Por Julia Elena Melche.
No obstante el error, confusión y deslucimiento que cubrió a
la reciente ceremonia de los premios Oscar, Moonlight se erigió como
Mejor Película, ganando además en las categorías de Mejor Guión Adaptado y
Actor de Reparto (Mahershala Ali). La gran favorita, La La land: una historia de amor,
de Damien Chazelle, levantó los aplausos cuando por equivocación se anunció como
la ganadora, sin duda un filme de música e imágenes bellísimas que invitan a
soñar y cuyo realizador supo rescatar con gran ingenio y habilidad el género
musical.
Sin embargo, Moonlight, segundo largometraje del
director y guionista afroamericano independiente Barry Jenkins, sin tener una gran
producción ni espectacularidad, significa una significativa resurrección del
cine afroestadunidense, en la línea de las películas reflexivas y críticas de Spike
Lee y John Singleton que retrataban los problemas de las comunidades de raza
negra. Se trata de un filme necesario en una Norteamérica con violentas revueltas
y enfrentamientos raciales, y con las preocupantes manifestaciones de intolerancia,
discriminación y xenofobia que su presidente está alimentando.
Moonlight
cuenta la difícil infancia, adolescencia y madurez de un chico afroamericano
que crece en un suburbio violento y pobre de Miami. El personaje es Chiron,
apodado “Pequeño” por su personalidad y tamaño, un niño tímido y apocado que es
maltratado por los otros niños del barrio y compañeros de clase. Huyendo
constantemente del ambiente incómodo de su casa, con una madre adicta al crack
que lo ignora, Chiron conoce un día al gigantón Juan (Mahershala Ali, espléndido), un
narcotraficante que se convierte en su mentor espiritual, en la figura paterna de
la que carece y en un ejemplo a seguir.
El relato de la infancia, adolescencia y madurez del protagonista,
está dividido en tres episodios, Little, Chiron y Black, a su vez, está basado en la obra teatral In Moonlight Black Boys Look Blue, de Tarell Alvin McCraney, y en
el que existen apuntes biográficos del director, nacido en el mismo barrio
marginal del filme en Miami, con una familia desestructurada, sin recursos, y viviendo
en un ambiente de drogas y violencia. De ahí quizás su mirada profundamente
realista, pero al mismo tiempo con enorme agudeza para describir el crecimiento
emocional de Chiron y el descubrimiento de su homosexualidad con el beso
cariñoso de su amigo Kevin (Jharrel Jerome).
A la magnífica factura de la cinta, es importante destacar
las interpretaciones de un destacado grupo de actores que dan forma a este
drama intimista. Alex Hibbert, Ashton Sanders y Trevante Rhodes, quienes
interpretan a Chiron en las tres etapas de su vida, la británica Naomie Harris
como Paula, la madre, nominada al Óscar como Mejor Actriz de Reparto y el inmejorable Mahershala
Ali como el narco benefactor Juan, merecedor indiscutible de la estatuilla como
Mejor Actor de Reparto.
A estos galardones, Moonlight ha recibido el Globo de Oro como Mejor
Película, 6 Premios Spirit del Cine Independiente, que incluyen película,
dirección y guión, entre una treintena más de reconocimientos. Su historia
aborda la marginalidad racial y sexual del protagonista, pero sin lecciones
morales ni chantajes sentimentales. En su lugar, retrata con mesura la lucha de
Chiron por encontrar su identidad sexual y un espacio en una sociedad prejuiciosa y hostil
que cuestiona su homosexualidad y le cierra todas las puertas.
MUY RECOMENDABLE.
Directción: Barry Jenkins.
Guion: Barry
Jenkins (Historia: Tarell Alvin McCraney)
Reparto: Trevante
Rhodes, Naomie Harris, Mahershala Ali, Ashton Sanders, André Holland, Alex R.
Hibbert, Janelle Monáe, Jharrel Jerome, Shariff Earp y Duan Sanderson.
Año: 2016.
País: Estados Unidos.
Duración: 111 minutos.
Género: Drama.
Clasificación: Mayores de 15 años.
LUZ DE LUNA (MOONLIGHT) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS Y EN CINETECA
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