Por
Fabián Quezada León
El
amor, lo más extraño y fascinante de esto es que durante siglos se ha hablado
de él, se ha representado de mil maneras
y con millones de destinatarios se le han puesto caras y nombres… sin embargo
nosotros los humanos poco nos hemos
acercado siquiera a entenderle siempre es tan resbaladizo y tímido que
desaparece y nunca deja rastro de a donde fue. De esta manera, como lo describe su director Sebastián
Hiriart esta cinta es un ensayo cinematográfico que viajando de un
lado a otro se topa en el camino con algunos que andan tras el amor o que creen
que ya lo tienen, o que 
ni siquiera saben por dónde ir. Por ejemplo Manuel, de 36 años, con un trabajo rutinario y
una vida familiar un poco intoxicada en compañía de su madre comienza una
relación con Alma, una cuasi niña de apenas quince años a quién conoce cuando
ella va en la secundaria. En otro lado encontramos a Porfirio un taxista común y
corriente pero que tiene deseos sexuales ocultos en los que mezcla un peligroso
cocktail de seducción, 
sumisión y violencia. Sae y Jacca un par de extranjeros
de visita en México quienes por su afán de no escuchar advertencias se pierden como
pareja y como individuos en terrenos pantanosos. Mientras que una pareja tiene
un fortuito encuentro dentro de la universidad y esa conversación va a cambiar
sus vidas drásticamente…
ni siquiera saben por dónde ir. Por ejemplo Manuel, de 36 años, con un trabajo rutinario y
una vida familiar un poco intoxicada en compañía de su madre comienza una
relación con Alma, una cuasi niña de apenas quince años a quién conoce cuando
ella va en la secundaria. En otro lado encontramos a Porfirio un taxista común y
corriente pero que tiene deseos sexuales ocultos en los que mezcla un peligroso
cocktail de seducción, sumisión y violencia. Sae y Jacca un par de extranjeros
de visita en México quienes por su afán de no escuchar advertencias se pierden como
pareja y como individuos en terrenos pantanosos. Mientras que una pareja tiene
un fortuito encuentro dentro de la universidad y esa conversación va a cambiar
sus vidas drásticamente…
Mientras estas historias suceden tenemos partes de
entrevistas con parejas de todo tipo que de una manera u otra van desnudando lo
que ellos consideran su relación (amorosa, erótica, como pareja?) y como dicen
por ahí cada cabeza es un mundo y cada relación contiene dos 
partes de una
misma locura. Para enmarcar las etapas de desarrollo de este ejercicio, se
cuenta con la colaboración del muy atareado mundo de los insectos. Hiriart
inserta, como si siguiera un patrón
donde los trazos se fueran a conjuntar, fragmentos de la agitada vida que se
desarrolla paralelamente: arañas, hormigas, mantis religiosas, en una frenética
carrera por cumplir sus ciclos por desarrollar su existencia con mucho mayor asertividad
que la que posee el humano. Al ir transcurriendo las 
historias se desafía al
espectador a ir completando este crucigrama a veces pidiéndole seguir la
carrera aunque sepa que el desenlace es una puerta cerrada. No importa si se
encuentra reciprocidad con los que están en la pantalla ni siquiera se necesita
simpatía la diversidad de la vida y de las formas de entender un concepto se
balancean como caminando sobre un riel en una vía, a veces se puede ir hacia un
lado o hacia otro pero lo importante es seguir adelante. Los personajes
transcurren su propia realidad alterna 
sin importar lo que decidan revelar al
otro o al espectador no importa si es cierto o no, cada uno se toma y deja lo que le conviene o
lo que quiere del amor, del sexo y de la pareja. El amor ese ente siempre
cambiante, siempre deseado, interminablemente perseguido y atrapado muy pocas
veces por mas o menos tiempo es lo que importa y el al parecer no está muy
interesado en revelarse por completo para que todos imaginemos que lo hemos comprendido por completo… mientras
él, siempre veleidoso, se ataca de risa..
partes de una
misma locura. Para enmarcar las etapas de desarrollo de este ejercicio, se
cuenta con la colaboración del muy atareado mundo de los insectos. Hiriart
inserta, como si siguiera un patrón
donde los trazos se fueran a conjuntar, fragmentos de la agitada vida que se
desarrolla paralelamente: arañas, hormigas, mantis religiosas, en una frenética
carrera por cumplir sus ciclos por desarrollar su existencia con mucho mayor asertividad
que la que posee el humano. Al ir transcurriendo las historias se desafía al
espectador a ir completando este crucigrama a veces pidiéndole seguir la
carrera aunque sepa que el desenlace es una puerta cerrada. No importa si se
encuentra reciprocidad con los que están en la pantalla ni siquiera se necesita
simpatía la diversidad de la vida y de las formas de entender un concepto se
balancean como caminando sobre un riel en una vía, a veces se puede ir hacia un
lado o hacia otro pero lo importante es seguir adelante. Los personajes
transcurren su propia realidad alterna sin importar lo que decidan revelar al
otro o al espectador no importa si es cierto o no, cada uno se toma y deja lo que le conviene o
lo que quiere del amor, del sexo y de la pareja. El amor ese ente siempre
cambiante, siempre deseado, interminablemente perseguido y atrapado muy pocas
veces por mas o menos tiempo es lo que importa y el al parecer no está muy
interesado en revelarse por completo para que todos imaginemos que lo hemos comprendido por completo… mientras
él, siempre veleidoso, se ataca de risa..
Director: Sebastián Hiriart
Reparto: Sae Bluff, Manuel Castro
Rosas, Jorge Zarate, Gabino Rodríguez, Diana García, Himmel,
Jack Jordan, Monserrat Ángeles.
País: México – Costa Rica
Año: 2013
Género: Ensayo cinematográfico
Duración: 78 min
Clasificación:
Mayores de 15
Fecha de estreno en México: 4 de Septiembre
No hay comentarios:
Publicar un comentario