“Desde 2001 en adelante, cada caso de abuso sexual de
sacerdotes fueron conocidos por Ratzinger”; el sumo Pontífice Benedicto XVI que
se retiró en febrero de 2013, tuvo toda la información sobre ellos. Una
afirmación escalofriante que toma forma en el magnífico documental Mea Máxima Culpa: Silencio en la casa de Dios, a través de una investigación exhaustiva del abuso sexual a lo largo de décadas de
miles de niños y niñas en todo el mundo por sacerdotes pederastas, quienes
fueron encubiertos por la más poderosa y antigua organización católica en el
mundo: El Vaticano, el cual ha negado cualquier permiso o solicitud de
entrevista para el documental.
Desde su título, que es parte de una oración de la
liturgia de la misa católica donde el ser humano reconoce sus pecados ante
Dios, “Por mi culpa, por mi gravísima culpa”, el filme apunta que la mayor
culpa de estos pecados ha sido el silencio en la casa de Dios, en la más alta jerarquía
católica. “Encubrir este delito no denunciándolo equivale a cometerlo",
comenta el realizador estadunidense de 50 años Alex Gibney, responsable de este
revelador trabajo testimonial que quiere dar voz a los ofendidos.
Mediante documentos, testimonios, recortes de periódicos,
videos y evidencias que no pueden
cuestionar ni poner en duda, el director analiza con detenimiento algunos de los
casos más emblemáticos de abuso sexual por parte de religiosos católicos de Norteamérica,
Europa, México, centrándose en una felonía indignante: el abuso sexual, entre
1950 y 1974, de más de 200 niños sordomudos en el colegio religioso estadunidense
de Saint John en Milwaukee, Wisconsin, por parte del director y sacerdote
Lawrence Murphy.
Algunos de aquellos niños discapacitados que ahora son
adultos, narran frente a la cámara que Murphy era un padre muy carismático y describen las estrategias que usaba para propiciar un primer abuso consentido,
como la concesión de privilegios a ciertos alumnos y la elección de los alumnos cuyos padres no
entendían el lenguaje a señas para que sus
hijos no pudieran comunicarles nada. Comentan que igual abusaba de los infantes
en los dormitorios que dentro del confesionario y que las monjas que debían
cuidarlos fueron cómplices de los hechos.
La impunidad. En 1963, Murphy se ausentó de la escuela y
quedó en su lugar su homólogo David Walsh, a quien una de las víctimas le
confesó todo. Walsh ya conocía el problema desde 1958, cuando redactó un
informe al arzobispo Meyer, así como al delegado apostólico del Vaticano en
Washington. Cuando Murphy regresa es
enfrentado Walsh, pero no sucede nada y los niños que lo acusaron ante la
policía tampoco se les creyó.
El filme de Gibney aborda también el caso del pederasta mexicano
Marcial Maciel, protegido por Juan Pablo II, y el del padre abusador Tony Walsh
en Irlanda, quien mantuvo amenazadas a sus víctimas con excomulgarlas si
intentaban denunciarlo. En 1978 fue acusado de abuso, justo al año de su
ordenamiento, pero una investigación del gobierno en 2010 descubre que cometió
otros 200 actos similares.
La cinta revela que se autorizaban hasta 250 mil dólares
para cerrar un caso de pederastia . En 1995 había un presupuesto de 7 millones
de dólares para manejar los problemas de abuso sexual de menores, trasladando a
miles de sacerdotes hacia centros especiales de tratamiento en Europa, África,
Sudamérica y Filipinas, incluso surgió
la idea de comprar la isla Carriacou, en el caribe, para aislar ahí a los
sacerdotes que abusaban sexualmente de los niños.
El cineasta nunca mezcla
su elocuente denuncia social con la fe cristiana ni con el auténtico
espíritu de la Iglesia de Jesús. Pone al desnudo las instituciones religiosas
que predican amor y caridad, mientras
que protegen a los sacerdotes pedófilos, sin embargo mantiene una línea
de enorme respeto hacia el creyente.
Se trata sin duda de un documento fílmico que no dejará
indiferente a ningún espectador por su polémico contenido que solo pretende
mostrar verdades escondidas y ocultas en busca de justicia.
MEA MÁXIMA CULPA: SILENCIO EN LA CASA DE DIOS, SE EXHIBE EN CINETECA
NACIONAL.
PARA INFORMACIÓN DE HORARIOS CONSULTAR: www.cinetecanacional.net
Dirección y guión:
Alex Gibney.
Reparto: Alex Gibney (narrador), Jamey Sheridan (voz de
Terry), Chris Cooper (voz de Gary), Ethan Hawke (voz de Pat), John Slattery
(voz de Arthur).
País: Estados Unidos-Reino Unido.
Año: 2012.
Duración: 106 minutos.
Género: Documental.
Clasificación: B.
EL REALIZADOR.
Nacido en Norteamérica, Alex Gibney es considerado uno de
los documentalistas más importantes no solo de su país sino a nivel mundial. Además de actor y productor, ha dirigido
alrededor de 10 documentales, que en su mayoría han provocado grandes
controversias. Entre ellos se encuentra Enron:
Los chicos más inteligente en la habitación (2005), nominado a un
Premio de la Academia, donde narra uno de los mayores escándalos de la historia
financiera de Norteamérica que tuvo graves repercusiones políticas: el auge y la
quiebra de la empresa Enron Corporation, una de las compañías más poderosas en
Norteamérica, cuyo fraude económico dejó miles de desempleados.
En Taxi al lado oscuro (2007), ganador
del Óscar en 2008 como Mejor Documental, se centra en un taxista en Afganistán que es detenido injustamente, y
luego es torturado y asesinado por el
gobierno de Estados Unidos en la base aérea de Bagram en Afganistán. También es
realizador de The Armstrong lie (2013),
en torno del polémico exciclista profesional nacido en Tejas, Lance Armstrong, acusado
de dopaje en varias ocasiones y suspendido y retirado de manera definitiva en
el 2011. Alex Gibney consiguió el permiso para realizar un documental con
motivo del regreso a la competición de Armstrong en 2009, para ganar el que sería
su octavo Tour de Francia.
Recientemente también dirigió Robamos secretos: La historia de
Wikileaks (2013), con reveladores
testimonios del australiano Julian Assange, programador, periodista y hacker y
activista cibernético, el creador de esta organización mediática internacional que ha publicado en su sitio web terribles hechos y comportamientos por parte
de algunos gobiernos, en particular de los totalitarios y también las prácticas
de guerra de Estados Unidos con las
guerras de Irak y Afganistán.
Gibney es Presidente de Jigsaw Productions, una compañía
de producción independiente que produce películas, documentales de música,
televisión y mini-series.
1 comentario:
Un documental sumamente impactante, creo que sin duda vale la pena verlo y prestarle atencion a esta realidad que muchos se niegan a cubrir, me lo encontré en hbo go online y vale mucho la pena.
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