Luego de tres años de haber solicitado su divorcio, Viviane Amsalem comparece ante el Tribunal Rabínico para conseguir lo que ella considera un derecho, que sin embargo, solo le es otorgado al varón. Las estrictas leyes religiosas de Israel establecen que únicamente el esposo puede conceder el divorcio y Elisha Amsalem se niega, argumentado que no hay razones válidas, pues no ha sido infiel ni ha ejercido violencia física hacia Viviane.
Casada desde hace veinte años, pero separada del marido desde hace algún tiempo, Viviane desea terminar oficialmente con un matrimonio en el que no es feliz y solo anhela tener en sus manos el guett, documento que certifica la disolución legal del vínculo y que la pareja es libre para volver a casarse de acuerdo a la ley judía, y que da el nombre al título original del filme, una profunda observación crítica a la anquilosada sociedad patriarcal israelí de nuestros días, bajo la influencia de la intolerancia religiosa, no obstante su gran población laica y sectores religiosos modernos y moderados.
Los encargados de este vigoroso drama femenino, El juicio de Viviane Amsalem, son los hermanos Ronit y Shlomi Elkabetz, quienes anteriormente filmaron juntos dos cintas sobre el dominio masculino y la emancipación de la mujer en Israel. En Tomar
esposa (2004), Viviane manifestó su deseo de abandonar a su indiferente esposo, pero desiste de su anhelo por las presiones familiares. En 7 días (2008), la mujer conseguía alejarse de marido, pero el rechazo de sus parientes le hacían la vida difícil. Con su reciente entrega cierran una suerte de trilogía en la que Ronit ha llevado el papel protagónico, junto con el actor francés de origen armenio Simon Abkarian, como el esposo.
Recordada en la película israelí La visita de la banda (2007), Ronit Elkabetz, consigue un destacado trabajo como cineasta y actriz. De manera acertada, elige como escenario el estrecho y cerrado espacio de un frío juzgado, por el que desfilan familiares, amigos y vecinos, los testigos que defienden o condenan a Viviane ante los tres rabinos, quienes animan a la mujer a regresar al hogar conyugal y se muestran tolerantes con el marido. En este marco austero, casi teatral, se respira una atmósfera asfixiante, donde los silencios, gestos y miradas son tan importantes como las palabras.
Acompañada por su abogado Carmel (Menashe Noy) y vestida de manera discreta, casi siempre de negro, la mujer resiste en una silenciosa angustia ante la calma gélida del cónyuge. Pero su lucha será larga y dura. Elisha sigue negándose en cada audiencia. Su tozudez e intransigencia prolongará el proceso por años, apoyado por preceptos religiosos que ponen a prueba la paciencia de Viviane.
No obstante su postura de denuncia, la cinta se aleja de maniqueísmos al presentar un marido como producto de una sociedad patriarcal, machista y misógina. Elisha defiende las leyes con las que creció y lo formaron. Si bien, es el villano arrogante que se siente seguro porque sabe que tiene la última palabra, nunca un monstruo, sino un hombre que se siente humillado por un posible divorcio y busca persuadir a la mujer para que vuelva a casa, aunque no tenga ni voz ni voto, sino porque es su deber.
La estructura narrativa del relato es uno de sus puntos destacados. Mediante austeras tomas fijas y el uso expresivo del campo-contracampo en primeros planos, los realizadores capturan el sentir de los protagonistas; la pasividad de Elisha, las miradas de desprecio y de rabia contenida de la mujer al marido, la defensa acalorada de Carmel, la severidad de los jueces.
Los encuadres en subjetivo, a manera de punto de vista de un personaje, permiten al espectador involucrarse con más fuerza en el conflicto y momentos de enorme tensión dramática se registran en el desesperado abrupto de coraje e impotencia de Viviane frente al tribunal que ha aniquilado su fortaleza física y emocional. Mención especial merece el manejo del tiempo con hábiles elipsis hasta llegar al final de una lucha sofocante, en la que el control masculino impone una libertad a medias.
Una cinta sobresaliente que construye un vigoroso eco de la voz ahogada de la mujer israelí ante la prepotencia masculina. Muy recomendable.
Una cinta sobresaliente que construye un vigoroso eco de la voz ahogada de la mujer israelí ante la prepotencia masculina. Muy recomendable.
Dirección y Guión: Ronit Elkabetz, Shlomi Elkabetz.
Reparto: Ronit Elkabetz (Viviane Amsalem), Simon Abkarian (Elisha Amsalem), Sasson Gabai (Shimon Amsalem), Menashe Noy (Carmel Ben-Tovim), Rami Danon (rabino Danino), Roberto Pollack (rabino Abrahan) y Eli Gornstein (rabino Salomón).
País: Israel-Alemania-Francia.
Año: 2014.
Género: Drama.
Duración: 115 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 29 de mayo de 2015.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 29 de mayo de 2015.
LOS DIRECTORES.
Ronit Elkabetz nació en Beerseba, Israel en 1964 en el seno de una familia de origen marroqui. Se inició en la farándula como modelo y debutó como actriz en 1990 en Hameyu'ad (T.I. The Intended), coproducción entre Israel y Francia, países donde ha desarrollado su exitosa carrera. En 1995 escribió su primer guión, Tzaleket (T.I. Scar), ganadora de cuatro premios de la Academia de Cine Israelí. En el 2004 escribió y debutó como directora con Ve'Lakhta Lehe Isha (T.I. To Take a Wife), parcialmente autobiográfica y codirigida con su hermano Shlomi. Con su segunda cinta como realizadora, Shiva (T.I. 7 Days), obtuvo el premio Wolgin a mejor película en el festival de Jerusalén, y en mayo del 2010 recibió el premio Cultura Francesa en el Festival de Cannes, galardón otorgado a los realizadores de marcado compromiso social en su obra. El juicio de Viviane Amsalem es su tercera cinta en codirección con su hermano, y con ésta culmina una trilogía dedicada a mostrar la situación en desventaja de la mujer en el contexto social y religioso del Israel actual.
Shlomi Elkabetz nació en Beerseba, Israel. Debutó como realizador al lado de su hermana Ronit con Ve'Lakhta Lehe Isha, opera prima ganadora del Premio de la Audiencia en la Semana de la Crítica del festival de Venecia en 2004. Codirigen Shiva en el 2008, y en el 2011 Shlomi dirige su primera película en solitario, Edut (T.I. Testimony), estrenada en el festival de Venecia. El juicio de Viviane Amsalem fue estrenada en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes 2014 y exhibida en más de una veintena de festivales internacionales.
EL JUICIO DE VIVIANE AMSALEM (GETT) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS Y EN CINETECA NACIONAL A PARTIR DEL 29 DE MAYO DE 2015.
HORARIOS EN CINETECA NACIONAL.
Viernes 29 de mayo. Sala 4 a las 16:15 y 21:00 hrs.
Sábado 30 de mayo. Sala 4 a las 16:45 y 21:30 hrs.
Domingo 31 de mayo. Sala 4 a las 16:15 y 21:00 hrs.
Martes 2 de junio. Sala 4 a las 15:30 hrs.
Miércoles 3 de junio. Sala 4 a las 15:30 hrs.
Jueves 4 de junio. Sala 4 a las 16:15 y 21:00 hrs.
HORARIOS EN CINETECA NACIONAL.
Viernes 29 de mayo. Sala 4 a las 16:15 y 21:00 hrs.
Sábado 30 de mayo. Sala 4 a las 16:45 y 21:30 hrs.
Domingo 31 de mayo. Sala 4 a las 16:15 y 21:00 hrs.
Martes 2 de junio. Sala 4 a las 15:30 hrs.
Miércoles 3 de junio. Sala 4 a las 15:30 hrs.
Jueves 4 de junio. Sala 4 a las 16:15 y 21:00 hrs.
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