“Si vas a parpadear hazlo ahora; pon mucha
atención a todo lo que veas sin importar
cuán raro parezca. Si te distraes, aunque sea por un instante, nuestro héroe,
seguramente, perecerá…”
En medio de un mar embravecido y una noche
tormentosa, una mujer en una minúscula canoa se enfrenta a las gigantescas
olas; es una fugitiva cuyo único afán es salvar la vida de su pequeño hijo.
Tiempo después, vemos que el bebé se ha
convertido en Kubo (Voz original de Parkinson) un chico bueno, que sobrevive contando
fabulosas historias del pasado glorioso, historias de valerosos samuráis enfrentando
poderosos villanos sanguinarios, ante los ávidos moradores de un pequeñísimo
pueblo de pescadores.
Sus relatos no son simples cuentos; hábil con las
manos, y tocando su instrumento, Kubo fabrica delicadas figuras de origami que
actúan las portentosas historias que salen de su imaginación. Hasta que un día,
realizando un acto inocente, conjura sin saber a un espíritu maligno y su
heroica cruzada comienza al lado de Mono (Voz original de Theron) y un guerrero
samurái que ahora está bajo mímesis de escarabajo (voz original de McConaughey)
Kubo es una épica aventura en stop motion
dirigida por Travis Knight que conjunta toda la visión heróica/dark/de honor/tradición/descubrimiento/magia
que puede encontrarse en las antiguas filosofías orientales.
Aunque no es precisamente una historia sencilla,
de hecho encierra la suficiente violencia y crueldad de las mitologías
clásicas, el fruto que rinde al concretar el camino del héroe e ir superando
los diversos obstáculos es sólido y brillante.
La manera en la que la trama se va desenvolviendo
mezclando elementos mitológicos, magia, memoria y el afán de sobreponerse a las adversidades
encierran una lección que da un calor especial, logrando transmutar lo agreste
del destino cuando el fuego de la lección se esparce por los corazones, se hace
entrañable, de resonancias profundas y de eso Kubo tiene mucho.
Kubo está hecho del material de los grandes
héroes, inteligente, luchador, decidido, inquieto, capaz de afrontar lo que
venga. En pocas palabras: capaz de crear el milagro al fin de cuentas. Ese es
el héroe que una historia así necesita, ese que puede dar vida a las cosas con
su palabra.
Si se previene de que “no se parpadee y se ponga
atención a todos los detalles” no es simplemente un bonito prologo; es que en
efecto no se puede perder ni un instante de la maravillosa obra de arte que el
guión y la animación de esta cinta llevan a cabo cuadro a cuadro; es imposible
escapar de su belleza directa, oscura y violenta, de su color y de sus
tradiciones que se desdoblan ante nuestros ojos en figuras increíbles y al
mismo tiempo, nos hace cómplices de sus paradigmas: la búsqueda y conquista de
la verdadera identidad, ese secreto que puede estar guardado justo enfrente de
nuestras narices y que tarde o temprano debe ser sacado a la luz. Y la preservación
del recuerdo, esa liga imperceptible con
las raíces y con la simiente de quien se es; perderlo significa perder todo.
Laika, el estudio que nos da ahora Kubo, ya había producido otras raras y
oscuras joyas: Coraline, ParaNorman y Boxtrolls, que sin duda han llevado de la mano ese sabor
misterioso y dark que tanto
disfrutamos en la pantalla, al paso de sus magníficos tratamientos de la
animación cuadro por cuadro y ese singular encanto un poco “tenebroso” ha construido
sin lugar a dudas ya un firme sello característico de la compañía.
Pero en Kubo, no solamente reafirman esa singular
visión y la elevan, sino que le infunden una calidez de vida, un sentimiento
que reaviva, que hace enamorarse de la historia, de los personajes y
contagiarse de la conquista de la meta, esto representa sin duda alguna un arma
mucho más potente que sus otras propuestas, que no dejan de ser buenas, pero en
esta ocasión la historia compromete y da esperanza, para al final darnos
conciencia de que no simplemente se ha visto “una historia”, sino que se nos ha
infundido un triunfo sobre la adversidad, y que prevalezca la memoria, haciendo que con esto se complete el círculo
de la conquista de la cruzada del héroe, pues vano sería su esfuerzo si no contagia
a los otros de su lucha y no proporciona elementos que construyan su leyenda
que se repetirá de boca en boca y de generación en generación.
El trabajo de Knight se cimenta en el sólido
guión de Marc Haimes y Chris Butler, que realizan una historia con suficientes
toques duros, (la causa de cómo perdió Kubo su ojo y su historia familiar son
escalofriantes), pero también poniendo
el balance exacto con magia, humor, batallas épicas y situaciones que colocan
sin dudar, directo y sin escalas, el punto sobre el afecto y el corazón.
Para redondear el paquete cabe mencionar el
exquisito diseño de producción de Nelson Lowry, que llena todo de la delicadeza
y detalle del arte japonés y el definitivamente notable score de Dario
Marianelli.
Con todos estos elementos, definitivamente Kubo
es una maravillosa y sensible obra de arte que vale la pena “disfrutar sin
parpadear”.
Director: Travis Knight
Reparto (voces originals en inglés): Charlize Theron, Art Parkinson, Ralph Fiennes, George Takei, Cary-Hiroyuki Tagawa, Brenda Vaccaro, Rooney Mara, Matthew McConaughey
País: Estados Unidos
Reparto (voces originals en inglés): Charlize Theron, Art Parkinson, Ralph Fiennes, George Takei, Cary-Hiroyuki Tagawa, Brenda Vaccaro, Rooney Mara, Matthew McConaughey
País: Estados Unidos
Año: 2016
Género: Animación, aventura
Duración: 101 minutos
Clasificación:
Estreno
en México: 7 de Octubre 2016
1 comentario:
Gracias por la recomendación.se ve buena buena. Voy a verla para el domingo!.
Saludos
COLIBRI
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