sábado, 19 de enero de 2013

DJANGO SIN CADENAS: LA VIOLENCIA IRÓNICA DE TARANTINO.


Por Julia Elena Melche.

Es el sur de la Unión Americana, dos años antes de iniciar la Guerra Civil, y el Dr. King Schultz es un hombre de origen alemán que se dedica a cobrar las recompensas que se ofrecen por los bandidos. Ahora persigue a unos asesinos,  los hermanos Brittle. Para lograr su objetivo busca la ayuda de un esclavo llamado Django, a quien compra y le promete dejarlo en libertad cuando hayan capturado a los forajidos, vivos o muertos.

Así, Django se convierte en un experto pistolero y luego en el socio de Schultz. Perfeccionado como un hábil cazador humano, Django buscará entonces a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), a quien perdió tiempo atrás en un mercado de esclavos y ahora es sometida en una plantación de algodón, propiedad del tirano y sádico Calvin Candie (Leonardo di Caprio), cuya diversión es poner a pelear a sus esclavos

En su reciente filme, el actor guionista y realizador estadunidense Quentin Tarantino elabora una nueva y explosiva mezcla genérica, donde combina sangre, violencia y mucho humor irónico.  Su manufactura de western no es casual. Está inspirada en el espaguetti western Django,  de 1966, dirigida por el italiano Sergio Corbucci y protagonizada por Franco Nero, quien aparece en la cinta en un papel secundario.

No obstante los diversos temas e historias que Tarantino ha abordado a lo largo de su vasta filmografía, su estilo furiosamente inventivo se percibe en todas sus películas. Desde su joya cinematográfica  realizada en 1992, Perros de reserva hasta Bastardos sin gloria. Sus cintas, películas de culto serie B, caminan por los terrenos de la brutalidad y el exceso, abordan la subcultura del estadunidense medio  y están llenas de referencias fílmicas, percibiéndose las múltiples influencias cinematográficas de los hermanos Ethan y Joel Coen, los realizadores vanguardistas  de Simplemente sangre y Fargo, entre otras.

En Django sin cadenas están presentes el gusto tarantinesco por la ironía, su sofisticado estilo gore, su inclinación por las acciones tensionales de imaginación renovadora y sus hábiles cambios de tono llenos de dinamismo y extravagancias. Se trata de un enorme paquete de géneros que el cineasta renueva, reconstruye y mezcla a su antojo. Los asesinatos son de una hiperviolencia desbordada que terminan siendo un espectáculo visual de locura y sangre muy disfrutables que rematan en la autoparodia.

Entre las interpretaciones sobresalen las del talentoso Christop Waltz como el educado cazarrecompensas ,  quien trabajo también en Bastardos sin gloria, Jamie Foxx como Django, recordado por su actuación en El solista, y Samuel L. Jackson como el racista y cruel sirviente negro Stephen.  Los personajes están muy bien delineados, convirtiéndose en estereotipos fílmicos. Así conviven en la historia el bueno y la víctima Django, el malvado y deshumanizado amo Calvin Candie, el oportunista Dr. Schultz, el obediente e incondicional sirviente Stephen y la princesa rescatada Broomhilda. Por otra parte, Tarantino aborda el asunto del racismo y del sometimiento  hacia los negros de manera realista y sin complacencias, haciendo recordar a clásicos del tema como La cabaña del tío Tom y El color púrpura, por su inmejorable violencia gráfica.

Django sin cadenas estará presente en la próxima entrega de los premios Óscar, nominada a Mejor Película, a Mejor Actor de Reparto (Christop Waltz), a Mejor Guión Original, a Mejor  Fotografía y a Mejor Edición de Sonido.

Dirección: Quentin Tarantino.
Reparto: Jamie Foxx, Christop Waltz, Leonardo di Caprio, Kerry Washington y Samuel L. Jackson.
País: Estados Unidos. Año: 2012.
Género: Drama de acción y violencia.
Duración: 165 minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 18 de enero de 2013.

No hay comentarios: