sábado, 27 de febrero de 2016

LA JUGADA MAESTRA (PAWN SACRIFICE): ENTRE EL GENIO Y LA LOCURA.

Por Julia Elena Melche.

Basada en la historia real del controvertido Bobby Fischer, campeón mundial de ajedrez y uno de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos que derroto a casi todos los grandes jugadores. Es 1972 en plena Guerra Fría y Bobby Fischer (Tobey Maguire) se prepara para uno de los eventos mundiales más esperados del siglo XX; la final del campeonato de ajedrez en Reykjavík, Islandia, donde tendrá que hacer frente a un gran contrincante, el campeón ruso Boris Spassky (Liev Schreiber).

Luego de  un par de ilustrativos documentales para la televisión sobre el legendario ajedrecista; Bobby Fischer contra el mundo (2011) y Bobby Fischer (2004), el realizador estadunidense Edward Zwick decide recapitular la niñez, adolescencia y adultez del complejo personaje, poniendo especial interés en el histórico encuentro con su rival ruso. Fischer de ocho años en el Brooklyn de 1951, aprendió de manera autodidacta a jugar ajedrez hasta llegar a convertirse en el campeón junior de ajedrez más joven de Estados Unidos a los doce años. Luego, su sueño fue jugar contra los rusos porque eran los mejores del mundo y quería vencerlos.

En los sesenta se enfrenta por primera vez con los rusos. Después de perder, denunció a la prensa que los soviéticos son tramposos porque juegan en equipo, asistiéndose entre sí y haciendo tablas fáciles entre ellos para repartirse los puntos y reservarse, con objeto de alejar de los puestos preferentes a otros jugadores. Aunque su acusación no pudo probarse, Fischer sentía que los rusos no le habían dado la oportunidad de obtener el campeonato y decide retirarse.

Con gran experiencia en el drama, el realizador de Tiempos de Gloria (1989), Leyendas de pasión (1994), Contra el enemigo (1998), El último samurái (2003) y Diamante de sangre (2006), entre otras, explora en la inestabilidad mental del protagonista y su gradual deterioro. Desde que se erigió como niño prodigio del ajedrez, Fischer mostró enormes molestias por el ruido. Si bien, cualquier sonido, bullicio es un distractor para la concentración de los ajedrecistas, su incomodidad llegó a niveles patológicos.

Anticomunista y antisemita, a pesar de su origen judío, Fischer navegaba entre la genialidad y la locura. Solitario, nervioso, tenía sensaciones de persecución. Su paranoia y psicosis delirante  lo llevaron a pensar que era perseguido por soviéticos y judíos, que los rusos habían intervenido el teléfono y colocado micrófonos y cámaras en la villa en Islandia donde se hospedó para jugar contra Boris Spassky, una paranoia que se inició durante su infancia, alimentada por la Guerra Fría, por su odio al comunismo y a los jugadores que producía el sistema soviético, en una suerte de metáfora de las desconfianzas entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

En este punto, el cineasta coloca a los jugadores rivales frente a un tablero de ajedrez  para llevar a cabo más que un torneo, una competencia política entre dos súper potencias mundiales. En medio de un ambiente de tensiones, el choque de la Guerra Fría está puesto en la batalla de dos ejércitos, con sus caballos, peones, alfiles, para atacar al rey adversario, y en los movimientos combativos y rápidos de Fischer, para demostrar que el chico pobre de Brooklyn podía contra todo el imperio soviético y derrumbar la idea que el dominio del ajedrez demuestra la superioridad intelectual soviética sobre el decadente occidente.

Se trata de un biopic convencional que brilla por su excelente factura y el enorme dominio del director para confeccionar atmósferas de suspenso. La diestra cámara del fotógrafo Bradford Young, con destacados trabajos en El año más violento (2014) y Selma (2014), nominada al Oscar como Mejor Película, captura el rostro de un alucinado Fischer, perturbado por el ruido que hacen las cámaras durante la partida en Islandia, en estallidos de ira, atormentado por su trabajo y angustiado por un supuesto espionaje ruso. A todo esto, contribuye la elocuente y luminosa banda sonora a cargo del californiano James Newton Howard, quien ha musicalizado más de 60 filmes y ahora inserta atinadas melodías exitosas de los sesenta y setenta.

Con imágenes de archivo y fragmentos de las noticias mundiales que establecen el ambiente socio-político de la época; Kennedy, el hombre en la luna, Nixon, revueltas raciales, La jugada maestra es la crónica del desmoronamiento de una mente portentosa enfrentada a sus demonios, del juego como alegoría política, con las  notables y convincentes interpretaciones de Tobey Maguire y Liev Schreiber, en la que no es necesario conocer las complicadas técnicas y reglas del ajedrez  y cuyo título original, Pawn Sacrifice (El sacrificio del peón), encierra el carácter de la historia y del afectado personaje.

Dirección: Edward Zwick.
Reparto: Tobey Maguire, Liev Schreiber, Michael Stuhlbarg, Peter Sarsgaard, Edward Zinoviev, Alexandre Gorchkov, Lily Rabe, Robin Weigert, Seamus Davey-Fitzpatrick, Aiden Lovekamp.
País: Estados Unidos.
Año. 2015.
Género: Drama biográfico.
Duración: 115 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 26 de febrero de 2016.

LA JUGADA MAESTRA (PAWN SACRIFICE) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.

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www.cinepolis.com.mx


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