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Por
Fabián Quezada León
Will Ford
(Johnson) es un ex agente de la unidad de rescate de víctimas de secuestro del
FBI y veterano de Guerra. Pero tras un incidente Will se ve obligado a
retirarse prematuramente. Al paso del tiempo se convierte en experto en
seguridad y su nuevo y brillante trabajo será el de supervisar la seguridad del
imponente edificio de la Perla, un sofisticado y ultramoderno rascacielos de
dimensiones colosales (240 pisos) y
supuestamente con el mejor sistema de seguridad del planeta. Todo parece un
sueño, el trabajo ideal y super fácil, el edificio prácticamente “se cuida solo
“ verdad?... pues, obvio no!.
Zhao Long Ji (Chin
Han) El poderoso dueño del edificio tiene un secretito
que hará que el edificio sea violentado por sujetos muy peligrosos liderados
por Kores Botha (Møller) una especie de mercenario
terrorista
atrapando en la
tragedia a la familia de Will y además haciéndolo parecer como culpable del
atentado.
Bueno, está por
demás decir que los criminales se metieron con el hombre equivocado. Will Ford.
Tal vez para
muchos que pasen los 30 años será fácil encontrar las bases de esta trama; no
hay mucho que buscar y el mismo Dwayne
Johnson lo ha dicho, hizo esto como un homenaje a Infierno en la Torre, Duro de Matar y El Fugitivo.
Ya con eso el hilo principal de la cinta está mucho más que claro. 
Toda la
historia se desarrolla a partir de los intentos que un grupo terrorista hará
incendiando el edificio más alto del mundo para apoderarse de un flash drive
donde el multimillonario chino que construyó La Perla guarda ciertos sucios
secretitos. 
Todo esto alcanza múltiples víctimas colaterales, pero muchísimas menos
que lo que las cintas que las inspiraron lograron. Baste decir que en Infierno
en la Torre la mitad del elenco era devorada por las llamas. 
En Rascacielos
las soluciones para recuperar la información hubieran podido ser muchísimas más
pero, no hubiera habido incendio, cierto?
Entonces nos
lanzamos a las llamas y a la persecución de Will para ser testigos de sus
acrobacias, saltos y arrojo (además de sus obvias demostraciones de fuerza) Pero
todo esto no nos importa porque vamos a ver una película de Dwayne y sabemos
perfectamente lo que esperamos.
La película
recarga todo su peso en el imán de Johnson y mantiene con el tono de “no traten
de hacer esto en casa” la atención de la audiencia.
Hay un punto
flaco en la pinza de la trama sobre el héroe; Todo el esfuerzo de los
criminales se basa, no en hacer mal directamente a Will ni a su familia: Sarah su esposa (Campbell) y sus gemelos, Georgia (Roberts)
y Henry (Cottrell)
Su problema es
que se atravesaron en el logro del objetivo y por eso son víctimas en la mira,
pero no hay una rivalidad expresa entre Will y los terroristas; lo que coloca a
Will en el terreno de Héroe accidental que lucha por sus propias causas y de
paso salva la situación primaria. Lo que implica complicar aún más la tarea de
los villanos.
Todo el sabor
de Rascacielos es entonces colocado en la fantasía de acción pura no hay nada
que lo ate a parecer realista porque entonces todo parecería tan interesante
como una nota en un telediario nocturno.
También está el
detalle (y no es spoiler porque sale en los trailers) de que Will tiene una
pierna artificial, por lo que toda la acción física del personaje recae en sus
poderosos brazos y dedos.(Y su increíble suerte)
Entonces el
relato se vuelve en una serie de secuencias de acción donde la fantasía se
sobrepasa repetidamente a sí misma, simplemente para complicar la arena para
que Will rescate a su familia. Pero, una vez más… “Hombre, es Dwayne Johnson! Queremos
verlo desafiar una y otra vez las más locas capacidades físicas de la raza
humana!” y Dwayne con pericia sin más, nos complace.
Hay secuencias
que aunque sepamos de cierto que son imposibles en tiempo y cálculos matemáticos
de probabilidad que funcionen, nos causan esa subida de adrenalina y diversión,
aunque toda racionalidad lo niegue; nos dejamos ir una y otra vez.
Neve Campbell
quien fuera heroína de cintas de terror noventeras regresa como una madre de
familia suigeneris, porque al igual
que Will, estuvo en las fuerzas armadas y posee técnicas de combate que
merecerían haber tenido más secuencias en la trama. 
Los elementos
que conformarán parte importante de la trama se presentan en los primeros
minutos: el sagrario de la Perla en el tope del edificio con todo y su realidad
virtual multiplicada y por supuesto el ya tradicional personaje de Ray (Rankin) el “mejor amigo
que resulta no tan buen amigo”. 
Se plantea a la familia de Will, donde uno de
sus hijos tiene una afección que le exige usar respirador. Esto es un simple hecho que va contra las reglas al escribir un guión: si sacas algo es para usarlo, la afección del chico se plantea pero nunca se usa para generar conflicto. 
Se da espacio para
la presentación de los “socios y colaboradores” de Zhao de quién vamos a tener
demasiadas reservas en confiar y nos queda clarísimo que lo más importante en
la vida de Will es su familia. Lo único que tenemos que hacer es imaginar cómo
complicarle la vida al protagonista.
Existen también
elementos que son como el “remedio cómico” para la tensión; (Lo haya planeado
Thurber o no, ya que él mismo escribe y dirige) dado que el edificio está en
Hong Kong supuestamente, en muchas secuencias mientras se cubre por los incontables
medios masivos la catástrofe y de la nada se culpa a Will por todo el desorden,
una multitud de asiáticos provistos de celulares observan desde “quien sabe
donde” toda la acción sin perder detalle, y sin que sirvan para nada más que
para decir “ooooh y aaaaaah” y gracias a las múltiples cámaras que siguen el
incendio aplaudir emocionados cada vez que Will logra algo. Eso sí todo pasa
muy, pero muy rápido, como si fuéramos en un carrito de la montaña rusa y eso
nos ayuda a no hacernos preguntas obvias.
Lo cual no
evita que podamos predecir ciertas escenas que sabemos que pasarán en el último
tercio de la película. Solo espera la escena de La Perla y la de Neve Campbell
resolviendo logaritmos de programación.
Con todo esto,
Dwayne Johnson es la figura que hoy en día encabeza a estos héroes musculosos
que vieran su cúspide en los 80’s y 90’s con Arnold
Schwarzenegger, Sylvester Stallone, y por lo que “Die Hard” significa para esta
cinta, Bruce Willis.
Un poco de nostalgia,
un mucho de fantasía y una megadosis de acción a nadie le caen mal en el
verano.
Director, guionista: Rawson Marshall Thurber.
Reparto: Dwayne Johnson, Neve Campbell, Chin Han, Roland Møller, Noah
Taylor, Byron Mann, Pablo Schreiber, McKenna Roberts, Noah Cottrell.
País: Estados Unidos
Año: 2018
Género: Acción,
Thriller, Desastre
Duración: 102 min
Clasificación:
Mayores de 13
Cámara: Robert Elswit
Música: Steve Jablonsky.
Fecha de estreno en
México: 12 de Julio 2018
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