Ya se que este blog no es de este tipo de cosas pero, vale la pena contarlo.
Hoy se metió un murciélago a mi casa. Más que nada, entre la sorpresa y el repeluz porque a nadie le gusta ver a uno de estos bichos de cerca, mi primera reacción fue pensar en que haría con el inesperado huésped; porque en definitiva no me gustaría compartir ni siquiera unos minutos en su compañía.
Despues de buscar ayuda en las cercanías (y como nadie sabia que hacer)... decidí llamar a Locatel. Después de algunos minutos me contestaron y al comentarles mi problema me dijeron que llamara a protección animal, pero que ... lástima, ellos salen a las 9 de la noche y ya pasaba de esa hora. Pero sabiamente me enfocaron a "Protección civil".
En la oficina de Protección civil, finalmente me dieron el numero de los bomberos de Tlalpan, los cuales de inmediato respondieron y enviaron a tres elementos a revisar el departamento para evacuar al murciélago en cuestión
Mas, como si de un pariente transilvano se tratara, el animal se hizo materialmente ojo de hormiga.
Ni por un lado, ni por el otro, salió.
Sin embargo la visita de los bomberos a la casa fue un acontecimeinto. Por principio de cuentas porque, señores, estos son unos verdaderos servidores públicos. Rápidos, amables, dispuestos a ayudar (ojalá muchísimos servidores públicos los imitaran un poquito)
Con eficiencia y cuidado revisaron cada una de las partes donde podría estar el susodicho animal, pero como dije, se esfumó. Pero bueno, el acontecimiento sirvió para enterarme de que los bomberos no sólo apagan incendios, sino que auxilian a la población en muchísimos asuntos; desde inundaciones, caídas de árboles, accidentes, hasta atrapar animales extraños como murciélagos, viboras, y hasta tarántulas... y ahí están, eficientes y a la orden, sin importar lo difícil que sea.... y todos sabemos que ser bombero en este país no es fácil, y esto ellos no me lo dijeron, que conste, que yo lo sé por otras partes.
Ojala nuestras autoridades de verdad reconocieran el trabajo de estos hombres y que se les diera el valor que merecen.
Quiero darles las gracias porque acudieron a una llamada de algo que para ellos era un caso más de trabajo y para mi era una emergencia, por llegar tan rápido y hacer tan concienzudamente su trabajo por calmarme y además de ponerse en disponibilidad por si salía el animal de nuevo, darme algunos tips para solucionar el problema mientras ellos llegaban, pero lo más importante por darme la certeza de que existen servidores públicos honestos y dispuestos a trabajar en favor de los ciudadanos.
Muchísimas gracias a los bomberos de la estación de Tlalpan: Pablo Cuellar Macedo, Jorge Villareal Vitinio, Alfredo Guillermo y a Felipe Mota quien me atendió por teléfono.
Desde niño había admirado a los bomberos y por fin hoy tuve el honor de conocer a tres gracias a un murciélago prófugo.
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