Por Fabián Quezada León
Célestine (Seydoux) es una bella y joven mujer parisina quien trabaja como asistente doméstica. Sin embargo no dura en los trabajos porque en todas las casas donde ha servido provoca un poco las pasiones. En su ir y venir en las casas de sus patrones ha vivido intensas experiencias. Necesitada de un sueldo, deja París para ir a trabajar a la gran casa de los Lanlaire, (Mollet y Pierre) unos burgueses en la provincia.
Su trabajo es asistir en las tareas domésticas de la mansión al mismo tiempo que frenar los constantes asechos del señor de la casa y en simultáneo recibir las órdenes absurdas de su patrona, quien es petulante avara y además gobierna con mano de hierro.
En la
casa se encuentra con Joseph (Lindon) el jardinero, un hombre hermético por el que va a comenzar a sentir una fascinación extraña. El destino de
Celestine va a cambiar radicalmente en su desesperada lucha por salir de su
vida de servidumbre aunque tal vez su decisión no la libere por completo.
Benoit Jacquot co escribe
y dirige una adaptación de la ya clásica obra Mirbeau “Diario de una
camarera” que había sido llevada previamente al cine nada más y nada
menos que por Luis Buñuel y Jean Renoir. La tarea de dar una nueva visión a la obra con
la figura de semejantes cineastas adelante hubiera parecido un reto imposible de
franquear si no cae en las manos de Jacquot, porque tal parece ser que siente
una especial inclinación por las historias de jóvenes mujeres que son colocadas
en situaciones límite ante la vida.
En esta ocasión
vuelve a hacer mancuerna con Seydoux con
quien ya había trabajado en “Adiós a la
reina”, para meternos a la vida de Celestine, esta compleja muchacha que es
arrastrada a situaciones de servidumbre, que se contraponen con su carácter fuerte
y a veces agresivo, y a la que llegamos a entender, con cada golpe que el
destino le da, un poco más.
Como la
historia de los abusos de los más poderosos hacia los más humildes sigue repitiéndose,
ad nauseam en todo el mundo, el tema
de Mirbeau sigue punzante y actual, esta pequeña muestra de dominación y
subyugación que se da en los feudos domésticos sigue presentando multiplicidad
de formas, pero permaneciendo en el fondo la misma fórmula: amos y servidumbre.
La vida
de Celestine transcurre de trabajo en trabajo y como en la vida misma, tiene
sus altas como cuando encuentra a una
consternada y compasiva abuela que solo quiere que su nieto se salve de la
tisis… o sus bajas… como cuando Celestine cae en casa de los Lanlaire.
Jacquot nos va inmiscuyendo en la cerrada vida de este hogar provinciano, donde el sofoco de la cotidianeidad es campo fértil para el chisme, los abusos sexuales y por qué no?, hasta el crimen.
Observando detrás de los pestillos, deslizándose por las escaleras, susurrando en la cocina alrededor de la mesa de los criados, se tejen los hilos de la trama donde el destino se aprieta en torno a los personajes.
Joseph el jardinero parece ser el único, que por vivir fuera de la casa, puede librarse de este vaho que inunda y contamina las situaciones. Él está lejos del sonido martillante de la campanilla frenética de la patrona, pero un hilo invisible lo ata a la vida de la mansión; una pasión que ha ido carcomiéndolo, una pasión turbia que encuentra con Celestine un detonante perfecto. Ambos, un poco sin saberlo otro tanto sin pensarlo, ven en el otro un reflejo de sí mismos. Su alma gemela en el lado oscuro.
Jacquot nos conduce por este mundo de pretensiones e hipocresías de la clase burguesa rural que pretende ser “cosmopolita” al mismo tiempo que da ese toque de malicia que se contagia entre los chismes y libertinajes de los criados y los amos, la sociedad rural y la urbana simplemente son y serán de vicios privados y virtudes públicas y en medio de esto, las opciones para poder sobrevivir en la posición de Celestine se achican y anulan unas a otras, hasta dejar un camino de dudoso beneficio y altos riesgos; un camino en el que ella escoge entre lo pésimo y lo menos malo.
La
cuestión es que la fatalidad vuela pocos centímetros arriba de la rubia cabeza
de Celestine, no podemos evitar pensar que por más que luche y se resista, poco
a poco el cieno de la desgracia la va a inmovilizar, vez tras vez, sus opciones
se reducen, vez tras vez su destino la aprisiona.
¿Qué le queda? ¿Convertirse en prostituta? ¿Encontrar un lascivo patron
que la proteja? ¿Ser la esclava de un
ser tan oscuro como Joseph? …todo es igual de sórdido. Y de repente nos surge
un destello, de que pueden haber pasado más de cien años y no importa la rabia,
no importan las lágrimas, no importa la rebeldía; mientras más cambian las
cosas, más permanecen siendo,en el fondo, las mismas.
Director: Benoit Jacquot.
Reparto: Léa Seydoux, Vincent Lindon, Clotilde Mollet, Hervé Pierre, Vincent
Lacoste.
Año:
2015.
País: Francia/Bélgica.
Género: Drama.
País: Francia/Bélgica.
Género: Drama.
Duración:
96 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en
México: 27 de Agosto
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