LA OTRA FAMILIA

Por Fabián Quezada León

Al ser abandonado durante 3 días por su madre adicta al crack, Hendrix, un pequeño de 7 años, es rescatado por Ivana, una amiga y encargado a una pareja homosexual; Jean Paul y Chema. Su madre es forzada a entrar en rehabilitación, mientras Patrik su amante, un traficante de drogas, ve en el niño un redituable negocio si lo vende a un matrimonio en crisis que acaba de perder a su bebé. Ante esas circunstancias ¿qué familia le conviene a Hendrix?

La cinta se estrenó en medio de gran promoción en México y después de haber sido vista en varias funciones previas por diversos públicos (desde su kilométrica primera versión que se estrenó en el Festival de Morelia del 2010)

La película en sí no es polémica (alcanzó la clasificación b 15 solamente), y el sustrato de la trama es el encontrarle la familia ideal al niño abandonado. Claro que alrededor se coloca tal cantidad de historias paralelas que todas se pierden en un guión que tira para todas partes y no da de sí.

A partir de muchos personajes se plantean diversos escenarios de lo que la conceptualización de familia deviene a ser en estos comienzos del siglo XXI, evidentemente sobre formas familiares no hay nada escrito y tampoco son infalibles en el cien por cien de los casos; pero ¿qué pasa en la cinta? Que desgraciadamente, el guión se expande al infinito y más allá… y desde siempre hemos sabido que quién mucho abarca…

Planteemos los principales escenarios: Hendrix (Loza) y Nina su madre (Norvind). Una familia que escapa a las convenciones. Ella es drogadicta, es evidentemente pobre y tiene un amante que también es su dealer. Situación; no es que ella no quiera a su hijo, pero está mucho más ocupada atendiendo su pasión por las drogas… y a su amante, el cual dicho sea de paso, de dealer intenta convertirse en tratante de blancos.

Jean Paul (Salinas) y Chema (Guzmán) una pareja gay que se presenta como estable y que reúnen los atributos de ser guapos, exitosos, y muy ricos… a los cuales por coincidencias del destino les cae el niño “a consignación” “nada más mientras sale su mamá del hospital.

Una pareja heterosexual de alta posición económica con diversos problemas matrimoniales que evidentemente están en una severa crisis y que enfrentan la pérdida de su hijo.

Por otra parte, una pareja de mujeres gay desean tener un hijo para lo cual recurrirán a la inseminación artificial, pero al dudar sobre el donante deciden ofrecer pagar el esperma del propio hermano de una de ellas…

Un sacerdote que es amigo de la pareja gay y que apoya su relación
La servidumbre que desconfía de las intenciones de la pareja al “hospedar” al menor.
Con todos estos elementos que hubieran bastado cada uno para desarrollar una historia, se nos lanza un guión que se complicó y enredó tanto que eso se reflejó directamente en pantalla en la primera versión a la que aún siendo tremendamente larga le faltaba tiempo para desentrañar todos los problemas en los que se fue metiendo.

Como la película duraba tanto como la infancia de Heidi, se le hizo una nueva edición que desafortunadamente dejó situaciones volando… Sin considerar que el final se precipita repentinamente en una descontrolada avalancha de lágrimas/justicia divina/violencia y melodrama propio de la tele más recalcitrante, en la que a través de 280 capítulos se desarrolla la trama principal y todas las sub tramas que se requieran...

¿Qué sucede en este caso? que entre este pesado entramado, los personajes no tienen tiempo de desarrollarse y que el punto generador de la acción: la creación de una familia, se llega a perder entre tantas cosas: muertes encarcelamientos/ jaloneos/ abandonos/ rezos/ venganzas/ gritos y una larga lista de etcéteras .

Peor aún, el argumento se mete a un angosto corredor de "la toma de decisiones" para que el espectador sin mayor salida converja en lo que se desea. Sin embargo, parece justo realizar unas leves anotaciones:
Se va a crear una familia nueva en medio de una unión gay, muy bien, eso no está a discusión. Pero…por principio de cuentas ellos no querían un hijo, les cae este niño y se encariñan… pero prácticamente fueron “cercados” por las circunstancias.
La madre drogadicta de Hendrix y su amante traficante desde luego son una opción que nadie consideraría para que se haga cargo del chamaco.
La situación de la pareja heterosexual con un marido infiel, una esposa que está sufriendo las consecuencias de un trauma y la completa inexistencia de afecto entre ellos, cierran tramposamente las posibilidades para pensar que el niño sería feliz en esa casa.
Entonces el pasillo argumental nos lleva a que la opción óptima de familia para Hendrix es la de Jean Paul y Chema. (que estaría perfecto si se hubiera justificado de otra manera) Nadie jamás pondría en duda su validez.

Pero, ¿qué hubiera sido si la madre del niño no fuera drogadicta, o si la pareja heterosexual hubiera sido una pareja “funcional”…? ¿Aún serían Chema y Jean Paul la mejor opción?... Ojalá lo supiéramos.

Esa sería la verdadera confrontación de la opinión del público, en igualdad de circunstancias ¿quién es mejor perspectiva para criar un niño?

Ante esto, la cinta sola se pone la puntilla; se desdibuja por completo al final. Desgraciadamente se queda en simple "sugerencia" y no se firma como una declaración abierta.
Como corolario; el planteamiento de que la pareja de lesbianas que desean procrear lo hagan con el esperma del hermano es una trama tan complicada que requeriría de su propia película para explicarla.

Director: Gustavo Loza
Reparto: Jorge Salinas, Luis Roberto Guzmán, Ana Serradilla, Nailea Norvind, Silverio Palacios, Carmen Salinas, Dominika Paleta, Bruno Loza
País: México
Año: 2011
Género: Drama
Duración:
Clasificación: Mayores de 15. Uso de droga, violencia, breves escenas con contenidos sexuales, breves desnudos
Fecha de estreno en México: 25 de Marzo