Por Fabián
Quezada León
Casey Stein (Hoult) es un chico que
tiene un pasado “no muy recomendable” en el mundo de la noche/antros, se ha
dedicado entre otras cosas a ser mini comerciante de droga.
Hasta que un día encuentra A Juliette
(Jones) el amor de su vida y decide “salirse del bajo mundo”; pero una
repentina necesidad económica, hace que
Casey regrese a realizar un “último trabajito” que desde luego se complica y no
sale como él y su socio lo esperaban.
Lo que hace que Casey quede entre dos
grandes y muy poco éticos capos de los negocios sucios de la droga: Hagen Khal
(Hopkins) y Geran (Kingsley). Mientras lucha desesperadamente por mantenerse a
salvo, escapando de mil maneras, su único pensamiento es encontrar viva a
Juliette y no perder un empaque con varios millones de euros.
Cuando
hablamos de una película y tratamos de colocarle en un nivel, los primeros
indicadores son: quién dirige y quién protagoniza. En seguida y con no menor
importancia se vería el guión y las argucias para producirlo de una forma
digna.
El director Eran Creevy hace su tercer lanzamiento después de Shifty (2008) y Welcome to the punch (2013) y regresa al bajo mundo de las drogas, donde ha encontrado inspiración para sus trabajos anteriores, haciéndolo sustentado en un gran elenco como en sus otras producciones
En este
caso nos encontramos con un reparto por demás interesante, comenzando por los
peces gordos: Hopkins y Kingsley y luego por los no menos atractivos a la
taquilla Hoult y Jones el ambiente “continental” de la cinta filmada en
Alemania y la gama de autos maravillosos que salen a cuadro, enmarcados en un
tema de acción, violencia, intriga, robo y droga; los elementos parecieran
correctos para instrumentar una obra de calidad.
La
cuestión es que el guión tropieza varias veces durante el desarrollo, sí,
indudablemente tiene sus puntos buenos, pero estos no son consistentes, la
acción es dinámica y continua, inclusive logra colocar algunas líneas de humor
ácido y Creevy consigue filmar y editar limpiamente una serie de persecuciones
automovilísticas sobre las autopistas germanas con autos estupendos;
visualmente funciona, en su nivel, pues obvio
ni siquiera lejanamente tiene el presupuesto ni los efectos de “Rápido y
furioso” pero aún así, consigue mantener el suspenso y la acción no decae.
Pero de
repente la trama en medio de fuertes dosis de acción se desliza muy
peligrosamente a la farsa; los personajes mismos pierden centro y pasan del
drama a lo fársico en un milisegundo.
La idea
de hacer girar la trama sobre una persecución incesante no es nueva y hemos
visto varios ejemplos de ello entre los que destaca “Corre Lola Corre” o las
múltiples secuelas de “Bourne”, Creevy escribe y filma muchas escenas que
dejan sin aliento, mientras autos chocan, giran y se hacen pomada… pero el
punto es que se engolosina y Casey su protagonista, se transforma en una
especie de “Terminator” inmortal.
No importa cuántas volteretas de el auto, no importa
cuántos golpes reciba, siempre tiene (como McGiver) algo con lo que escapar o
usar de improvisada arma.
De esta
manera, la sensación del público va transformándose, de la marcada tensión del
suspenso y el fragor de las persecuciones, estallidos y disparos… a un alivio gracioso; porque cuanto más se
exagera la nota de supervivencia, más son las posibilidades de que nada malo va
a sucederle al protagónico después de
todo.
Además,
claro está, de la acción de brincar y correr, los personajes deben interactuar
con diálogo, y ahí la pareja joven se lleva la peor parte. Mientras que
Kingsley y Hopkins evidentemente fueron al set a divertirse y a exagerar los
rasgos de sus villanos por el puro gusto de pasársela bien.
Como si supieran
que lo realmente importante de la cinta no iban a ser las partes dramáticas,
sino cuántos caballos de potencia podrían alcanzar los autos sobre las
autopistas y cuántas balas se dispararían por minuto de película.
Al
despegar, la acción y el esfuerzo visual no decaen, pero la historia y los
personajes patinan. Hoult tiene sus mejores momentos mientras maneja escapando
de sus persecutores. Así que eso es un indicativo suficiente.
Se
quiere hacer validar la historia sobre la trama romántica y el romance es
raquítico, rodeado de una serie de clisés tan poco creíbles como pobremente
justificados como “Hacer el mal se perdona, si
se tiene una buena causa”.
La
cinta atravesó por una serie de conflictos para por fin ver la luz desde que
fuera filmada en 2014 y considerando todo ello, deberían haberla pasado
directamente al mercado de Home entertaiment
Reparto: Anthony Hopkins, Ben Kingsley, Felicity Jones, Nicholas Hoult
País:
reino Unido, Alemania, China
Año: 2016
Género: Acción, Thriller, Crimen
Duración: 99 min
Clasificación: Mayores de 13
Fecha de Estreno en México: 5 de Mayo
2017
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