domingo, 3 de junio de 2012

EL HOMBRE QUE VIVIÓ EN UN ZAPATO: ¿LOCO O GENIO?


Por Julia Elena Melche.
Cuando era niña, la realizadora mexicana Gabriella Gómez Mont conoció a un personaje que le pareció extraño y fascinante al mismo tiempo, José Luis “El Güero” Robles Gil, un hombre al que le diagnosticaron un desorden mental y cuyo comportamiento excéntrico oscila entre la genialidad y la locura. Cuando conoce a Sonia, decide encerrarla en un cuarto durante un año para probar el amor que ella decía sentir por él. Aunque El Güero no la amaba, se casa con ella y la lleva a vivir a un zapato que él mismo construyó, no más grande que del tamaño de un auto. Por mucho tiempo usó una pantalla en la cabeza, cual si fuera una lámpara humana, y lo hacía para protegerse, argumentando que era “la luz de la juventud”.

Durante 90 minutos, la cineasta hace entrega de un interesante y fascinante documental, como el propio protagonista, que va y viene en el tiempo, de una manera un tanto desordenada como la vida misma de El Güero. Exenta de una voz conductora, la cinta  muestra a la familia de este singular personaje. Su esposa Sonia, una mujer de Oaxaca que deseaba ser parte del ballet de Olga Breeskin y fue enfermera de cabecera de Emilio  ”El Indio” Fernández,  su único hijo Pablo, quien discute constantemente con su padre y aspira a ser actor, algunos de sus siete hermanos, quienes se peleaban por ser el que más veces había ido al psiquiátrico, su anciana madre, quien de joven fue una mujer muy bella que se relacionó sentimentalmente con políticos importantes.

En el filme no hay personaje menor, todos resultan esenciales a través de sus testimonios y vivencias con El Güero, como la talentosa performancera Rocío Bolivier, conocida como “La Congelada de Uva”, el primer amor de El Güero. Se trata de una historia real que parece sacada de un cuento fantástico  sobre una familia disfuncional que transita en la delgada línea que separa la locura de la cordura. Un hombre obsesivo, y extremo, que decidió construir su propia vida a través del la locura y en su orden y esquemas establecidos, quizás absurdos, pero a su vez, con grandes dosis de lucidez. Un lunático, quien desde su juventud, busca las respuestas que van a revolucionar y a cambiar el mundo y con las que se hará millonario. Un hombre especial, incomprendido y señalado por su excentricidad, pero absolutamente intenso.

El hombre que vivió en un zapato, Ópera prima de la directora, se exhibe en el marco del Festival Cinematográfico Distrital, Cine y otros mundos, el miércoles 6  a las 21:00 horas en el cine Tonalá (Tonalá 261, Colonia Roma), el jueves 7 a las 19:00 horas en el IFAL (Río Nazas 43, Colonia Cuauhtémoc), y el domingo 10 a las 21:00 horas en el cine Lido (Tamaulipas 202, Colonia Condesa). Para más información consultar la página del festival: www.distrital.mx

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