Por Julia Elena Melche.
Con numerosos premios y reconocimientos en importantes
festivales internacionales de cine, como el de Moscú y Valladolid, por fin se
estrena Fecha de caducidad, una cinta mexicana que tardó 11 años en llegar
a la pantalla, “debido a las dificultades para encontrar inversores interesados
en el proyecto”, comenta su realizadora, la tapatía Kenya Márquez.
Los temas que aborda la película, como la relación de
dependencia entre una madre y su hijo, así como la búsqueda desesperada de una
madre por encontrar a su vástago desaparecido, fueron los conflictos centrales
de los anteriores cortometrajes de la cineasta, Cruz, La
mesa está servida y Señas particulares, asuntos que
ahora se enriquecen y se desarrollan en una divertida tragicomedia de humor
negro, centrada en tres personajes, Ramona, Mariana y Genaro, y narrada desde
la perspectiva de cada uno de ellos, lo que da la estructura del relato, a
manera de rompecabezas.
La talentosa, reconocida y multipremiada Ana Ofelia
Murguía interpreta a Ramona, una viuda octogenaria que tiene una relación de
dependencia con su único hijo Osvaldo (Eduardo España), un flojo bueno para
nada que pasa el tiempo viendo televisión y espera que su madre le solucione
todos sus problemas. El amor sobreprotector de Ramona lo ha echado a perder, es
un mantenido, malagradecido y grosero.
Cuando un día desaparece, la abnegada mujer se lanza a
buscarlo hasta llegar al servicio forense, donde conocerá a Genaro (Damián
Alcázar), un aficionado a la nota roja y multiusos, quien parece estar
relacionado con la desaparición de Osvaldo. Al edificio donde vive Ramona, se
muda una jovencita llamada Mariana (Marisol Centeno), quien da la impresión de
huir de algo y la buena Ramona cree que es la novia de su hijo, enviada por
este para que la conozca y decide acogerla como si fuera su vástago ausente.
Lo primero que destaca en el filme son sus inmejorables
actuaciones. Ana Ofelia Murguía, como siempre brillante, se mete en la piel de
una madre abnegada que está dispuesta a hacer cualquier cosa por encontrar al
hijo, aunque sea un inútil. Como mamá cuerva, su hijo es el mejor y no ve sus
defectos. Su dependencia con él la ha convertido en una mujer que teme a la
soledad y al desamparo. Por esto, busca llenar sus vacíos afectivos con su
nueva vecina.
En el desarrollo dramático del personaje de Ramona,
contribuye el de Milagros, la recepcionista de la morgue, interpretada por una
excelente Marta Aura. No se sabe mucho de ella. Bien puede ser una solterona
curiosa y metiche, pero termina convirtiéndose en una amiga y consejera de
Ramona. Aunque con sus comentarios alimenta la paranoia de Ramona, es una mujer
de buenas intenciones. Juntas sacan conclusiones disparatadas sobre la
desaparición de Osvaldo y de la identidad de Mariana. Por su parte, Mariana
representa a la mujer fuerte y decidida que pone fin al maltrato por parte de su
pareja. Debe ser desconfiada y cautelosa
para seguir en la clandestinidad. Ha dejado de ser la típica sumisa aguanta todo,
pero debe aprender su nuevo rol de mujer independiente.
Fecha
de caducidad también sobresale por su falta de
pretensiones. En la sencillez de su historia hay cabida para hablar de muchos
asuntos que están presentes en la sociedad mexicana de nuestros días; la
desaparición de personas, la violencia hacia las mujeres, la ilegalidad, la criminalidad,
la migración, los prejuicios sociales
de
clase media que juzgan a una persona por su apariencia o sus actos, secuestros
y cuerpos descuartizados encontrados en la vía pública. No obstante lo serio de
las temáticas, la cineasta sabe conducirlos a través de la ironía y evitando la
solemnidad, pero dando cabida a la reflexión, entre el cine policíaco y el
drama familiar.
La cinta está ambientada en provincia, pero su rica trama
puede ser trasladada a cualquier parte del país, escrita por la propia cineasta
y su paisano Alfonso Suárez. Aunque es evidente el interés por los personajes
femeninos, magistralmente delineados, ambos guionistas confeccionan un
desarrollo impecable de las historias para que en cada uno de los tres
episodios, se subraye el punto de vista de cada personaje, abriendo así vueltas
de tuerca narrativas y un incremento en el suspenso.
Sin duda, se trata de una cinta mexicana sobresaliente,
que valió la pena su tardanza y busca romper con los roles de género y las
ataduras familiares. Muy recomendable. SE EXHIBE EN SALAS COMERCIALES Y EN CINETECA NACIONAL.
Dirección: Kenya Máquez
Reparto: Ana Ofelia Murguía, Damián Alcázar, Marisol
Centeno, Martha Aura, Eduardo España y Jorge Zárate.
País: México.
Año: 2011.
Género: Comedia dramática de humor negro.
Duración: 100
minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 30 de agosto de 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario