Por Fabián Quezada León
Cuando el destripador de Rivertown ,un desalmado asesino, es condenado a muerte; jura antes de morir, que regresará a vengarse del pueblo que lo ajustició. Con esta premisa el legendario director de cintas de terror Wes Craven (Scream, Pesadilla en la calle del infierno) se lanza una vez más al ruedo. Ahora han pasado 16 años y siete niños nacidos en la noche en la que el asesino murió (¿?) van a ser las víctimas propicias para que se realice la venganza.
Cuando el destripador de Rivertown ,un desalmado asesino, es condenado a muerte; jura antes de morir, que regresará a vengarse del pueblo que lo ajustició. Con esta premisa el legendario director de cintas de terror Wes Craven (Scream, Pesadilla en la calle del infierno) se lanza una vez más al ruedo. Ahora han pasado 16 años y siete niños nacidos en la noche en la que el asesino murió (¿?) van a ser las víctimas propicias para que se realice la venganza.
Entonces cuando uno a uno de los chicos nacidos en ese día comienzan a desaparecer, el pueblo aterrorizado (y los restantes posibles víctimas más) se preguntan si el asesino realmente murió o si los crímenes se deben a su fantasma, o peor aún... a que se haya reencarnado en uno de los siete chicos. Solo uno sabe las respuesta Adam “Bug” Heller (Thieriot) quién ha tenido pesadillas terribles desde niño y guarda un secreto que corre dentro de sus venas.
Es difícil de creer una trama de resurrecciones, asesinatos, posesiones y demás que haya pasado por tal cantidad de cláusulas para ver cumplidos sus propósitos. Y así, al ver suceder los asesinatos y que se van a instalar en el nuevo asesino, no podemos más que recordar las cláusulas de aquella vieja caricatura de Porky y el Pato Lucas en la cual Lucas vende a Porky un seguro millonario si obtiene un ojo morado como consecuencia de un accidente casero. ¿Suena ilógico?, bueno aquí pasa algo muy similar...Dormido en sus laureles Craven nos presenta una cinta por demás aburrida y ordinaria, nada que ver con Freddy ni con el terrible fantasma con cara de “el grito” de Munch.
Muchos amantes del género de terror van a ir tras esto que se antoja una golosina al usar el nombre de Craven, pero, oh decepción, la película no logra rescatar de los trámites burocráticos al terror. Y segundo a segundo se hunde en un pantano de situaciones y confusiones que lo hacen digno de matiné de canal de tele. Los protagonistas se integran a la “Deadly Hollows' way to run” y se la pasan corriendo en el bosque como si estuvieran en un disparatado juego de gotcha! del que difícilmente saldrán vivos. La estética de las reglas para cumplir los ordenamientos para que el asesino sacie su sed de venganza son más complicados que ganar puntos en un juego de destreza (por momentos casi se pueden oír las campanitas de “punto extra” cada vez que sucede un crimen) Aunque esto finalmente puede que sno sea tan malo ya que una vez instalados en este mood se entiende que el asesino gane puntos cada vez que mate a un chamaco de estos, además la profusión de sangre y descuartizamientos es intensita, pero no lo suficiente como para dar vómito.
Lo peor de todo esta cadena de eventos desafortunados es que Wes no escribia y dirigía nada desde 1994. Lo cual es muy, pero muy triste, para todos aquellos que alguna vez sufrieron hasta lo indecible con Freddy… sí, Freddy.... irónicamente, el pobre se estará revolcando en la tumba….Director: Wes Craven
Reparto: Max Thieriot, John Magaro, Denzel Whitaker, Zena Grey, Nick Lashaway, Paulina Olszynski, Jeremy Chu, Emily Meade, Raul Esparza, Jessica Hecht, Frank Grillo
País : Estados Unidos
Año: 2010
Género: Terror, suspenso
Duración: 1 hr. 46 min.
Clasificación: Mayores de 15; Violencia, referencias sexuales, asesinatos
Fecha de estreno en México: 14 de Enero
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