Por Fabián Quezada León
Qué tan inocente es abrir las puertas del mal?
En esta precuela
de la exitosa y terrorífica “Ouija” del 2014, nos vamos hasta 1965
cuando una madre y sus dos hijas que atienden un “negocito familiar” de “contactar
a los muertos” facilitan la entrada de un espíritu malévolo en sus vidas y luego,
sufren las consecuencias cuando una entidad del mismísimo infierno se adueña de
la hija más pequeña.
Tratándose de Octubre y de la fascinación
que tiene el público por las películas “de sustos”, es casi obvio que la Ouija
tenía que hacer su aparición estelar, solamente que esta precuela viene a
contradecir que las segundas partes nunca fueron mejores. Este “origen del mal”
demuestra que aprendió al lección y se lanza con una realización (en foto y
diseño de producción) mucho más cuidada que su primera parte.
Evidentemente la trama de posesiones,
chamucos, espíritus chocarreros, exorcismos y demás entes ya las hemos visto
repetidas en la pantalla hasta la saciedad. La narración argumental de esta
película se queda en ese terreno conocido, (posesión/exorcismo) no va más allá.
Pero lo que si logra muy bien es crear
sobresaltos con… demasiada frecuencia.
O sea, garantiza que vas a arañar el
techo varias veces.
Es inevitable darle el crédito al
escritor/director/editor Flanagan quien ya nos había dado muestras de su capacidad
para provocar escalofríos, con cintas como “Oculus” (2013) Entonces, Flanagan pone manos a la obra
y recupera el clima y la historia de su predecesor y opta por irse hacia atrás
para después unir ambas partes (Recomendación básica: no salgas del cine hasta
que se acaben los créditos, hay una sorpresilla para ti)
Pero cómo logra Flanagan llevarte a
brincar al techo? Simple y aterrador: enlazando la aparente inocencia de “es sólo
por juego y diversión” una premisa que, según hemos visto en el cine innumerable
veces, siempre va a desatar terribles consecuencias en las historias en
pantalla.
La propuesta subyacente es muy básica: nunca
pienses que contactar a lo desconocido, más si se relaciona con el chamuco, no va a abrir una puerta al mal y eso jamás
será un hecho sin consecuencias.
De esta forma, después de una
presentación bastante “vintage”, nos encontramos en los finales de los sesentas en California
con Alice Zander (Reaser), una joven viuda que juega a ser “medium”. Alice no lo hace de mala fe, ella cree que “con un poco de
ayuda de efectos especiales” y proporcionando a los clientes buenas noticias
sobre sus seres queridos desde el más allá, los ayudará a descansar sus
conciencias.
Entre ella y sus dos hijas: Lina,
(Basso) y Doris (Wilson) hacen sus pequeños inocentes “performances” para ayudarse a pagar las cuentas.
De repente se topan con un nuevo “gadget” que piensan, dará más “condimento”
a sus puestas en escena y el famoso jueguito de la Ouija (que aún se sigue
vendiendo en la realidad) hace su aparición en pantalla.
Después de algunos intentos fallidos la
tablita y su “flecha” demuestran su efectividad manejadas por Doris y de
improviso la puertecilla al otro lado ya se ha abierto. Por demás está decir
que por ahí se cuelan entidades indeseables que de inmediato se centran en la
niña.
Flanagan dirige la película impregnándola
del espíritu (en toda la extensión de
la palabra) de los años sesentas: la foto, la ambientación y la atmósfera alrededor con todo el estilo de “guerra fría” que
nos colocan instantáneamente en este “mood
retro”, como si abriéramos una vieja
lata de película que hubiera estado abandonada por muchos años para irnos a
topar con una entidad que es realmente escurridiza y repugnante…(primo del
espíritu que se descolgaba del techo de American
Horror Story en su primera temporada) pero que astutamente se presenta con
cara de niña buena y mientras tanto, en cuanto te distraes, te da varios “trancazos”
de terror.
En esta historia centrada en los tres
personajes protagónicos Flanagan (en guión y en la pantalla) da a cada una “su
momento estrella” en la trama que, insistimos, te dará tantos sobresaltos e
imágenes perturbadoras como para que no duermas algunos días.
Sí, aunque una gran parte de la
película en diseño de producción y
fotografía es buena, y se sostiene eficientemente en su argumento, hacia el
último tercio de la cinta tiende a caer en los caminos demasiado recorridos de
todas las cintas de posesiones demoniacas. Esto quizás no le logre el lugar de
ser una cinta que revolucione temáticamente el género. Pero cumple con su
cometido de aterrorizar una y otra vez y mantener la tensión al máximo (En ese
tipo de momentos que provocan las típicas risas nerviosas en el público
segundos después)
Reparto: Elizabeth
Reaser, Annalise Basso, Lulu Wilson, Henry Thomas, Parker Mack, Doug Jones.
País:
Estados Unidos
Año: 2016
Género: Terror
Duración: 99
minutos
Clasificación: Mayores de 13. Secuencias de terror
intenso
Fecha de estreno: 21 de Octubre 2016
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