jueves, 12 de julio de 2012

AMOR, HONOR Y LIBERTAD (THE LADY)


Por Jaime @_azrad
Escribo esta crítica con dos perspectivas: la histórica y la cinematográfica. A mi parecer, un sinfín de conceptos se contraponen entre ambas y, finalmente, he decidido dar crédito a cada una por separado.
En primer lugar, hablemos de una historia extraordinaria, del dolor que en la vida real supera al de la ficción. Aung San Suu Kyi lideró por décadas el movimiento democrático en Birmania, su país natal, luego de haber perdido a su padre en manos de la dictadura militar que se instaló en su país. La tragedia de una familia y la salvación de un pueblo fueron sufridas por Suu Kyi y su gente, ante los ojos del mundo, hasta lograr la victoria hace apenas unos meses, en 2011.
Durante tres años, Rebecca Frayn, guionista, entrevistó a los participantes de la historia para contarnos, en manos de Luc Besson (El quinto elemento, 1997), la serie de sucesos que desencadenó en más de 20 años de lucha, arrestos y asesinatos bajo la dictadura militar birmana.
La figura de Suu Kyi representa en muchos aspectos a la dignidad humana, su lucha pacífica y su implacable paciencia la llevaron a recibir el Premio Nobel de la Paz en 1991, el cual no puedo recoger sino hasta hace un mes, en junio de 2012, que pudo salir de su país.
Son historias como ésta las que deben llegar al cine, dignas de contarse, de saberse. Sin embargo, dejaré a un lado la admiración por los personajes y sus principios, y hablaré estrictamente en términos cinematográficos para resaltar los errores de producción y desarrollo de la historia en esta cinta.
Empecemos desde arriba, la dirección de Luc Besson es hasta cierto punto infantil. En términos de lenguaje cinematográfico, el director apenas se las arregla -mediocremente- para comunicar lo que pretende, pero en cuanto a dirección de actores, todo se viene abajo. La sorprendente Michelle Yeoh (El tigre y el dragón, 2000) se siente muy limitada en su rol de Aung San Suu Kyi, ella es la actriz perfecta para el papel, pero su rango de emociones no es lo que estamos acostumbrados a ver de ella. Junto con David Thewlis, que la hace de su esposo, Yeoh entrega una interpretación rescatable, pero para nada memorable.
Por otro lado, el resto del casting. Imagino la dificultad de encontrar actores Birmanos que encajen en los papeles que el guión exige, pero es entonces cuando el director debe dejar su capricho a un lado y contratar actores que no hablen el idioma; hay que sacrificar unas cosas por otras. A final de cuentas, Besson nos entrega personajes poco creíbles, falsos, tiesos y hasta risibles.
La duración de la cinta también es exagerada, las historias que la cinta quiere cubrir no le permiten condensar las emociones que siempre busca en nosotros, espectadores, y terminan siendo diluidas en sus 132 minutos. Quizás si sólo se concentrara en la historia de Suu Kyi, encontraría en nosotros las reacciones deseadas, y en menos tiempo.
Amor, honor y libertad es una cinta con un tema sensible y con propósitos sociales bastante loables, por lo que vale la pena. Lástima por los aspectos técnicos que le restan bastantes puntos.

Dirección: Luc Besson
Reparto: David Thewlis, Michelle Yeoh, Jonathan Raggett
Año: 2011
País: Francia/ Inglaterra
Género: Drama/Biografía
Duración: 132 min.
Clasificación: B
Estreno en México: 13 de Julio

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