Por
Fabián Quezada León
Tras de
ser un éxito como libro Stephen Chbosky adapta
y dirige esta sensible adaptación a su obra sobre un chico, Charlie (Lerman), que
digamos que no es precisamente de los populares en la escuela hasta que
encuentra su par , o mejor dicho su trío perfecto Sam (Watson), una chica a la
que las convenciones le importan un pepino y su hermanastro Patrick (Miller),
que también es un casito. Los tres
solidifican una amistad donde un mundo noventero y sin tapujos se abren ante
Charlie siempre bajo el ala protectora de sus nuevos amigos, para completar el
cuadro, Charlie es enfocado a las letras (su sueño es ser escritor) por uno de
sus profesores ; el Señor Anderson (Rudd). Sin embargo como buen joven de los 90’s
Charlie no puede dejar algunas cositas de su pasado fuera de su cabeza que lo han marcado definitivamente. Y así
es que al final dará con una revelación sobre sí mismo.
Y de
repente… estábamos en los 90’s y sin darse cuenta ya parecen “ayer, hace un
siglo”… lo más impactante es que ha pasado más de una década y quienes estábamos ahí y lo contamos apenas
si pensamos que “no hace tanto ¿o sí?” y la sorpresa es que al final el tiempo
prácticamente voló y que una tonelada de acontecimientos sucedieron tan rápido
que ni siquiera se notaron o pasaron a archivo casi pocos segundo después de
ver la luz. Si, el mundo ha girado de prisa.
Ser un desadaptado y pasar desapercibido para el resto de la humanidad dejando de lado los avatares de ser popular en la época en la que “todos son populares o se matan en el intento”, tiene sus particulares enseñanzas.
Lo admita o no, Charlie como cualquier muchacho no puede cegarse a lo cool que sería no ser el “ente raro” en su círculo es que ser popular en el sentido vulgar de la palabra es tan…”luminoso” que es difícil resistirse a caer en la tentación. La primera ventaja de ello es contar con un grupo referencial en el que se encaje y se sienta como pez en el agua. Pero ¿qué pasa si la popularidad está lejana y sin embargo se topa con la compañía de otros chicos tan bizarros como él mismo? Es el colmo de la realización de los sueños ¿no es cierto?
Por ello cuando Charlie encuentra a esta singular pareja de medios hermanos digamos que podría pensar que ha descubierto por fin su lugar en el mundo. Admitámoslo, todos en nuestra época de secundaria y prepa amábamos juntarnos con quienes fueran igual que nosotros y para alguien que ha sido identificado como el “raro” y que ha estado sin un círculo de amigos, el encontrar esas raras especies de seres alocados es el significado de haber llegado al paraíso. ¿Por qué no? si se puede ser psychos juntos
Ahora bien, es vital contextualizar referencialmente la cinta, en su tiempo cuando la sobrecarga de información y la velocidad con que ahora se vive gracias a la tecnología no habían tocado tan radicalmente la existencia humana y sus diferentes aspectos; en una palabra aún “las cosas se tomaban su tiempo”.
Si nos referimos a entonces podremos ver que el problema de ser joven “pre” era del internet ya se había tratado en el cine y no solo en los 90 sino un poco antes desde la icónica Breakfast club (1985) o las noventeras: Threesome (1994) Singles (1992) Reality bites (1994) Beautiful Thing (1996) Trainspotting (1996) y Chasing Amy (1997) para solo mencionar algunas y en una forma general, sin importar lo densas o fáciles que sean, hay una extendida sensación del clima generacional X y de que la vida transcurría (aunque sea difícil de creer) ¡sin gadgets! De tal forma que el dilema de vivir, crecer, enfrentar a los problemas y hasta enamorarse se hacían… cara a cara (aunque hoy en día suene a casi una perversión) el caso es que vivir y relacionarse (aún siendo un “outcast”) era una tarea para ser vivida en un tiempo y espacio real, por ello cuando Charlie conoce a sus amigos, y protectores y se embarcan en experimentar vivir no hay de otra que hacerlo en carne y hueso y eso va a ser abrumador a veces pero excitante siempre y las consecuencias a veces no serán “borrables” con una sola tecla.
Sí, hubo una
era en que la vida era en directo.. ¡Qué
tiempos aquellos!
Director: Stephen Chbosky
País:
Estados Unidos
Año:
2012
Género:
Drama, Comedia
Duración:
1 hr. 42
min.
Clasificación:
Mayores de 15 Contenido y referencias sexuales, temática adulta, uso de alcohol
y drogas
Fecha
de estreno en México: 26 de Octubre
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