Por Fabián Quezada León
Unos años después de
haber llegado a la pantalla la primera parte, ahora llega esta segunda entrega
de las chicas cantaoras a cappella del colegio Barden.
Poseedoras ya de un
titulo de campeonas las chicas deben enfrentar un mas que terrible accidente de
vestuario disfuncional enfrente del mismísimo Obama, por ello su camino de
sufrimiento comienza cuando son vetadas para seguir teniendo presentaciones.
Como si eso no fuera suficiente, su única opción de “lavar su honra” esta en
ganar un acreditado concurso de canto internacional pero, ese 
título jamás ha
sido ostentado por ningún equipo Norteamericano porque, bueno, “los
norteamericanos, básicamente, son odiados en el mundo entero”. Sin embargo las
muchachas están decididas a enfrentar su destino, ganar el campeonato y
recuperar su maltrecha dignidad.
título jamás ha
sido ostentado por ningún equipo Norteamericano porque, bueno, “los
norteamericanos, básicamente, son odiados en el mundo entero”. Sin embargo las
muchachas están decididas a enfrentar su destino, ganar el campeonato y
recuperar su maltrecha dignidad. 
Elizabeth Banks dirige
esta secuela que pasa sin mucha fortuna, sí que hay numeritos vocales y los arreglos
son buenos, pero el guión es enclenque y las situaciones solo sirven como una
liga de canción en canción.
Más allá del incidente
por el que se mueve la motivación de la película y que es un recuerdo de todas
las situaciones de “desafío” por el que estas cintas de “estudiantes” 
deben
motivarse.
deben
motivarse.
Hace unos años, cuando
vimos la primera parte de esta historia y conocimos a las Bellas, la fiebre de Glee aún no se extinguía y el asunto de
los coros juveniles estaba en la mente de los espectadores. “Notas perfectas”
se incorpora a esta contraparte de cintas que colocan a las historias femeninas
en un escenario de “comedia sexy y sin tapujos” en el centro de la atención, como Sex in the
city, o Bridesmaids, el punto 
es que en este relato la fuerza motora de la acción es una extraña
reprimenda surgida por un accidente. Esto hace que el resto de la trama se
balancee una y otra vez entre la farsa y
la resignación sin acabar por definirse.
es que en este relato la fuerza motora de la acción es una extraña
reprimenda surgida por un accidente. Esto hace que el resto de la trama se
balancee una y otra vez entre la farsa y
la resignación sin acabar por definirse. 
Evidentemente
la líder del grupo, Beka (Kendrick) demuestra con eficiencia por qué se ha colocado
en varias producciones de este año como actriz y cantante, pero a su historia en
la cinta, como debutante productora musical, le falta pounch, sorpresa y
exposición; producto, una vez más, de un guión poco eficiente y del que suponemos,
la audiencia abordará el tema con una
cierta pericia, justificando los resultados sin cuestionarse demasiado en lo
que se llega de canción a canción. 
Evidentemente
dentro de la historia, si se refiere a una competencia de coros a cappella, la
base es que existan diversos grupos vocales y que haya competencias entre ellos
y de ahí tenemos una secuencia reveladora sobre la profundidad de los temas que
la música moderna posee.
Al
final del día, esta segunda parte (como suele suceder) no presenta ninguna
novedad con respecto a su predecesora y se coloca como un pretexto funcional para
proseguir una franquicia de cintas musicales de comedia para los amantes de los
clubs juveniles de canto.
Director: Elizabeth Banks
Reparto: Anna Kendrick, Rebel Wilson, Brittany Snow, Hailee Steinfeld, Katey Sagal.
País:
Estados Unidos
Año: 2015
Género:
Comedia, musical,
Duración:
1 hr. 55 min.
Clasificación:
Mayores de 13
Fecha de
estreno en México: 6 de Agosto
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