Bill
Marks (Neeson) es un agente de seguridad aéreo atormentado y… alcohólico. Durante un vuelo de rutina con destino a
Londres, Bill comienza a recibir mensajes de texto en su celular en los que se
le dice que si no se depositan en una cuenta bancaria 150 millones de dólares, un pasajero morirá
cada 20 minutos. Claro que aunque no lo quiera pensar como algo serio, Bill
pronto descubre que… va a tener “uno de esos días” en su trabajo.
Las
cintas donde la acción sucede dentro de un avión en vuelo siempre han
funcionado, desde las clásicas setenteras de “aeropuerto” hasta “Non Stop”
claro que luego de los ataques del 11/11 el cariz se toma diferente. El ámbito
cerrado (y en el aire) provoca siempre a los espectadores esa “curiosa
sensación” de “inseguridad” (al igual que los personajes de la película, sin
importar cuánto hayamos volado, siempre el despegue o el aterrizaje digamos que
son “emotivos”)
Después de
haber logrado una exitosa mancuerna en “Sin identidad”, el director Jaume
Collet-Serra y Liam Neeson retoman la tarea de traernos una cinta de acción e
intriga que funciona de buena manera gracias a la imagen de Neeson como
implacable héroe de acción madurito.
Neeson ha
estado protagonizando cintas de acción últimamente y ha logrado colocarse en un
sitio que pocos comparten hoy en día “respetable /implacable héroe de acción masculino
y maduro, que sin ser súper héroe de cómic patea traseros y salva el día.
Liam y su
director (y amigo) lo saben y encerrándonos en un avión y usando herramientas
tan de “uso común” como el celular, logran accedernos la tensión de que “bueno,
yo también he estado en un avión y tengo un celular”.
El guión,
que no es un portento en el género del thriller, logra sin embargo mantenernos
ocupados dilucidando quién es el emisor de las amenazas y al mismo tiempo nos
pone a evaluar como las acciones, mal decididas, pueden poner en entredicho aún
al más experimentado de los “guardianes aéreos”. Evidentemente la acción es
veloz y las complicaciones no tardan en tomar su lugar en la fila de “una serie
de eventos desafortunados” que debe sortear el héroe para probar su
superioridad heroica. (Aunque algunas sean ilógicas y un tanto metidas a la
fuerza y que pierden lucidez en la resolución final).
Entonces para una audiencia tan (digamos
“sensible”) al tema de la inseguridad aérea y a las ya probadas consecuencias
que una acción terrorista puede provocar la “amenaza doméstica” es muy palpable
e inquietante, mucho más que antes del 11/11 y eso hará que en la conciencia
occidental (y específicamente la Estadounidense) las amenazas aéreas sean tema
inagotable para atraer taquilla y con cada tema de amenaza aérea se necesita un
héroe que mantenga la cordura y controle el panorama aún cuando no sea un santo,
ni el primero en el que se pensaría y ahí Neeson se lleva las palmas.
Ante su mano firme y su paquete
de “pecadillos humanos” (depresión, crisis económica y alcohol) la figura de Moore
como Jen
Summers tiene a su cargo el balance, situándose como una de las únicas personas
confiables (o no?) para Bill, junto con Nancy la azafata (Dockery, a quién
conocemos por Dowton Abbey) pero aún ellas pueden verse no muy bien libradas en
un momento de la historia en la que la paranoia de “quién es el culpable”
alcanza sus niveles más altos.
Sin
embargo el desenfado de Moore logra compensar la cuasi paranoia de Bill, lo
cual sin duda se agradece, independientemente de que el guion vaya desluciéndose
conforme se acerca el final.
Director: Jaume Collet-Serra
Reparto: Liam Neeson,
Julianne Moore, Nate Parker, Scoot McNairy, Michelle Dockery, Lupita Nyong'o
País: Estados
Unidos
Año:
2014
Género:
Acción, Aventura, Thriller
Duración:
1 hr. 47 min.
Clasificación:
Mayores de 13. Violencia
Fecha
de estreno en México: 1 de Mayo
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