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La vigencia de temas como la depresión, las luchas ideológicas, la masculinidad (su deconstrucción), la justicia social y el activismo político, se hacen tangibles desde una historia cercana
Los creadores escénicos cumplen con el reto de evocar el espíritu de la época, la efervescencia de la ideología juvenil de la primera generación del CEU y la vida de Luis Alberto Alvarado
Se presenta con una función única el día jueves 25 de agosto a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris
Hay hechos que marcan de por vida volviéndose umbrales difíciles de cruzar, sin embargo, al hacer catarsis nacen las obras más puras como un manifiesto del alma. De tal forma es como sale a la luz Relato, un proyecto de danza teatro que se construye con el cuerpo en movimiento y la palabra en una composición de espacio, ritmo y música, para evocar la figura de Luis Alberto Alvarado como un reflejo de las heridas sociales que hoy en día siguen latentes.
Es mediante el desnudamiento de la mente, los recuerdos y el corazón del personaje, que la coreógrafa Bárbara Alvarado, junto con Juan Carlos Franco, ponen el dedo en la llaga sobre las visiones erróneas de la vulnerabilidad y al mismo tiempo, se le da voz a un suceso personal que plasma en el escenario la intención de construir una mejor realidad a través de la exploración y conocimiento de uno mismo.
Con una única función, el jueves 25 de agosto, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, Relato también revela que hay narrativas y situaciones que se convierten en puentes temporales, la vigencia de temas como la depresión, las luchas ideológicas, la masculinidad (su deconstrucción), la justicia social y el activismo político, se hacen tangibles desde una historia cercana, con la que los espectadores pueden conectar con su presente.
Dicha obra surgió tras un doloroso periodo de pérdidas y crisis en la vida de la coreógrafa, en la que el arte, la reintegración de su ser, aunado a la vocación por el quehacer escénico, fue su repunte para hacer la pieza que forma parte de uno de los seis proyectos de Sueños para cruzar el puente que no explotó, trabajo que presentó para el Sistema Nacional de Creadores de Arte.
Luis Alberto Alvarado fue tío de Bárbara. Nació en 1965 y fue miembro activo de la primera generación del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la que los jóvenes que participaban en aquel evento, fieles a sus convicciones, lograron defender la gratuidad de la Universidad pública en los ochenta y del cual han destacado figuras importantes de la actual clase política mexicana.
En 1996, una bala en la cabeza puso fin a sus obstáculos; Luis Alberto decidió quitarse la vida. Como tantos jóvenes, tenía ilusiones, sueños, luchas por librar, amor para compartir. También tuvo dudas y pesadillas, e imaginó un mundo el cual nunca llegó para él. Veinticinco años después, esos ideales y desencantos llevaron a su sobrina, a una coreografía en la que se abordan, desde el arte del cuerpo en movimiento, las complejas conexiones que existen en esta historia.
Sobre Relato, Bárbara Alvarado comenta: “me parece importante hacer una obra de reflexión sobre la masculinidad ya que si es verdad que las mujeres hemos sido presas del machismo y la misoginia, también quería dar testimonio de que yo he conocido hombres de gran valor humano, ético, social, político, económico, filosófico e ideológico, entre ellos está mi padre, tíos, amigos y maestros, que también me apoyaron para poder ir construyéndome en libertad”.
Su obra se basa en tres caminos que se unen en un mismo destino. El primero de ellos es el de la memoria personal y emocional: “Luis Alberto era un tío al que yo admiraba, que era mi referencia como ser humano y de lo que representaba una pareja, ya que junto con su esposa Tere, se mostraban llenos de amor e ideales. A los 19 años, al enterarme de su suicidio me di cuenta que nada de lo que yo tenía pensado sobre el mundo me bastaba para explicar ese suceso. Desde entonces me prometí seguir con mis sueños y no tener miedo a las sombras. Tras su partida empezó mi camino de búsqueda”.
El paso siguiente fue lo documental. Fotografías, documentos, su tesis dedicada al Consejo Estudiantil Universitario y a los estudiantes de ese nivel. Empezar a encontrar quién era desde su excelencia académica, de la mirada de las personas que estuvieron cerca de él, obtener los documentos del CEU, qué fue lo que hizo a nivel político e ideológico, su comportamiento y de qué manera vivió después de ganar la gratuidad de la UNAM.
Y, la tercera vertiente fue la recapitulación de la búsqueda documental y el proceso de investigación en conjunto con los intérpretes. Todos son hombres que se encuentran entre los 28 y 33 años, justo la edad de Luis Alberto. “Fue un proceso en salón alrededor de preguntas, improvisaciones, reflexiones y sobre ellas empezar a generar las primeras escenas que ya tenía muy claras, como Luis Alberto instalado en un desierto, en un andar de eones, encontrar la salida a ese estado de desilusión en el que entró y al mismo tiempo, generar con los chicos la búsqueda de un arquetipo, en este caso el de Orfeo que va a buscar al Inframundo a Eurídice y tras no poder rescatarla es desmembrado”, aseveró Alvarado.
Los creadores escénicos cumplen con el reto de evocar el espíritu de la época y la efervescencia de la ideología juvenil partiendo de lo colectivo a lo personal. Este acto de invocación cuenta con Bárbara Alvarado, Luis Galavíz, Diego Martínez Villa, Paulino Medina, Vera Rivas y Antonio Soria, todos ellos comprometidos y complementarios entre sí desde sus distintas formas de habitar la escena gracias a su preparación física, profesional pero también abiertos a vivir su sensibilidad para poder tocar sutilmente el corazón del público a través del movimiento y las voces.
Para lograrlo, los seis intérpretes se ven arropados por un grupo de creativos cuyas trayectorias han demostrado un trabajo sensible, talentoso y arriesgado, que naturalmente fueron mezclando sus dispositivos escénicos en la medida que se fue necesitando de ellos para encontrar su potencia. Por lo tanto, la idea original, dirección coreografía y espacio escénico es de Bárbara Alvarado. La dramaturgia y codirección está en manos de Juan Carlos Franco, también los acompaña Isabel Asiain en el asesoramiento vocal.
Del diseño de iluminación se encarga Alita Escobedo, en asistencia de iluminación se encuentra Anayansi del Carmen Díaz. Se suma al proyecto Selene Bautista en el diseño de arte y vestuario, la realización de vestuario está a manos de Lety Mendez, Adriano Morales con el diseño sonoro, batería y banjo; la música original es de Gerardo Tovar, en la interpretación de piano está Ale Sosa. Relato también cuenta con Bárbara Alvarado, Diego Martínez Villa y Vera Rivas como productores.
La difusión y relaciones públicas corre por parte de Sandra Narváez. En la asistencia de dirección está Ale Sosa. La producción ejecutiva es de Bárbara Alvarado, Luis Galaviz, Vera Rivas, Antonio Soria y Ale Sosa. Un montaje de Aletheia Cuerpo Escénico y Mierda Bonita Producciones con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro.
Alvarado describe que: “el proceso ha sido el montaje más doloroso y más placentero de la vida. Mi objetivo final era darle utilidad a tantos años, carreras, países en los que he vivido y trabajado con grandes maestros con los que he estudiado, compañeros creadores que están en mis células. Yo necesitaba ocupar todo eso y ponerlo al servicio de los jóvenes de ahora, de la memoria de nuestro país y al mismo tiempo hacer al menos un acto de salvación, al traer el nombre de mi tío a la luz, misma que comparte al equipo y a los espectadores”.
El montaje se ha presentado en el Teatro Ocampo en Cuernavaca y el Foro del Museo de la Ciudad en Querétaro con funciones llenas. Actualmente, preparan una función única el día jueves 25 de agosto a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
Beneficiaria del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2019-2022 del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, Bárbara Alvarado concluye con una reflexión sobre su andar: “Relato me llena de lágrimas, pero también de más vida, recordándome que el tiempo que tenemos es finito. Cada vez que me acerco a hablar de él a ensayarlo y presentarlo, vuelvo a vibrar con un suceso tan fuerte y doloroso para mí, pero tal como me hizo ver uno de los espectadores, que está lleno de muchísimo amor porque probablemente su partida me otorgó alas”.
Relato se presentará en una sola función el jueves 25 de agosto a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico, Metro Allende), con los cuidados sanitarios necesarios: uso permanente de cubre-bocas y de gel anti-bacterial, tanto de parte del personal del teatro como de los espectadores.
Admisión: entrada general, $250. Los boletos se pueden adquirir en la taquilla del teatro y en las plataformas digitales de Ticketmaster.
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