Por Julia Elena Melche.
Ganadora del Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine
de Berlín 2013, la reciente cinta del realizador rumano Calin Peter Netzer retrata la asfixiante relación entre una madre
castrante y posesiva, y su hijo adulto,
protegido y controlado por ella. Luego de su cumpleaños número 61, Cornelia (Luminiţa
Gheorghiu) se entera que Barbu, su hijo (Bogdan Dumitrache) provocó la muerte
de un niño en un accidente de tránsito. En adelante, será capaz de lo que sea
para iniciar la defensa de Barbu y evitar que vaya a prisión.
Apoyado principalmente en la destacada interpretación de Luminiţa Gheorghiu, el cineasta aprovecha al
máximo el realismo casi documental del actual cine rumano, para elaborar un drama
familiar en frío, que aborda también el tema de la culpa por la muerte accidental del pequeño. El
sentimiento, sin embargo, se experimenta de manera distinta entre Barbu y su
madre. Mientras él busca enmendarlo a través de una reconciliación sincera y
apela el perdón del padre del pequeño, ella busca tranquilizar su conciencia,
pagando los gastos del funeral.
Comenta el director sobre su filme: “Mi coguionista, Razvan
Radulescu, y yo, teníamos en realidad otro proyecto en la cabeza, sobre una
familia disfuncional. Pero nos dimos cuenta que ambos tuvimos una madre
posesiva y de ahí surgió la idea, de una experiencia personal. Buena parte de
la película descansa en la madre, una mujer fuerte y controladora, como puede
haber muchas, pero la diferencia es que ella tiene los medios económicos para
poner en práctica lo que quiere hacer. Y ahí es donde entra otro tema, la
corrupción, como parte de la vida cotidiana. Ahora, en Rumanía la situación es
mucho mejor, pero esta transición ha durado demasiado y los pasos que se dan
son muy pequeños”.
En este punto, Calin Peter Netzer expone con detalle el tráfico de influencias
y la corrupción en las instituciones de la Rumania de hoy. Cornelia trata de convencer
al único testigo que existe de lo sucedido para que cambie su testimonio,
recurre a sus amigos políticos y oficiales de la policía y argumenta que su
hijo merece otra oportunidad. Los únicos
caminos que ella conoce para conseguir las cosas son comprando y sobornando, y Barbu, no
obstante el rechazo que siente hacia su madre y el círculo social que la rodea,
sabe que no puede arreglárselas sin su ayuda.
El abismo que existe entre la clase alta y la empobrecida en
Rumania es enorme y el realizador ha sabido proyectarlo, acentuando así el
inmejorable conflicto de dependencia, y a su vez de hostilidad de Barbu hacia
su progenitora.
Dirección: Calin Peter Netzer.
Reparto: Bogdan Dumitrache (Barbu), Luminiţa Gheorghiu
(Cornelia), Florin Zamfirescu (Aurelian Făgărăşanu), Natasa Raab (Olga
Cerchez), Ilinca Goia (Carmen), Vlad Ivanov, Mimi Branescu.
País: Rumania.
Año: 2013.
Género: Drama.
Duración: 112 minutos.
EL DIRECTOR.
Con su familia, Calin Peter Netzer, de 38 años, emigró a Alemania en 1983. Una década más
tarde regresó a su natal Rumania para
cursar estudios de cine en Bucarest, graduándose en 1999. Tras la realización
de algunos cortometrajes, su opera prima, Perdón María, un retrato sin
concesiones de la violencia contra la mujer en la Rumania de principios del
siglo XX, obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de
Locarno, Suiza, en 2003, y estuvo presente en la Muestra Internacional de Cine
de la Cineteca Nacional. La postura del hijo,
su más reciente filme, recibió en el Festival de Cine de Berlín el Oso de Oro,
siendo la primera película en la historia del cine rumano en merecer tal
distinción.
PARA INFORMACIÓN DE HORARIOS, CONSULTAR:
www.cinetecanacional.net
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