Por Julia Elena Melche.
De la comedia oscura sobre un peculiar triángulo amoroso en Lo opuesto del sexo, el realizador Don Roos pasó a la comedia romántica en Un vuelco del corazón para hablar de los riesgos que conlleva un romance. En sus cintas ha mostrado un particular interés por los problemas en la vida familiar y matrimonial, así como por construir personajes femeninos vulnerables, aunque finalmente valerosos. Fue guionista de Mujer soltera blanca busca, Marley y yo y Las diabólicas. Ahora, adapta la novela Amor y otros imposibles de la escritora judía afincada en Norteamérica Ayelet Waldman, cuya protagonista es una joven madre que se culpa de la muerte de su bebita de escasos meses de edad.
A través de la historia de Emilia, Waldman reflexiona en torno al rol de la mujer como madre y las dificultades, malestares, rechazos y ambivalencias que genera esta condición. En el libro plantea la obligación ancestral femenina de ser siempre buena madre y expone que la mayoría de las madres contemporáneas se sienten de alguna manera fracasadas. El realizador Roos parte de esta premisa del texto original para narrar las dificultades que tiene Emilia para llevarse bien con su hijastro William de cinco años y mostrar el dolor que arrastra por la pérdida de su hijita.
Interpretada por Natalie Portman, Emilia es una guapa y joven licenciada en derecho que trabaja en un prestigiado despacho de abogados en Nueva York e inicia un romance con su maduro jefe Jack (Scott Cohen) casado con la ginecóloga Carolyne (Lisa Kudrow). Al poco tiempo, Jack se divorcia para casarse con Emilia y su hijo William va a vivir con ellos. Ahora Emilia es una mujer desaliñada, apática, malhumorada y no muestra emoción por la vida. Recoge a William cuando sale de la escuela y va a casa. Le da de comer lo que encuentra en el refrigerador y es evidente la relación conflictiva que existe entre ambos.
La cinta transcurre en la continua tensión y discusiones que Emilia tiene con su hijastro a quien trata con frialdad. Por su parte, William es un niño malcriado y sobreprotegido por su madre, pero muy precoz, que molesta a Emilia con sus frecuentes preguntas incisivas, en apariencia inocentes. Mediante algunos flashbacks, el filme informa el trágico evento que tiene a Emilia sumida en un desasosiego emocional y la desesperanza, que amenazan con destruir su matrimonio.
El duelo por la muerte de un hijo ha sido tratado de manera magistral en La habitación del hijo del italiano Nanni Moretti y en Crimen imperdonable de Todd Field. En el filme de Roos el duelo se ha vuelto un estado patológico como el de la desconsolada madre de Anticristo del danés Lars von Trier, que se auto castiga y busca ser juzgada, o el de la madre que quiere redimirse de Rabbit Hole (Nido vacío), próxima a estrenarse y por la que Nicole Kidman estuvo nominada a Mejor actriz en la pasada entrega de los Óscares. Ahora, Natalie Portman, al igual que Kidman ofrece una actuación decorosa, pero no sobresaliente, en un melodrama que brilla por la magnífica interpretación del pequeño Charlie Tahan, en el rol de un niño insoportable, pero perfectamente delineado y cuya conducta es la respuesta lógica ante la madrastra que vino a romper al hogar que tenía. Por otra parte, la actuación de Lisa Kudrow resulta toda una sorpresa, quien de hacer reír en Friends, ofrece aquí un personaje detestable y odioso. Con un título original, Amor y otras cosas imposibles, mucho más sugerente que el puesto en español, Amor equivocado es la crónica de los sentimientos de culpa que no sólo hieren a quien los que los padecen, sino que también hacen daño a los seres que se aman.
Dirección: Don Roos.
Reparto: Natalie Portman, Lisa Kudrow, Scott Cohen y Charlie Tahan.
País: Estados Unidos.
Año: 2009.
Género: Drama.
Duración: 119 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 18 de marzo de 2011.
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