En un mismo año, el autor total
filipino y director independiente Lav
Diaz obtuvo dos logros significativos que continuaron con la consolidación de
su carrera cinematográfica en los festivales de mayor renombre en el mundo. La
conclusión fue la gran victoria en el Festival de Venecia con La
mujer que se fue (Ang babaeng humayo, 2016), precedida
por el Premio Alfred Bauer que se otorgó durante el Festival de Berlín a Canción de cuna para el misterio trágico.
Interesado por los temas sociales y políticos de su país, tanto contemporáneos
como del pasado Lav Diaz usa técnica fílmicas inusuales y sus películas
tienen duraciones más largas de lo normal, algunas hasta de 10 horas.
Esta,
su más reciente producción, es una extensa elaboración de miradas a la
Revolución Filipina, desde los ojos de la ficción hasta la perspectiva en
constante cambio de un ícono histórico: Andrés Bonifacio y de Castro, líder
revolucionario filipino y fundador en 1892 de la sociedad secreta
revolucionaria Katipunan, germen del futuro ejército revolucionario filipino.
Opuesto frontalmente al gobierno español, protagonizó la Revolución filipina,
la primera revolución en Asia contra un gobierno europeo.
La
revolución filipina de 1896 en contra del gobierno español es analizada por el
cineasta Lav Diaz en un monumental fresco fílmico que se centra principalmente
en dos vertientes: por un lado, el vínculo que une al rico y traidor Simeon con
el poeta y activista Isagani, personajes de ficción creados por el escritor
José Rizal; y por el otro, la búsqueda exhaustiva de Gregoria de Jesús para hallar
el rastro del padre de la lucha, Andrés Bonifacio.
Con una duración de
ocho horas,
esta pausada cinta ofrece una interesante mezcla, entre repercusiones
políticas, constructos mitológicos y el pensamiento del pueblo. Asimismo
propone una reflexión sobre la distinción de clases, la religión y la lucha
revolucionaria desde una visión crítica; todo sin renunciar a la mitología de
dicho país, que el realizador plasma en la figura del Tikbalang, criatura que
emerge de las leyendas filipinas y se dice que se esconden en las montañas y
los bosques del país asiático. Se describe como un ser alto, huesudo y
humanoide con extremidades desproporcionadamente largas.
Dirección, guión y
edición:
Lav Diaz.
Reparto: Piolo Pascual
(Simoun), John Lloyd Cruz (Isagani), Hazel Orencio (Oryang / Gregoria de
Jesús), Alessandra De Rossi (Caesaria), Susan Africa (Aling Hule), Joel Saracho
(Karyo).
País: Filipinas-Singapur.
Año: 2016.
Duración: 488
minutos.
CANCIÓN DE CUNA PARA EL MISTERIO TRÁGICO (HELE SA HIWAGANG HAPIS) SE EXHIBE LOS SÁBADOS Y DOMINGOS A LAS 14:00 HORAS DEL 15 AL 30 DE JULIO EN LA
SALA 7 ALEJANDRO GALINDO DE LA CINETECA NACIONAL.
EL SÁBADO 5 DE AGOSTO EN CCU
TLATELOLCO, EL DOMINGO 6 DE AGOSTO EN CINEMANÍA LORETO Y CINEMATÓGRAFO DEL
CHOPO Y EL LUNES 7 DE AGOSTO EN LA SALA JULIO BRACHO DEL CENTRO CULTURAL
UNIVERSITARIO.
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