domingo, 19 de marzo de 2017

T2 TRAINSPOTTING: LA VIDA EN EL ABISMO (T2 TRAINSPOTTING)




Por Fabián Quezada León

“Choose life, Choose Facebook, Twitter, Instagram and hope that someone, somewhere cares.
Choose looking up old flames, wishing you’d done it all differently
And choose watching history repeat itself.
Choose your future
Choose reality TV, slut shaming, revenge porn.
Choose a zero hour contract, a two hour journey to work
And choose the same for your kids, only worse, and smother the pain with an unknown dose of an unknown drug made in somebody’s kitchen
And then… take a deep breath
You’re an addict, so be addicted
Just be addicted to something else
Choose the ones you love
Choose your future
Choose life”

Primero hubo la oportunidad, luego llego la traición…. En un abrir y cerrar de ojos han pasado 20 años…y de repente nos volvemos a encontrar a estos viejos y significativos compañeros que tienen hábitos no muy sanos, pero sí muy aferrados.

Los cuatro escoceses más representativos para toda una generación, asaltan de nuevo la pantalla para darnos un nuevo estremecimiento,  una sobre dosis tan cercana y profunda que provoca efectos colaterales.

Como si asistiera a una deseada (pero temida) cita con el destino, Renton (McGregor) regresa a Edimburgo, donde lo esperan: un doloroso acontecimiento familiar,  un adicto Spud (Bremmer) quién prácticamente ha desperdigado su vida y un no menos desenfrenado y drogadicto Sick Boy (Lee Miller) quien, aún no puede perdonar a Renton la jugada que le hizo algunos años atrás cuando desapareció con aquellas 4,000 libras…. Y desde luego, otro al que no se le olvida esto, es al violento Begbie (Carlyle) quien sigue en la cárcel y ve rechazada su conmutación de condena. Pero Begbie decide que ya “se cansó de rogarle” al estado por su liberación, es la hora en la que debe hacer algo por sí mismo. Inevitablemente, los cuatro amigos se van topar y muchos “asuntos pendientes” van a salir a la superficie.

Danny Boyle se basa en la obra de Welsh (Porno, 2002) y se lanza de nuevo al ruedo logrando reunir al elenco principal de la cinta icónica de los finales de los 90’s y cuya influencia dentro de la corriente literaria/social de la postmodernidad, es innegable.

Boyle junto con Welsh (quien además hace un cameo en la cinta) retoman la inspiración de “Porno” le hacen ajustes y dan a los personajes más tiempo y aún mas resonancia no solo en sus contemporáneos, sino entre la generación que siguió que hoy por hoy se encuentra permeada por las palabras de Renton “Choose Life”.

Renton mismo como eje conductor de la trama que vemos nos hace conscientes de que el tiempo ha transcurrido para ellos también, ya no son los jovencitos drogatas, son adultos que de alguna manera perdieron la brújula, con incontables e insondables cargas de las que ni pueden y quieren deshacerse porque no se imaginan que haya más allá y si lo imaginan, le temen.

La dirección de Boyle, es el axis mundi aquí y como en otras ocasiones en sus cintas, muestra su sello entre otras muchas cosas en la predilección de esa búsqueda del personaje menos pensado para que la fortuna le haga un guiño, (para bien o para mal) y lo interesante es que, sin importar  todo lo que imaginemos, súbitamente el panorama puede cambiar,  (dado que  la fortuna no hace diferencias y rápida como pasa va dejando sus dones) así que obvia decir, que esos regalos no siempre tienen que ver con bonanza económica, ni con drogas…. si no, con otras cuestiones y estas tal vez sean las más singulares, ya que  involucran infinitos diversos, que se encuentran muy por arriba de la simple fortuna; son la vida misma.

Boyle nos va acompañando, mientras uno a uno los ex amigos van encontrándose y conociendo sus realidades, después de esos veinte años en los que el limbo se transformó en las calles de Edimburgo, en un bar desolado donde Sickboy trafica con su “novia” Veronika (Nedyalkova) videograbando chantajes y snifeando coca, o en un grupo de “rehab” donde Spud finge ante los otros adictos y guarda en un armario en su cerebro tantas historias como para llenar paredes que gritan secretos hasta quedar afónicas. Es también una oficina gubernamental, con una abogada que “dejó y se olvidó de las calles” o la cárcel de Saughton donde un iluso abogado de oficio no sabe “con quién se está metiendo”.

Y, como música de fondo, también son familias que crecieron desmembradas, mirando con azoro y desesperanza sus propias realidades y que han transformado lo que les quedó, aunque casi sea nada, en una oportunidad para seguir viviendo.

Mientras vamos hilando esto, Boyle nos deslumbra, y nos deja suspendidos en el aire,  en esos momentos que se quedan congelados, como si el mundo parara, como si fueran un fotograma de la realidad… que se va a quedar ahí perdido en el espacio y el tiempo, mientras dura la dosis de lo que traigas dentro del cuerpo.

Es cierto que el mundo de la literatura de Welsh se ha caracterizado por ser escabroso, repleto de drogas, sexo, alucinaciones y daños colaterales, configurándose como un compendio donde se extractan los ingredientes de una realidad social contemporánea que se inventa y recrea día con día, usando hasta la saciedad todos los artilugios que están a su alcance: redes sociales, media, corrupción, soledad, manipulación, falta de oportunidades, sexo, frustración, ilegalidad, gratificaciones inmediatas,  impotencia, adicción, ambición, superficialidad y mucha pero mucha rapidez.

Boyle lo toma, lo modifica, lo recrea, lo hace imágenes, se apoya en la adaptación de John Hodge y lo materializa en recuerdos…dolor, últimas oportunidades  y desfachatez.  Luego les agrega un soundtrack tan adictivo como alucinante y lo potencializa con las diversas líneas del relato… le da un corazón, descarnado y a veces cruel, pero es un corazón.

Correr huyendo desaforadamente después de los 40’s es más que una imagen que bombea tal cantidad de presión arterial que provoca el ahogo y se siente como preinfarto y las imágenes cristalizadas, inyectadas en las venas, obligan a trotar desbocadamente cuando por accidente se toma el tren equivocado y se reviven momentos. De golpe y sin anestesia  “se touristea por la propia juventud” (como dice Simon) y lo terrible es que el ahogo y la pérdida del sentido ya no tienen que ver con las sustancias ingeridas, sino con volver a ver ese pasado y confrontarlo con los trazados inesperados, los cambios de vía y de destino, que formaron lo que ahora llamamos “vida actual”

Tal vez el mundo en algún lugar absurdo tiene una puertecita secreta y estrecha por donde una nueva generación de Rentons, Begbies y Spuds  puedan colarse…  pero eso, claro, solo es una esperanza que danza frenética mientras escucha "Lust for Life"… y el cuarto se hace infinito.



Director: Danny Boyle
Reparto: Ewan McGregor, Robert Carlyle, Jonny Lee Miller, Ewen Bremner, Simon Weir, Anjela Nedyalkova, Kelly Macdonald, Shirley Henderson

País: Reino Unido
Año: 2017
Género: Drama
Duración: 1 hr. 57 min
Clasificación: Adultos. Uso y consumo de drogas, desnudos, lenguaje vulgar,
Fecha de estreno en México: 17 de Marzo

Se exhibe en Cinépolis. Para consultar horarios y cines ve  a
cinepolis.com.mx 
 





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