Por Fabián Quezada León
Clary
Fray (Collins) es una adolescente muy promedio que vive la vida más o menos
normal de cualquier chica neoyorkina:
tiene un amigovio; Simon (Sheehan)
y a su mamá, Jocelyn (Headey) que se dedica a ser pintora.
Un día
al irse de “fiesta” descubre debido a unos acontecimientos sobrenaturales que
tal vez tenga un origen secreto. A partir de ahí se alía con un grupo de cazadores de sombras que se dedican
a mantener el orden entre las criaturas invisibles para el común de los humanos
(ángeles, vampiros, hombres lobo y otros pobladores del mundo sobrenatural)
Adaptación de la saga escrita por Cassandra Clare.
Por
alguna extraña razón, de unos años para acá la inagotable explotación de llevar
best sellers juveniles a la pantalla encontró una mina de oro, y como un germen
común en ellos está la situación de que el mundo mágico, sobrenatural, mítico,
es un campo de juegos inagotable. De esa manera los vampiros y los hombres lobo
se convirtieron en un estandarte en la saga de Crepúsculo y los conjuros
mágicos en Harry Potter, los seres mitológicos y personajes literarios
fantásticos reestrenaron personalidad y apariencia en sagas como Percy Jackson,
Once Upon a time, o True Blood y al mismo tiempo la inclusión de tácticas
guerreras y heroínas con opinión como en Los Juegos del Hambre, ya son un
ingrediente básico.
Coincidentemente,
las grandes aventuras les suceden a “adolescentes” con un perfil alejado del prototipo
de héroe de acción y que deben confrontar, ejercitarse, luchar en una
desventaja clara y aún así salir triunfadores al aceptar sus monumentales
tareas, a las que el mismo Hércules se hubiera negado.
Pero
aún con todas las previsiones claras la
fórmula sigue trabajando adecuadamente y llevando espectadores a las salas.
Claro
está que vivir aventuras siempre es atractivo y más si el pivote con los
adolescentes funciona adecuadamente. Después de todo, si estos protagónicos que
son “comunes y corrientes” (más bien loosers)
pueden dejar atrás sus vidas aburridas, el espectador
puede vivir a través de ellos una evasión a mundos más excitantes y gloriosos
que su realidad cotidiana y eso está bien. Por algo hemos tenido tantos
ejemplos de esas historias últimamente.
Pero esta saga que apenas comienza y que se quiera
o no será la heredera del público de Crepúsculo
y Harry Potter y que compartirá adeptos
con Los juegos del hambre y Percy Jackson,
pasa a reciclar estereotipos y hasta tramas de
acción entre los humanos y los seres
fantásticos: vampiros, hombres lobo y
demás creaturas y eso puede implicar el terrible riesgo de las comparaciones.
Y
aunque como lo señalaron sus protagonistas en su viaje en México, las
situaciones son diferentes porque en Crepúsculo había un triángulo y en Cazadores de sombras es un cuadrángulo
amoroso, el tema del amor dividido y disputado ya lo habíamos visto antes..
Y si
bien, Clary sin duda es el fruto de estas nuevas heroínas que ya no necesitan
ser salvadas propiamente y que tarde o temprano reparten leña a moros y
cristianos con singular alegría en esta moda de la “guerrerización” de las protagónicas, sigue
siendo víctima de las flaquezas amorosas.
El tema de las fuerzas del mal actuando de manera desatada incluye violencia e imágenes aterradoras y dan un poco mas de manga ancha para abordar temas más “juveniles” como el sexo y la atracción hacia un mismo sexo.
De esta manera, la cinta comienza con todo arriba: efectos, violencia, sexo, disparándolos en generosas cantidades y cuando la historia comienza a desarrollarse se ve atrapada en un hueco en el que incluso se cae en el terror de insertar una escena “romántica” poli saturada en melcocha (con todo y canción de fondo) mientras que la trama se atasca e incluso se siente extraviada. Ni se aumenta la dosis de espectacularidad del principio, ni se ahonda en los personajes y sus conflictos. Lili Collins es preciosa, realmente es una belleza, pero le faltó explotar su rango dramático; ella es la heroína, y no una heroína cualquiera; ella es LA elegida, la heredera ángel/humana capaz de poseer multipoderes y sin embargo ve tibia. Sus compañeros de reparto: Sheehan, Zegers y Campbell Bower también se ven atrapados por la serie de secuencias de acción y tampoco dejan ver claro los fundamentos de sus propias historias. La incursión de Rhys-Meyers sus trencitas y sus declaraciones, hacia el final de la cinta francamente parecen puestas en una cocktelera: demasiada información y para colmo, en un tono de melodrama muy poco creíble.
Sin
embargo, no todo es un error. Hay que reconocerle que aunque el título y el tema prometían una
visión mucho más oscura y malévola de la problemática juvenil, la tentación
seductora del romance melodramático semi gótico y el deseo de ventas en taquilla hicieron bien su parte. Va
a funcionar con los adolescentes aunque la trama se vaya al demonio.
A este
triunfo entre los adolescentes habría que agregar de forma importante el look fashionista tipo “como tribu urbana” con
todo y los tatuajes de runas, plus los atuendos ajustados en cuero. El
resultado es de un completo appealing visual a su público, pero también es una
verdad que los elementos que constan en el libro y en la saga, hubieran dado
para mucho más y no una pálida copia de Howgarts
plus Twilight pues si pretenden ser
los herederos de ese público habrá que pensar en darles más o resignarse a ver pan
con lo mismo un buen rato más.
Director: Harald Zwart
Reparto: Lily Collins, Jamie
Campbell Bower , Kevin Zegers, Jemima West, Godfrey Gao, Robert Sheehan, Robert Maillet, Kevin Durand,
Lena Headey, Jonathan Rhys-Meyers.
País:
Estados Unidos
Año:
2013
Duración:
2 hr. 10 min.
Clasificación: Mayores de 15
Fecha de estreno en México: 30 de Agosto
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