Por:
Angélica del Carmen Rodríguez Martínez
Al ver, En
el nombre de mi hija -Au nom de ma fille, resulta
inevitable no pensar en el término que reza: “la justicia es ciega”, ya
que con el paso del tiempo a trucado su
significado y ahora resulta que literalmente lo es, al presenciar los hechos cronológicos
que aquí se relatan.
La propia
justicia se enmudece así misma en detrimento del agraviado, gracias a la
negligencia de una dudosa autopsia, coludiéndose con el asesino, omitiendo
procedimientos o borrando evidencias, todo esto para mostrar la
indiferencia de un sistema burocrático empecinado en la obstrucción de la
verdad, tanto a nivel nacional como internacional.
En el
nombre de mi hija, es un film dirigido por Vincent Garenq, y coescrito por
Julien Reppaneau, que a su vez toma su historia de un caso real, que tuvo que
esperar treinta años para que la ley se cumpliera de una forma relativamente
satisfactoria, gracias al tesón de André Bambereski, un padre de familia cuya hija es asesinada y que es interpretado por
Daniel Auteuil.
La
historia da comienzo en Marruecos, donde él vive con su esposa Dany (Croze), y sus
dos hijos. André, es un padre responsable y muy comprometido con su familia,
pero con una gran carga laboral.
Por
desgracia, debe cambiar su residencia tras el affaire que su mujer tiene con un
padre de familia del colegio en el cual asisten sus hijos y los de Dieter
Krombach (Koch) el
médico alemán quien la corteja.
Pero
Dieter, sigue a Dany, se encuentran en Francia y es cuando André se presenta
con la policía y los acusa de adulterio. De esa forma se queda con la custodia
de los niños. Mientras que Dany y Dieter, siguen su relación de pareja y se van
a vivir a Alemania.
Años más tarde, una vez pasada la tormenta de
resentimientos y enemistad, André deja que sus hijos viajen a casa de Dany y
Dieter en unas vacaciones de verano. Entonces la hija mayor: Kalinka, muere de
una forma repentina e inexplicable a la edad de catorce años.
La
autopsia que realizan a Kalinka en Alemania, está plagada de errores y
omisiones básicas y es cuando André iniciará sin saberlo un camino de terror para
poder esclarecer los hechos.
Consternado en extremo, solo tiene una cosa cierta:
su sospecha de que Dieter tuvo mucho que ver en la muerte de su hija, aunque no
tiene ninguna prueba contundente; solo el hecho de que el médico suministró una
inyección a Kalinka, bajo el pretexto de que la encontró inconsciente e
intentó reanimarla.
A medida
que el film avanza, Dieter, el padrastro, logra evadir la justicia a través de
las autoridades alemanas que eliminan las peticiones que realiza el angustiado padre
ante una innegable violación.
La espiral
de complicidades aumenta desde Francia y Alemania, y con ello la obsesión
de André por desenmarañar el caso, y llevar a prisión a Dieter a como dé
lugar.
En este duro proceso irá descubriendo a cada paso que tanto en su país
como en Alemania y Austria, existe una complicidad aterradora, sumada al
silencio atroz de su exmujer que no se pronuncia en defensa del homicidio de su
propia hija.
Sin duda,
el En el nombre de mi hija es un punzante
recordatorio a un endeble y "extrañamente confuso" y hasta inquietantemente veleidoso sistema de justicia, sin importar dónde se produzca;
en Francia, Alemania, en México… o el resto del mundo, en menor o
mayor escala.
Es una
revisión obligada que nos remite a un planteamiento básico: el deber
ciudadano debería concebir con naturalidad el hecho de que la justicia fuera ejercida
siempre hasta sus últimas consecuencias, utilizando todas las vías legales,
sin tener que ser una lucha de gigantes, o una pesadilla agotadora.
Donde no existiera el temor a ser etiquetado como una “víctima obsesiva”
cuando simplemente se reclama justicia frente a situaciones donde las
respuestas faltan y las dudas sobran.
En el
nombre de mi hija se suma a muchos filmes y documentales en donde se han relatado
historias, que exponen la terrible realidad ante la falta de aplicación de
justicia.
En esta
película se pone en tela de juicio la máxima de la justica en Francia: "Libertad, igualdad, fraternidad" frente a
todo un entramado de corrupción, que se puede desmontar hasta después de
treinta años de lucha, al final
André fue cabal consigo mismo, y como bien reza en el filme, mantuvo su promesa
en busca de la verdad sin importarle cimbrar al sistema de justicia de su país. Todo sacrificio valió la pena, todo sufrimiento contó, la justicia tardó, se perdió en el camino y resurgió tras el tiempo, mientras André seguía sin olvidarse nunca que el nombre de su hija así se lo exigía.
Director:
Vincent Garenq
Reparto:
Daniel Auteuil, Sebastian Koch, Marie-Josée Croze
País:
Francia
Año: 2016
Género:
Drama
Duración:
87 min
Clasificación:
mayores de 13
Fecha de
estreno:25 de Agosto 2017
EN EL
NOMBRE DE MI HIJA (AU NOM DE MA FILLE) se exhibe en de Cinépolis
Para mayor información,consultar:
www.cinepolis.com.mx
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