la
narración de Cronenberg; en develarnos que los caminos de la mente humana
pueden enderezarse o retorcerse en base al eterno visor del cristal con que se
miren
Director: David Cronenberg
Reparto: Keira Knightley, Viggo
Mortensen, Michael Fassbender, Vincent Cassel, Sarah
Gadon.
País: UK | Alemania | Canada | Suiza
Año:
2011
Género:
Drama
Duración:
1 hr. 39 min.
Clasificación:
Mayores de 15
Fecha
de estreno en México: 29 de Junio
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