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Claro que Aurora es una buena chica, pero eso siempre se había debido a la influencia de sus tres hadas madrinas: Flora, Fauna y Primavera. Que terminaron por ser una especie de solteronas sin poderes y anuladas como personajes en ambas películas.
En una muestra de ternura infinita, Maléfica, con todo y lo que detesta a los humanos, accede a “conocer a los padres” de Felipe: el Rey John (Robert Lindsay) y la reina Ingrith. Bueno, aún con los cuernos de maléfica disimulados, la reunión resulta mucho más catastrófica de lo que podría esperarse en esta clase de “encuentros”. Piensa en el peor “es hora de que nuestros padres se conozcan” que tengas memoria y… este está a mil años luz de distancia en el rubro desastre planetario.
Introducir en una historia romántica el fragor de la batalla donde nadie gana ni pierde letalmente, es una combinación desafortunada. Mucho más cuando el papel del héroe romántico no existe por ninguna parte.
Felipe, de la versión original, tenía las agallas para enfrentarse, no solo a sus padres, sino a Maléfica transformada en dragón, cruzando un bosque de espinas envenenadas para llegar con la mujer que amaba, el pobre Felipe en esta versión no tiene cabida, su presencia no se justifica para nada, sino para consolidar la unión de los reinos.
La dirección de Joachim Rønning trata de hacer lo que puede, pero la flaca base del guion no permite demasiado: el ritmo no es uniforme ni el tono es definido.
Micah Fitzerman-Blue y Noah Harpster, llevaron la historia demasiado hacia el conflicto de acción y se olvidaron de la trama dramática a diferencia de la parte anterior.
Maléfica: Dueña del Mal, regresa
al páramo algunos años después de lo que nos relatara en su primera parte y de
que supiéramos los antecedentes del hada. En esta ocasión, Aurora (Elle
Fanning) ha crecido y Maléfica (Angelina
Jolie) ha recuperado sus alas. Aurora recibe la petición de boda de parte de
Felipe (Harris Dickinson) y ahí comienzan los problemas.
Felipe y Aurora tienen unas ideas muy diferentes a las que manejan sus respectivos padres/tutores con respecto a la unión de los reinos y las criaturas que en ellos habitan. La menos convencida de estas "modernidades" es la enigmática reina Ingrith (Michelle Pfeiffer) quien guarda celosamente un secreto bajo la manga. Aurora y Maléfica tendrán varias cosas que ir descubriendo mientras el mundo cambia violentamente a su alrededor.
Felipe y Aurora tienen unas ideas muy diferentes a las que manejan sus respectivos padres/tutores con respecto a la unión de los reinos y las criaturas que en ellos habitan. La menos convencida de estas "modernidades" es la enigmática reina Ingrith (Michelle Pfeiffer) quien guarda celosamente un secreto bajo la manga. Aurora y Maléfica tendrán varias cosas que ir descubriendo mientras el mundo cambia violentamente a su alrededor.
Cuando Maléfica se hizo Benéfica…
Existen cosas raras en el mundo, cosas inexplicables y
que, como en el caso de los grandes iconos de la historia, cuando se cambian, o
deforman, provocan una ruptura en el
universo.
Volver bueno a un villano, y sobre todo cuando es una imagen
imponente es… por llamarlo así, un desacierto. Maléfica era, como su nombre lo
indica, “maléfica”. La encarnación de la oscura sombra del mal. Poderosa, maligna y sarcástica. Dotada de una terrible magia negra, capaz de maldecir , sin que se le moviera ni una fibra, a una
inocente bebé en su cuna. (¿Qué más maldad puede haber?)
Sin embargo, en la
versión “en vivo” protagonizada por Angelina Jolie, se le dio inesperadamente
un giro. Se le transformó 180 grados y se le dio un "alma" capaz de transformar
su agrio carácter y sentimientos.
No solo deshizo el hechizo de Aurora y
eliminó "el primer beso de amor" de un tajo, sino que terminó siendo su tutora y criándola
como una joven generosa, amante de todos los pobladores mágicos del bosque.
Claro que Aurora es una buena chica, pero eso siempre se había debido a la influencia de sus tres hadas madrinas: Flora, Fauna y Primavera. Que terminaron por ser una especie de solteronas sin poderes y anuladas como personajes en ambas películas.
Todo porque simplemente no eran necesarias, dado que maléfica
(aún conservando su sarcasmo) ahora es una dulce hadita de los bosques y una
amorosa madrina de una núbil princesita… hasta que ella le dice que … se casa.
El amor no siempre termina bien.
No sabemos si Maléfica le dice esto a Aurora como resumen
de la vida matrimonial, o simplemente porque a ella no le fue bien en la feria
de Cupido. (recordemos lo que le hizo Stefano en la primera parte)
Como sea, esta advertencia es el resorte que va a disparar toda la trama de esta parte, en la que la sabiduría de Maléfica previene (de una manera velada) a Aurora de que “nadie en el mundo necesita suegras” y que “el amor de tu vida” a veces no soporta ni una pelea … menos una guerra. Pero, bueno, dicen que nadie experimenta en cabeza ajena.
Como sea, esta advertencia es el resorte que va a disparar toda la trama de esta parte, en la que la sabiduría de Maléfica previene (de una manera velada) a Aurora de que “nadie en el mundo necesita suegras” y que “el amor de tu vida” a veces no soporta ni una pelea … menos una guerra. Pero, bueno, dicen que nadie experimenta en cabeza ajena.
En una muestra de ternura infinita, Maléfica, con todo y lo que detesta a los humanos, accede a “conocer a los padres” de Felipe: el Rey John (Robert Lindsay) y la reina Ingrith. Bueno, aún con los cuernos de maléfica disimulados, la reunión resulta mucho más catastrófica de lo que podría esperarse en esta clase de “encuentros”. Piensa en el peor “es hora de que nuestros padres se conozcan” que tengas memoria y… este está a mil años luz de distancia en el rubro desastre planetario.
Y ya que hablamos de desastres…
La película no se puede decir que sea francamente mala. No, porque
tiene algunos elementos que la sostienen como la actuación de Jolie, instalada
en diva total, con unos labios rojos que deberían haberse vuelto campaña publicitaria
para el lipstick que logró ese efecto y Fanning que con encanto trata de ser
heroína clásica sin verse demasiado frágil.
Los acostumbrados efectos especiales son decentes. Nada que no hayamos visto, pero decentes. El vestuario de Ellen
Mirojnick (“The Greatest Showman”) es un elemento destacable al cien y el
diseño de producción también es bueno.
Lo que se pierde en las pantanosas aguas del páramo es el
guion. Además del shock inicial de perder a una gran villana para hacerla todo
lo contrario, la película no deja hueso a los personajes.
Aurora se dedica a hacer lo poco que le dejan posible y Pfeiffer se la pasa encorsetada en suntuosos vestidos, pero no alcanza a mostrar todo lo que justifique a su personaje porque no le dan oportunidad.
Aurora se dedica a hacer lo poco que le dejan posible y Pfeiffer se la pasa encorsetada en suntuosos vestidos, pero no alcanza a mostrar todo lo que justifique a su personaje porque no le dan oportunidad.
El primer tercio de la cinta camina sin problema, pero el
segundo y tercero son francamente una pérdida de tiempo.
Introducir en una historia romántica el fragor de la batalla donde nadie gana ni pierde letalmente, es una combinación desafortunada. Mucho más cuando el papel del héroe romántico no existe por ninguna parte.
Felipe, de la versión original, tenía las agallas para enfrentarse, no solo a sus padres, sino a Maléfica transformada en dragón, cruzando un bosque de espinas envenenadas para llegar con la mujer que amaba, el pobre Felipe en esta versión no tiene cabida, su presencia no se justifica para nada, sino para consolidar la unión de los reinos.
El viaje de Maléfica a encontrarse con sus congéneres
oscuros es una distracción innecesaria porque Maléfica desaparece de escena. Mientras
que, dejando su puesto de villana solo, rápidamente alguien le pone el ojo
encima.
Pintando (mal) por números
Las subtramas pareciera que pertenecen a historias
diferentes todo el segundo y el tercer acto, donde apresuradamente se trata de
recuperar los elementos de la historia original, solo que parecieran un
parchado mal hecho.
La dirección de Joachim Rønning trata de hacer lo que puede, pero la flaca base del guion no permite demasiado: el ritmo no es uniforme ni el tono es definido.
Micah Fitzerman-Blue y Noah Harpster, llevaron la historia demasiado hacia el conflicto de acción y se olvidaron de la trama dramática a diferencia de la parte anterior.
El marcado énfasis en la parte de “defensa ecológica” que
llevaba a cabo Maléfica en su primera presentación, queda de lado por completo. Todo
se vuelca en viles luchas de poder que la hacen caer en lo demasiado visto para tener que verlo
una vez más.
La dueña del mal…
Flaco favor le están haciendo al mal si Maléfica/Benéfica
es su dueña. Maléfica no es mala, es una mujer exigente, sarcástica y
temperamental, pero mala... jamás. Por eso este título no viene al caso. Si de
verdad fuera "la dueña del mal" hubiera provocado un cataclismo mágico/nuclear en
el reino de Jhon y nunca hubiéramos llegado a esa larguísima secuencia de
acción, pero Maléfica colgó los cuernos después de la versión anterior. A lo más
se le podría catalogar de Hada/fashionista/empoderada/con carácter fuerte, lo
cual no es más que un pecadillo que
se remedia con una amonestación de la fashion
police. Al final de cuentas, más que una victimaria, la pobre chica es una
víctima de las circunstancias.
(Suspiro) Pensé que eras diferente...
¿Qué queda a deber? Que Maléfica e Ingrith no pasan
suficiente tiempo en pantalla juntas, porque el debate entre ellas hubiera sido
épico. Casi tan fascinante como ver a Alexis enfrentarse a Krystle en un viejo
capitulo de Dinastía de los 80’s.
Y si a las protagonistas no se les da tiempo, a los personajes secundarios (como toda la parentela de Male encabezada por Chiwetel Ejiofor y Ed Skrein) que simplemente parecieran servir para rellenar tiempo en pantalla, porque nunca logra haber esa chispa entre Maléfica y su propia raza ni hacen alguna travesura juntos.
Y si a las protagonistas no se les da tiempo, a los personajes secundarios (como toda la parentela de Male encabezada por Chiwetel Ejiofor y Ed Skrein) que simplemente parecieran servir para rellenar tiempo en pantalla, porque nunca logra haber esa chispa entre Maléfica y su propia raza ni hacen alguna travesura juntos.
Conclusión
Realmente no se puede decir que Maléfica Dueña Del Mal
sea ni siquiera un spinoff de “La Bella Durmiente” clásica.
No. Es algo que podría caer en el vasto e indefinido campo de las “adaptaciones libres” donde la suerte de los desafortunados personajes quedan en mano de quien sea el guionista, en este caso, se olvidan de todo lo que ya había para intentar darle su propio sello y se alejan tanto del original que ya no queda ni la maldad de Maléfica.
No. Es algo que podría caer en el vasto e indefinido campo de las “adaptaciones libres” donde la suerte de los desafortunados personajes quedan en mano de quien sea el guionista, en este caso, se olvidan de todo lo que ya había para intentar darle su propio sello y se alejan tanto del original que ya no queda ni la maldad de Maléfica.
Reparto:
Angelina Jolie (Maléfica)
Elle Fanning (Aurora)
Harris Dickinson (Príncipe Felipe)
Michelle Pfeiffer (Reina Ingrith)
Sam Riley (Diaval)
Chiwetel Ejiofor (Conall)
Ed Skrein (Borra)
Robert Lindsay (Rey John)
David Gyasi (Percival)
Jenn Murray (Gerda)
Juno Temple (Thistlewit)
Lesley Manville (Flittle)
Imelda Staunton (Knotgrass)
Judith Shekoni (Shrike) (Jungla)
Miyavi (Udo) (Tundra)
País: Estados Unidos
Año: 2019
Género(s): Acción, Aventura, Fantasía, Familar
Duración: 118 min
Clasificación: Mayores de 7
años
Guion: Linda Woolverton, Noah Harpster, Micah
Fitzerman-Blue
Historia original: Linda
Woolverton
Director de Fotografía: Henry
Braham
Editor: Laura Jennings, Craig Wood
Música original: Geoff Zanelli
Fecha de estreno en México: 18
de Octubre 2019
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